“Me apellido Pan y pinto platos” es una presentación sin artificios que define muy bien la esencia y carácter sencillo y natural de Bárbara Pan de Soraluce. Una frase que -como casi todo lo que tiene que ver con la imagen de Los Platos de Pan- se le ocurrió a su hija, y se ajusta a la identidad de un negocio muy personal que empezó sin ninguna pretensión. Licenciada en Bellas Artes y Restauración, Bárbara viene de una familia en la que se fomentaba muchísimo la creatividad: sus hermanos pintan y esculpen, tocan instrumentos y cantan; una cualidad artística que formó parte de su vida desde que era una niña.
Bárbara, las vajillas personalizadas a mano son ahora más tendencia que nunca, sin embargo empezaste a trabajar la porcelana hace años en el taller de Carmen Muñoz. ¿Cómo surgió esa colaboración?
A mí siempre me ha gustado pintar, pero lo tenía un poco abandonado. Unas amigas se apuntaron a uno de los cursos del estudio de Carmen y me animé. Fue un acierto. No sabes lo bien que me llevo con ella. Es una mujer estupenda, llena de talento e inteligencia, sin la cual nunca me hubiese desarrollado como lo estoy haciendo ahora. Entendió perfectamente cómo trabajaba y, en lugar de imponer sus parámetros, me orientó para que aplicara y potenciara mi propia visión.
Tu hija colgó uno de tus platos en Instagram y ahí comenzó todo. ¿Qué piensas de las redes sociales?
Me encantan. Mi hija, que es listísima, se mueve en las redes sociales como pez en el agua, así que me he dejado llevar por su intuición y mira lo bien que nos va. He conocido a un montón de amigos interesantes y se me han abierto puertas que creía cerradas para mí. ¡Qué te voy a contar! Sin las redes nada de esto hubiese pasado.
Además de pintar platos, ¿qué te interesa? ¿Qué aficiones tienes?
Me interesa y se me da bien todo lo relacionado con la decoración. Creo que hubiese sido una interiorista competente. En cuanto a mis hobbies: me divierten el cine y la lectura y te confieso que soy una gran apasionada de las series. Tiendo a rodearme de mucha gente. Me enloquece mi familia, así que procuro pasar mucho tiempo con ella.
Los motivos de tus platos plasman la naturaleza en una gama de azules, celadón y grises muy personales. ¿Qué te inspira, además de la botánica, vegetales, insectos…?
Cualquier cosa. De repente veo una tela cuyo estampado me llama la atención, o un color en una escena de una película… Las ideas de los clientes que vienen a mí me son de gran ayuda. Es un trabajo conjunto, resultado de lo que buscan y lo que yo puedo ofrecer. En ese tira y afloja salen cosas preciosas.
A la hora de planificar tu trabajo, ¿lo organizas por colecciones o temporadas?
Voy haciendo según lo que me van pidiendo, y me van pidiendo según lo que van viendo. No me rijo por ningún otro criterio que mi gusto, que no varía, pero sí encuentra nuevas maneras de articularse.
Ahora que dices lo de tu gusto, ¿alguna vez te han hecho algún encargo imposible o alejado de la línea que siguen tus ilustraciones?
Sí, y en esos casos he sido muy honesta y no ha habido ningún problema.
“Mi gusto no varía, pero sí encuentra nuevas formas de articularse.”
¿Una idea sobre el lugar más original para exhibir un plato como objeto artístico?
Hace poco subimos un vídeo de una piscina repleta de platos en su fondo y ya he visto varias fuentes decoradas con vajillas coloridas. El efecto que tienen bajo el agua es espectacular.
Desde el punto de vista técnico, ¿trabajas de la misma forma sobre porcelana, loza, gres, vidrio...? ¿Utilizas todo tipo de materiales?
Utilizo prácticamente todos los materiales. El proceso es similar, pero tengo que adaptarme a lo que la superficie me pide para que el resultado del dibujo sea óptimo. Algunos materiales resbalan más, los rugosos sujetan la pintura. El gres, por ejemplo, me apasiona por el efecto: parecen grabados. No se pinta igual en todos los materiales, pero eso se aprende conociendo tus herramientas de trabajo.
Antes decías que te interesaba mucho la decoración y que podrías haber sido una interiorista competente. ¿Con qué tipo de decoración mezclarías unos platos de Pan?
Yo nunca me he guiado por modas y tendencias y siempre he abogado por las mezclas osadas y las casas muy vividas. Me cuesta mucho teorizar sobre lo que a mí me sale de manera intuitiva, así que no sabría concretar. ¡Hay que probar y jugar, sin miedo!