Hemos visitado la primera flash store de Laagam en Rambla Catalunya 127, Barcelona, y da gusto ver la desdigitalización de esta destacada marca de moda barcelonesa. Abrieron el 15 de noviembre, pero aún estáis a tiempo de hacer las compras navideñas, pues estarán hasta finales de enero de 2024.
Operan desde 2017, y entre sus características principales siempre han destacado la exclusividad y unicidad de las prendas por su confección artesanal y en pequeñas cantidades. Sus clientes más fieles esperaban con ansia este salto de la pantalla a la realidad, pues esta singularidad ahora se traduce también como parte de la experiencia física, donde hay un personal que te aconseja y te acompaña durante la compra.
La línea lo está petando por su carácter alejado de lo convencional, y así lo han demostrado con la tienda física. Laagam siempre se ha relacionado con la idea de creatividad, y esta ocasión no ha sido la excepción. Entrar allí es como adentrarse en la reserva de una galería de arte, sin orden aparente y todo a medio terminar. Hay andamios, palets y estructuras metálicas mezcladas con esculturas y cuadros aun sin desenvolver. Las piezas de ropa son tratadas como obras de arte, algunas preparadas para ser expuestas, y otras en vitrinas o colgadas como lienzos.
Agustina, una de las trabajadoras, nos cuenta que a los compradores les está encantando la propuesta y que está funcionando tal y como se esperaban. “La idea ayuda a jugar y destacar mejor los espacios”, dice. Y así es, pues el ambiente, junto con la buena relación con el cliente, crean la experiencia de compra personalizada y cercana que tanto define a la marca. En colaboración con Bufet Socis Club y la dirección artística de Teresa Montanuy, el concepto no es ni más ni menos que un pre o un work in progress de lo que será la futura tienda (no temporal) que van a abrir este 2024. Así que de momento nos quedamos con esta primera impresión, que no decepciona.







