Con un estilo muy suyo, Laura García expone sus creaciones a lo largo de su perfil en redes sociales. Desde la cerámica hasta la pintura son algunos de los recursos que utiliza para expresarse. Siempre con la idea de llevar su trabajo un paso más allá, la artista explora diferentes ámbitos artísticos porque, tal y como dice ella “quería que mis dibujos ocupasen un espacio en la realidad fuera del papel”. Ahora, con un plan de futuro que no hace más que crecer, se presenta y responde a algunas preguntas sobre su trabajo.
¿Quién es Laura García?
Laura García soy yo, una chica de Barberà del Vallès, una Laura García más entre muchas otras.
¿Y cómo te presentarías a alguien que acaba de llegar a tu perfil de Instagram y no te conoce de nada?
Hola, soy la Laura y lo que hago es coger todo lo que está a mi alrededor y combinarlo conmigo misma para hacer mi propia versión de todo lo que veo.
¿Desde siempre has tenido claro que querías hacer cerámica?
No, la cerámica ha sido una de las cosas que han surgido gracias a un proceso de exploración personal estos últimos años.
Cuando estaba acabando de estudiar Bellas Artes empecé a ser más sincera conmigo misma y pude encontrar mi propio camino. Por aquel entonces era muy pesada sacando fotos con una cámara analógica y mi móvil de todo lo que me atraía en mi entorno. Revisando mis fotos me di cuenta de que siempre iba buscando cosas muy concretas en mi alrededor. Paralelamente me reconcilié con el dibujo, desde siempre me ha gustado dibujar, pero nunca lo había contemplado como un medio para expresarme. Esto fue gracias a mis amigos que también dibujaban, era muy guay esa época cuando quedábamos para dibujar sin ningún tipo de presión. Dibujando podía plasmar aquellas cosas que veía o se me pasaban por la cabeza y que no podía explicar con una foto. También podía explicar anécdotas o momentos significativos siguiendo la misma tónica haciendo cómics. Al poco tiempo me motivé para aprender a modelar con cerámica, quería que mis dibujos ocupasen un espacio en la realidad fuera del papel.
Hacer objetos o esculturas de cerámica hace que me implique más con mis ideas, además es un proceso largo en el que le doy muchas vueltas a lo que estoy haciendo. También me interesa el impacto que genera, que es muy diferente al que puede causar la ilustración o el cómic. Esto no significa que quiera dejar de lado lo otro, cada técnica me aporta unas limitaciones diferentes y me gusta sentirme libre de poder escoger lo que más me apetezca en el momento.
Cuando estaba acabando de estudiar Bellas Artes empecé a ser más sincera conmigo misma y pude encontrar mi propio camino. Por aquel entonces era muy pesada sacando fotos con una cámara analógica y mi móvil de todo lo que me atraía en mi entorno. Revisando mis fotos me di cuenta de que siempre iba buscando cosas muy concretas en mi alrededor. Paralelamente me reconcilié con el dibujo, desde siempre me ha gustado dibujar, pero nunca lo había contemplado como un medio para expresarme. Esto fue gracias a mis amigos que también dibujaban, era muy guay esa época cuando quedábamos para dibujar sin ningún tipo de presión. Dibujando podía plasmar aquellas cosas que veía o se me pasaban por la cabeza y que no podía explicar con una foto. También podía explicar anécdotas o momentos significativos siguiendo la misma tónica haciendo cómics. Al poco tiempo me motivé para aprender a modelar con cerámica, quería que mis dibujos ocupasen un espacio en la realidad fuera del papel.
Hacer objetos o esculturas de cerámica hace que me implique más con mis ideas, además es un proceso largo en el que le doy muchas vueltas a lo que estoy haciendo. También me interesa el impacto que genera, que es muy diferente al que puede causar la ilustración o el cómic. Esto no significa que quiera dejar de lado lo otro, cada técnica me aporta unas limitaciones diferentes y me gusta sentirme libre de poder escoger lo que más me apetezca en el momento.
¿De dónde nace la idea para las piezas y los dibujos que haces? Podríamos decir que tienen cierto rollo a Keith Haring.
Puedo llegar a entender a qué te refieres, pero Keith Haring todavía no forma parte de mis referentes, personalmente conecto más con otros artistas, fotógrafos, ilustradores o incluso personas que hacen maravillas y no se consideran artistas. Por ejemplo, me gustan mucho las fotos de Wolfgang Tillmans, los dibujos de Pilarín Bayes, la performance que hizo Lituania para la bienal de Venecia en 2019, la obra de Jeremy Deller, las historietas de Antoine Marchalot, las cerámicas de Peter Fischli / David Weiss...
Las cosas que plasmo a través de la ilustración, el cómic, la cerámica o cualquier otro soporte son imágenes o relatos de situaciones y cosas que observo en mi día a día. Me gusta rescatar momentos absurdos que considero que tienen un tono humorístico que roza la decadencia o la tristeza en muchas ocasiones. A veces las ideas vienen de las fotos que he sacado, o de situaciones que me sugieren algo especial y que anoto en momentos random en el móvil. Otras veces provienen de mis preocupaciones personales, o simplemente son algo puramente estético.
Las cosas que plasmo a través de la ilustración, el cómic, la cerámica o cualquier otro soporte son imágenes o relatos de situaciones y cosas que observo en mi día a día. Me gusta rescatar momentos absurdos que considero que tienen un tono humorístico que roza la decadencia o la tristeza en muchas ocasiones. A veces las ideas vienen de las fotos que he sacado, o de situaciones que me sugieren algo especial y que anoto en momentos random en el móvil. Otras veces provienen de mis preocupaciones personales, o simplemente son algo puramente estético.
¿Cómo es tu proceso creativo? ¿Primero haces bocetos y después lo llevas a la cerámica? ¿O que surja lo que surja?
Antes de producir una pieza de cerámica o cualquier otro tipo de soporte me gusta tener la idea un poco definida, aunque sea un dibujito que he hecho en los márgenes de una libreta o algo que he escrito en una línea sin desarrollar muy bien. Si no tengo mínimamente claro lo que quiero hacer desde el principio se me hace muy difícil empezar. Sin embargo, es diferente cuando quiero explorar nuevas ideas, en este proceso me dejo llevar mucho más y sigo mi intuición. Cuando estoy en este punto tengo la costumbre de acudir a publicaciones o trabajos de gente que me gusta para intentar comprender y asimilar nuevas maneras de hacer, o simplemente para motivarme y querer estar a la altura de la gente que más admiro.
¿Qué haces en esos momentos en los que la inspiración parece no estar ahí?
La inspiración no desaparece si tengo el hábito de ir al taller, aunque haya épocas que solo pueda ir 2 o 3 horas al día después de trabajar en un trabajo corriente. Una vez estoy metida en esta rutina es difícil dejar de pensar en lo que estoy haciendo u obviar las señales que pueden aparecer en cualquier momento del día. Haber escogido esta manera de vivir y renegar de otras cosas para permitirme tener un espacio de trabajo me hace ser más constante conmigo misma y no dejar de lado mi práctica. Las épocas que no me siento inspirada suelen venir porque tengo la cabeza en otras preocupaciones que me quitan la energía necesaria para estar motivada. Y la verdad es que cuando tengo una época así no estoy bien, para mí producir y estar en el taller es algo terapéutico y si lo dejo de hacer todo se desmorona.
¿Cuánto tiempo le dedicas a cada obra? Supongo que no todas requieren ni el mismo tiempo ni el mismo esfuerzo.
El tiempo y el esfuerzo que le dedico a mi obra depende de la dificultad técnica que yo me quiera imponer y del tiempo libre que me queda después de trabajar. No tengo ningún inconveniente en tardar más o menos tiempo haciendo algo, disfruto mucho en el proceso de creación y mi objetivo principal es acabar sintiéndome orgullosa de lo que he hecho dentro de mis posibilidades.
A lo largo de tu feed de Instagram hay desde tatuajes hasta bordados ¿Te has encargado tú?
Sí, tengo unos gustos bastante eclécticos y esto también afecta a mi manera de trabajar. Cada soporte o técnica me aporta ideas diferentes, y me gusta mucho tener la libertad de poder escoger la técnica que más me apetezca en el momento. Con el tiempo he descubierto que es el método que mejor me funciona para no sentirme estancada y llegar a sitios desconocidos.
Además de compartir tu trabajo en las redes sociales, ¿vendes lo que subes a Instagram?
La mayoría de las cosas que comparto son susceptibles de ser vendidas. A veces produzco con el propósito de vender lo que hago, pero otras veces para evolucionar y llegar a sitios que no me había imaginado. Antes tenía una tienda online, aunque duró poco porque me funcionaba mejor lo de vender a través de mensajes privados de Instagram y por eso decidí cerrarla. Por otro lado, suelo ceder mis cosas a tiendas para que me las muevan desde ahí, es una buena manera de llegar a otro tipo de público que no es el mío.
¿Qué significa ser artista hoy en día?
Es una liada, tampoco te voy a contar nada nuevo... A pesar de todos los inconvenientes y dificultades que se puedan presentar creo que es muy importante tener determinación, creer en una misma y no dejar de producir. Al menos sacarle un beneficio personal a todo lo que conlleva esto, y luego ya llegará todo lo demás. Mi interés desde que empecé a hacer cosas siempre ha surgido de mi necesidad por canalizar mi energía en algo que me genera bienestar, y he hecho todo lo que he podido y seguiré haciéndolo para continuar así.
Tienes varias colaboraciones, ¿hay alguna que a día de hoy sigas recordando como si fuese ayer?
Las colaboraciones que he podido hacer hasta ahora me han ayudado mucho a madurar y sobre todo a evolucionar en mi trabajo, por eso todas me parecen significativas y las recuerdo con cariño. Por ejemplo, fue muy divertido decorar el escaparate de navidad para la tienda que tenían los majos de Makeo en Barcelona. Me hizo mucha ilusión poder hacer una ruta ilustrada de las exposiciones que formaban parte de Artnou en 2020. Estoy muy contenta de haber participado en el primer número de Forn de Calç y hacer uno de mis comics más largos hasta ahora. También fue muy guay hacer la portada del single De paseo de Yung Prado...
Has participado en publicaciones relacionadas con el cómic, has hecho un escaparate, has sacado ropa con tus diseños… ¿Qué planes tienes para un futuro no muy lejano?
Algunas de las cosas que he producido estos últimos años han sido a raíz de propuestas de otra gente que he podido desarrollar a mi manera. Aparte de las metas que yo puedo marcarme, me gusta que el destino a veces determine mi proceso de trabajo, por eso siempre estoy abierta a recibir nuevas propuestas de personas que me respetan y confían en mí.
Por otro lado, llevamos más de medio año compartiendo estudio unas cuantas ilustradoras en Donostia, y sacando adelante un proyecto colaborativo muy bonito al que llamamos Gilda, nuestro objetivo para el 2023 es empezar a activar el espacio organizando exposiciones, talleres, charlas y lo que vaya surgiendo. ¡Estáis invitadxs!
Por otro lado, llevamos más de medio año compartiendo estudio unas cuantas ilustradoras en Donostia, y sacando adelante un proyecto colaborativo muy bonito al que llamamos Gilda, nuestro objetivo para el 2023 es empezar a activar el espacio organizando exposiciones, talleres, charlas y lo que vaya surgiendo. ¡Estáis invitadxs!