Veinteañera, un canal de televisión online y un proyecto monocromático como DJ. Pitty Bernad sabe lo que quiere. Con actitud, desparpajo y morro, mucho morro, se cuela donde le echen. Invita a comer bocatas de mortadela, se pasea por los backstages, emborracha a grandes músicos y hace cobras a los guapos de España. Le Garage TV se ha convertido en una plataforma en la que todas las frecuencias jóvenes tienen cabida. Con intención de ampliar aún más el equipo, ya tienen su representación en Barcelona. Diversión y gamberradas aseguradas.
¿Cómo comenzó toda esta vorágine?
Hace un año con dos amigas. Hacíamos un programa que se llamaba Glam Horn -el logotipo era un unicornio-, un programa demasiado pija-fantástica. Era bastante similar a un programa tailandés que se llama Double Cheese. Cubrimos algunos eventos como los premios Telva, un evento de Oysho… fueron cinco o seis vídeos. Pero de la noche a la mañana me rayé y me di cuenta que esto no era lo que queríamos, que estaba dirigido a un público femenino muy pijo. A mi me gustaba más un rollo grunge, de tendencias… Nos fuimos a ver unos platós de televisión pero me pareció todo muy serio, de informativo. Nos fuimos al garaje a coger el coche y me encantó. Tenía un tragaluz, un sofá y era totalmente la idea que andaba buscando. De allí salió Le Garage. El garaje es un sitio del que siempre ha surgido lo underground (risas).
¿Y tu proyecto paralelo como DJ, Monochrome Fresh?
Conocía a la bloguera Aminta Online y decidimos llevar a cabo este proyecto juntas. Empezamos cubriendo eventos de moda, como Free Yoga for Oysho. Solemos poner música de los 80s, electrónica, rock… Queremos que la gente se divierta, que baile… Mientras yo me encargo más de la música, Aminta hace fotos del evento. Es muy cómico vernos en acción, vamos siempre igual vestidas, aportamos ese toque monocromático y fresco a un evento.
Define el universo garage.
Somos un poco gamberros (risas). Me gusta la gente incorrecta y pretendo reírme un poco de todo este universo del postureo -aunque estamos dentro de él-. Cuando entrevistamos a una banda de música les preguntan sobre inspiraciones, inicios, nombre del grupo… preguntas aburridas. Yo quería hacer algo diferente, meterle un poco de caña y pensé: vamos a hacer que The Black Lips se coman un bocata de mortadela, que Lee Ranaldo se emborrache a base de Pacharán... Queríamos salirnos de lo establecido, un mundo de creatividad, un mundo joven, menos correcto y más gamberro.
¿Por qué una televisión online?
A raíz de los youtubers, gente con millones de seguidores, nos dimos cuenta que era un sector importante por explotar. No quiero decir que somos innovadores, tampoco lo pretendemos, pero está claro que la tele ahora mismo la ve mi abuela y los niños, pero no la gente joven. Yo veo lo que quiero, no lo que me obligan.
¿Qué hay que tener para ser garagero?
Garageros somos todos lo que estamos dentro de esto. La gente que nos sigue, que sigue nuestra frecuencia. Que huye de estereotipos, de hacer lo protocolario, que se quiere divertir, crear. Es fascinante como la gente puede hacer cosas maravillosas. Me gusta mucho la gente creativa, me llegan currículums diarios y me da mucha pena no poder aceptar a todos. Ahora mismo no tengo medios para poder pagarles pero hay que tener actitud, como todo en la vida. Hay que tener muchas ganas y mucho morro.
Y si quiero ser entrevistada por un garagero tengo que…
Bueno, nos dirigimos a un público joven. Simplemente hay que seguir esa frecuencia de la que hablamos, en la que estamos nosotros. Me interesa la gente que me hace reír. Hemos entrevistado desde bandas de rock súper top, hasta escritores, un perfumista… Buscamos personalidades y ver cómo nos contestan.
¿A quién no podríais dejar escapar?
A la princesa Letizia, perdón, a la reina. Sacarle algo que pudiera ser muy kitsch, hacerle reír. Me resulta muy divertido tratar con humor las cosas que la gente trata de forma muy seria. No sé, soy de Albacete... (risas).
¿Ha sido fácil haceros un hueco en el panorama social actual?
Entrar en el mundo de la farándula no es fácil, bueno es difícil y muy fácil al mismo tiempo. Como dice mi madre es una cuestión de creérselo. Hay que tener el feeling de que vas a hacer algo guay. En lo primero que hicimos, los premios Telva, mentí como una bellaca, dije que veníamos de un medio internacional. Una vez hecho esto, ya teníamos la puerta abierta. Una agencia de comunicación nos apoyó y gracias a ellos hemos podido entrar a muchos eventos y acceder al photocall. También nos hemos colado en muchas fiestas, como el otro día en la de Vogue. Tampoco queremos molestar a nadie, somos bastante educados y respetuosos. Si me dicen no grabes, no grabo, si me dicen no lo pongas, no lo pongo. No pretendemos reírnos de nadie ni hacer daño, solo queremos reírnos con ellos.
¿Qué momento no olvidarás?
Cuando conseguimos acceder al backstage en el SOS y entrevistar a Justice. Entramos como prensa y nos habían adjudicado The Parrots, que son maravillosos y los amo, pero son una banda nacional que estaba empezando. En la zona de prensa estaban todos comiendo, los abordamos y conocimos al saxofonista de M83, éste nos metió en el backstage de Vitalic, de ahí conocimos a otra persona y acabamos entrevistando a casi todos los que nos propusimos. Fue una aventura. Tampoco olvidaré cuando entrevistamos a una gran banda como Kaiser Chiefs y nos quedamos sin audio...
Acabáis de ampliar la familia abriendo equipo en Barcelona. ¿Qué ciudad es la siguiente?
Tenemos una chica en Bilbao, pero tener un equipo ahí supone tener que comprar material, más cámaras, micros… Barcelona me gustaría conquistarla. Londres en un futuro cercano y lejano.
Os gustaría que Le Garage TV se convirtiera en…
Sería estupendo poder conquistar el mundo de la televisión, más que nada, porque da mayor visibilidad. Aunque tendría que ser en un canal acorde a nuestra filosofía, una MTV por ejemplo. Seguiría la línea, un canal enfocado a gente joven. Resumiendo, la cúspide sería llegar a tener un contenido dirigido al sector más joven. Más internacional, con mayor difusión y el soporte de un gran grupo.