Última llamada para dejarse deleitar por La belleza de las líneas. Fotografías de la Colección Gilman y González-Falla, un perfecto repertorio fotográfico con obras maestras de la historia de la fotografía de los siglos XX y XXI. La muestra, que podrá visitarse hasta el próximo 29 de septiembre, pertenece a la extensa colección fotográfica de Sondra Gilman y Celso González-Falla, fondo que atesora hasta más de un millar de instantáneas originales de fotógrafos icónicos y referenciales como Robert Adams, Lee Friedlander, Berenice Abbott o Robert Mapplethorpe.
De La belleza de las líneas se dice que es una de las mejores exposiciones que se puede visitar en Barcelona en este momento. Y con razón. Las paredes de Foto Colectania las adornan algunas de las obras de los mejores artistas de la historia de la fotografía. Es ahí mismo donde se reúnen la sensualidad de Bill Brandt y Robert Mapplethorpe, la abstracción de Minor White o Aaron Siskind, y el documentalismo de André Kertész con su París de las vanguardias o el de Berenice Abbott y Todd Webb con su queridísima ciudad de Nueva York. Es también con obras de fotógrafos como Karl Blossfeldt, Robert Adams, Lewis Hine, Bill Brandt, Henri Cartier-Bresson, Robert Frank o Hiroshi Sugimoto que Foto Colectania puede presumir de haber reunido una magnifica colección de obras de artistas internacionales de todos los géneros, procedencias, contextos culturales y épocas históricas para poner en valor la importancia y la belleza de las líneas en la fotografía.
A través de ciento veinte instantáneas, todas pertenecientes a los coleccionistas y amantes del arte Sondra Gilman y Celso González-Falla –quienes llevan adquiriendo obras desde los años 70 y ya gozan de una de las colecciones particulares más destacadas del mundo–, se pretende poner de manifiesto el poder de la línea en toda composición fotográfica. Dotando a la imagen de sentido, la línea se convierte en una herramienta fundamental en el lenguaje fotográfico. Es por eso que La belleza de las líneas profundiza en el universo de este elemento de fuerza expresiva y de valor trascendental; ya sean rectas, curvas, paralelas u oblicuas, estas líneas son estructuras imprescindibles en cualquier escenario, motivo o personaje inmortalizado, tanto en su composición formal como conceptual. Las obras de la muestra se liberan de su contexto histórico y cultural, de su estilo y su género para que de ellas solo puedan relucir las diversas composiciones lineales, y de esta manera se invita al espectador a entenderlas como primordiales, a apreciar su finalidad estética y a experimentar su gran potencia visual.
La exposición se organiza en tres secciones según criterios formales: Líneas rectas, Líneas curvas y Abstracciones. En Líneas rectas imperan las líneas controladas y racionales, impolutamente verticales o estrictamente rectilíneas, propias de los llamados ‘New Topographics’ como Lewis Baltz o Robert Adams. Pero también tienen protagonismo las líneas rebeldes, fruto de la espontaneidad del fotoperiodismo como el de Henri Cartier-Besson, o las habituales líneas descentradas en fotógrafos humanistas como Lisette Model. Y sería injusto no mencionar los paisajes geométricos fieles al estilo documental de las primeras fotografías de los rascacielos de Nueva York de una brillante Berenice Abbott.
La esencia de los cuerpos –tanto femeninos como masculinos y fotografiados en su totalidad o detalle– se ve reflejada en Líneas curvas. Ahí la línea se muestra como un trazo divisorio y perfilador de un sinfín de siluetas y curvas que van formando torsos, rostros y cuerpos. Una aproximación desde las líneas a lo íntimo, lo sensual, de la mano de artistas como Robert Mapplethorpe o Laurent Elie Badessi. Líneas curvas muestra el lado más humano de las líneas, donde destacan las curvas ofrecidas por la naturaleza y donde la creatividad, inspirada por el cuerpo humano, ha desempeñado un papel mayor. Abstracciones muestra cómo las líneas juegan a crear distintas sombras, luces, matices y texturas capaces de conseguir engañar al espectador y a generar en el ojo humano la sensación de perspectivas irreales, alteradas o desfiguradas, y de donde destacan las composiciones abstractas de fotógrafos como Ray K. Metzker, Harry Callahan, Minor White o Aaron Siskind.
La exposición, producida por el Musée de l’Elysée de Lausana, está comisariada por su directora, Tatyana Franck, y por Pauline Martin, conservadora e historiadora del arte. La belleza de las líneas es, en realidad, una declaración de amor a la fotografía y es también un secreto desvelado: las composiciones fotográficas más brillantes de la historia lo son gracias a elementos que no viven sujetos a variables como el espacio o el tiempo; la esencialidad de las líneas trascenderá. Y de esta única y rica recopilación fotográfica aprendemos que detrás de una gran instantánea hay siempre una imprescindible y poderosa composición lineal. De ahí, la belleza de las líneas.
A través de ciento veinte instantáneas, todas pertenecientes a los coleccionistas y amantes del arte Sondra Gilman y Celso González-Falla –quienes llevan adquiriendo obras desde los años 70 y ya gozan de una de las colecciones particulares más destacadas del mundo–, se pretende poner de manifiesto el poder de la línea en toda composición fotográfica. Dotando a la imagen de sentido, la línea se convierte en una herramienta fundamental en el lenguaje fotográfico. Es por eso que La belleza de las líneas profundiza en el universo de este elemento de fuerza expresiva y de valor trascendental; ya sean rectas, curvas, paralelas u oblicuas, estas líneas son estructuras imprescindibles en cualquier escenario, motivo o personaje inmortalizado, tanto en su composición formal como conceptual. Las obras de la muestra se liberan de su contexto histórico y cultural, de su estilo y su género para que de ellas solo puedan relucir las diversas composiciones lineales, y de esta manera se invita al espectador a entenderlas como primordiales, a apreciar su finalidad estética y a experimentar su gran potencia visual.
La exposición se organiza en tres secciones según criterios formales: Líneas rectas, Líneas curvas y Abstracciones. En Líneas rectas imperan las líneas controladas y racionales, impolutamente verticales o estrictamente rectilíneas, propias de los llamados ‘New Topographics’ como Lewis Baltz o Robert Adams. Pero también tienen protagonismo las líneas rebeldes, fruto de la espontaneidad del fotoperiodismo como el de Henri Cartier-Besson, o las habituales líneas descentradas en fotógrafos humanistas como Lisette Model. Y sería injusto no mencionar los paisajes geométricos fieles al estilo documental de las primeras fotografías de los rascacielos de Nueva York de una brillante Berenice Abbott.
La esencia de los cuerpos –tanto femeninos como masculinos y fotografiados en su totalidad o detalle– se ve reflejada en Líneas curvas. Ahí la línea se muestra como un trazo divisorio y perfilador de un sinfín de siluetas y curvas que van formando torsos, rostros y cuerpos. Una aproximación desde las líneas a lo íntimo, lo sensual, de la mano de artistas como Robert Mapplethorpe o Laurent Elie Badessi. Líneas curvas muestra el lado más humano de las líneas, donde destacan las curvas ofrecidas por la naturaleza y donde la creatividad, inspirada por el cuerpo humano, ha desempeñado un papel mayor. Abstracciones muestra cómo las líneas juegan a crear distintas sombras, luces, matices y texturas capaces de conseguir engañar al espectador y a generar en el ojo humano la sensación de perspectivas irreales, alteradas o desfiguradas, y de donde destacan las composiciones abstractas de fotógrafos como Ray K. Metzker, Harry Callahan, Minor White o Aaron Siskind.
La exposición, producida por el Musée de l’Elysée de Lausana, está comisariada por su directora, Tatyana Franck, y por Pauline Martin, conservadora e historiadora del arte. La belleza de las líneas es, en realidad, una declaración de amor a la fotografía y es también un secreto desvelado: las composiciones fotográficas más brillantes de la historia lo son gracias a elementos que no viven sujetos a variables como el espacio o el tiempo; la esencialidad de las líneas trascenderá. Y de esta única y rica recopilación fotográfica aprendemos que detrás de una gran instantánea hay siempre una imprescindible y poderosa composición lineal. De ahí, la belleza de las líneas.
La exposición La belleza de las líneas se puede visitar hasta el 29 de septiembre en la Fundació Foto Colectania, Passeig de Picasso 14, Barcelona.