Un bucle, o loop en inglés, es una repetición constante de secuencias que acaban por convertirse en interminables. El ser humano acostumbra a temerlos, quizás por su continua necesidad de cambio, sin tener en cuenta que de vez en cuando son esenciales para poder interpretar la vida desde múltiples perspectivas. Loop Festival profundiza sobre estos ciclos mediante el arte en vídeo e invita al público a redescubrir en cada una de sus obras nuevos detalles.
Un año más, Barcelona se convierte en la sede de una de las muestras más influyentes del mundo del videoarte. Hasta el 24 de noviembre, la ciudad acoge proyectos de una multitud de creadores, comisarios, galeristas y coleccionistas que, bajo diferentes actividades, investigan el potencial del cine de artista y analizan la imagen en movimiento. El festival también lo conforman una Feria profesional del 19 al 21 de noviembre, y un simposio los días 20 y 21.
La temática de la vigésima segunda edición gira en torno al concepto A Subtle Shake, que nos hace reflexionar sobre las sacudidas sutiles y su capacidad de hacer temblar hasta las estructuras más poderosas. Más de una veintena de piezas audiovisuales llevan al público a tomar conciencia inspirados por la teoría del efecto mariposa e impulsados por el equipo que ha articulado la iniciativa.
“Todos los proyectos presentados se caracterizan por ejercer una leve vibración capaz de hacernos reflexionar sobre nuestra existencia y las problemáticas diarias”, afirma la comisaria Beatriz Escudero durante la rueda de prensa celebrada en el Museu de la Música. Previamente a su irrupción, el director de la institución, Jordi Alomar, muestra su clara emoción por ser el anfitrión del acto inaugural, y uno de los más importantes, una instalación creada por los autores ucranianos Roman Khimei & Yarema Malashchuk, de los cuales el segundo ha acudido como representante de su trabajo Muted Explosions. Tres colecciones fílmicas tituladas Explosions Near a Museum (2023), Dedicated To The Youth Of The World II (2019) y Dedicated To The Youth Of The World III (2023), grabados en Ucrania durante el conflicto armado y unidas por la incertidumbre y determinación colectiva.
Además de la presencia del artista, también han acudido otros exponentes para explicar un poco más de sus composiciones. Núria Güell y Maria Alcaide han explicado la manera en la que sus producciones exploran, desde una perspectiva no heteropatriarcal, el lugar que ocupa en la cotidianidad el amor y el cuidado. Paraules d’amor y Ariadna nunca fue nuestra diosa tratan sobre la responsabilidad de la cultura en la paradoja del amor y sobre la relación cuerpo-mujer y la feminidad respectivamente.
De otra ligera sacudida enfocada en la relación del ser humano con lo tangible nos habla Enric Farrés, quien enfoca su proyecto en un viaje frustrado y en la opción de transformar algo banal y habitual en una reflexión existencial. De maneras de habitar el mundo también nos hablan Laure Prouvost, Camila Cañeque, Rosa Tharrats y Gabriel Ventura.
Finalmente, hay un tercer eje sobre el que se construye Loop Festival, y es el de plantear nuevos horizontes. Metahaven, Thomias Radin, Roman Khimei & Yarema Malashchuk y John Menick identifican las grietas creadas por las estructuras globales y aportan su visión desde un punto de vista artístico. Yerema concluye sobre su obra (aunque se puede extrapolar a otras): “Enseñamos cómo ha cambiado la cultura y la comunidad influenciada por el mundo”.
La sección principal ha sido comisariada por Beatriz Escudero, Joseph del Pesco, LaOtra (Patricia Sorroche y Maria Amador), Sofía Lemos y Einaidea, la plataforma de investigación creada por el Centro universitario de diseño y Arte. Beatriz comenta que “no hay una dirección artística, son muchas voces integrando este discurso alrededor del temblor”.
Durante estos días, el evento tiene la capacidad de hacer comprender la importancia de los pequeños gestos y movimientos, no solo de qué manera nos afectan, sino también su capacidad para alterar determinados roles de poder. La palabra colectividad, tanto en producción como mensaje, queda registrada como una de las fuerzas más poderosas para transformar todo lo que se encuentra deformado por el mundo. El encuentro es un honor a las reacciones en cadena y una oportunidad perfecta de reflexión.