La energía y el color de Costa Rica y el diseño y la línea depurada de Barcelona. ¿El resultado de esta combinación? Lava Objects, el proyecto personal de la diseñadora Laura Aguilar. Con el cemento como elemento principal, aunque dándole “un acabado más delicado sin que pierda su esencia cruda” y con mucho más colorido de lo habitual, la artista afincada en la ciudad mediterránea crea desde objetos decorativos hasta vajillas. Y lo hace, como ella misma confiesa, “de manera más romántica”, trabajando cada pieza con sus manos y poniendo en práctica, día a día, una filosofía de trabajo única: “Ensuciar y experimentar mucho hasta que funcione”.
Para aquellos que aún no estén familiarizados con tu trabajo, ¿quién es Laura Aguilar y cuál es tu trayectoria?
Soy diseñadora, me gradué en diseño de moda y estudié un máster en Elisava en diseño retail que es, en realidad, el área en la cual desarrollé mi trayectoria profesional. Actualmente, dedico mi energía a mi proyecto personal, Lava Objects, proyecto que inicié a finales del 2016 de manera muy exploratoria y autodidacta.
Has comentado que, cuando iniciaste este camino, coincidió con que tenías a tu disposición un espacio que te daba libertad para trabajar: el taller de Sants, donde surgió todo. Teniendo en cuenta el papel fundamental que juega el lugar en el que desarrollas tus creaciones, ¿cómo es a día de hoy tu espacio de trabajo? ¿Y la rutina diaria en el taller?
El taller de Sants era un espacio único, pasaba muchas horas en soledad, por tanto, era trabajar mucho desde la introspección y el autoconocimiento. El lugar en el que trabajo ahora es lo contrario, comparto con otras artistas que trabajan la cerámica. Esta contraposición ha sido muy rica, estoy en constante aprendizaje del trabajo que realizan las otras personas, recibo feedback que me ayuda a restar muchas horas de trabajo que, en otros momentos, me tomaría días llegar a conclusiones por mi cuenta. También tiene su punto estimulante y divertido.
Cómo resumirías tu filosofía a la hora de trabajar?
Ensuciar y experimentar mucho hasta que funcione. Cada objeto que diseño surge desde la experimentación propia en el taller, hacerlo muchas veces hasta dar con el resultado adecuado. Incluso una pieza puede pasar meses en reposo hasta que un día lo retomo y me doy cuenta del giro que necesita.
Diseñas y produces en Barcelona, en pequeñas cantidades, y siendo cada pieza distinta de la anterior. A día de hoy, ¿este es un método de trabajo viable o algo difícil de mantener?
Creo que trabajo de la manera más romántica cada pieza, una a una, con mis manos, contemplándolas y acabándolas; pero sé que este formato no es el más eficiente. La marca debe evolucionar para poder crecer y ser competitiva, pero debe hacerlo responsablemente y de acuerdo a los valores.
Sin embargo, no todos están dispuestos a apostar por este tipo de creaciones y producciones. Las grandes superficies permiten decorar espacios con objetos modernos y a precios muy asequibles. ¿Hasta qué punto este tipo de propuestas pueden condicionar tu trabajo? ¿O van dirigidas a un público muy diferente?
Creo que, inevitablemente, condicionan porque pauta un valor en el mercado. Pero nos dirigimos a un target que aprecia y entiende el trabajo hecho a mano, a pequeña escala. Creo que, poco a poco, socialmente, nos vamos acercando más a esta conciencia.
Vives y trabajas en Barcelona, pero eres originariamente de Costa Rica. ¿Qué es lo que ha aportado cada uno de estos lugares a tus creaciones? Y, a nivel personal, ¿qué te han dado cada uno de ellos?
Costa Rica es un país muy cálido, todo es ‘pura vida’, es una filosofía. Es estar feliz, es energía y color. Creo que esto está contenido en la marca o, al menos, lo siento en mis procesos creativos en el taller y en las sesiones de fotos. Barcelona es diseño, es la línea más depurada, me ha dado madurez como diseñadora. Lava Objects no sería lo mismo sin su influencia.
Después de llegar a Barcelona, surgió Lava Objects, con la que, entre otras cosas, tuviste que desarrollar una identidad de marca desde cero. ¿Cómo te decidiste a dar este paso y cómo fue el proceso? ¿Cuáles de esos valores iniciales sigue teniendo Lava Objects a día de hoy?
Fue un proceso muy orgánico y fluido; de hecho, lo sigue siendo. Creo que no ha perdido mucho por el camino, más que algún isotipo y slogan. Los valores siguen siendo los mismo, aunque posiblemente pronto evolucionen un poco.
Tu principal material es el cemento, al que, inconscientemente, se tiende a asociar a la construcción u otro tipo de tareas completamente alejadas del uso que tus has decidido darle. ¿Por qué optaste por descontextualizar, precisamente, este material?
Justamente eso fue lo que me pareció innovador, tratar el material diferente a lo que estamos habituados, darle un acabado más delicado sin que pierda su esencia cruda.
Pulido, hidratación, sellado… el proceso detrás de cada objeto es muy laborioso. Entre todas las fases por las que tienen que pasar tus creaciones, ¿cuál es la que disfrutas especialmente?
La última fase del sellado me gusta mucho porque es emocionante ver las piezas casi acabadas y ver ese brillo que adquiere cada una.
Uno de los proyectos que compartiste a través de las redes fue el encargo de una vajilla para una boda. ¿Cómo sienta saber que tus proyectos forman parte de los momentos más especiales de quienes los adquieren? ¿Algún otro proyecto que se haya convertido en uno de tus favoritos o alguno que te quede por hacer?
Los encargos de bodas son emocionantes, se genera una complicidad con el cliente que hará el regalo. Luego hago una sesión de fotos con las piezas encargadas para hacer un tarjeta de recuerdo con las palabras de quien hace el obsequio. Se vuelve un proyecto muy íntimo, es gratificante.
Hace poco, hice unas esferas grandes de hormigón blanco roto, eran para el set de un photoshoot para la campaña de una marca de ropa. Este tipo de proyectos me encantan porque son retos creativos, me gusta el trabajo en equipo y desarrollar ideas, así que espero que vengan más como este.
Hace poco, hice unas esferas grandes de hormigón blanco roto, eran para el set de un photoshoot para la campaña de una marca de ropa. Este tipo de proyectos me encantan porque son retos creativos, me gusta el trabajo en equipo y desarrollar ideas, así que espero que vengan más como este.
De cara al futuro, ¿qué objetivos tienes para Lava Objects? ¿hacia dónde te gustaría llevar tus objetos de cemento y color?
Hay varios objetivos, ente ellos, darle mayor visibilidad y crecimiento a la marca. Para esto estoy explorando el mejor camino, imperando los valores de marca para una producción con mayor capacidad. También las colaboraciones en proyectos creativos me emocionan mucho, creo que son dos áreas que pueden ir creciendo paralelamente.