Cada 23 de abril, Catalunya se convierte en un libro abierto. Las calles se llenan de rosas, lectores y gente que celebran el día de Sant Jordi. En medio de este ritual colectivo, una pop-up floral organizada por Omotesandō Plants se transforma, por unas horas, en un pequeño escenario efímero donde la cantante y compositora Júlia Català presentará, a las 18:45h, las canciones de su próximo EP Anatomia de la tristesa 5/u
La propuesta parece contradictoria: cantar sobre ansiedad, miedos y recuerdos melancólicos en uno de los días más alegres del año. Pero Júlia no lo ve así. Para ella, el amor y la tristeza no sólo conviven, sino que a menudo se originan en el mismo lugar. Y es precisamente ahí, en ese territorio emocional sin resolver, donde se instala su música. Formada en el Taller de Músics y el ESEM de Barcelona, Júlia ha ido desarrollando un lenguaje propio que se aleja del exhibicionismo vocal y abraza lo vulnerable con precisión. Tras lanzar sus primeros trabajos en inglés, se lanza ahora a publicar en catalán como parte natural de una evolución que también es personal. Anatomia de la tristesa 5/u es un relato emocional conectado por un mismo hilo: la necesidad de decir, de entender y de soltar.
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Hola Júlia, es un placer poder charlar contigo. Para quien no te conozca, ¿cómo te presentarías?
Me llamo Júlia y soy cantante y compositora. Desde siempre me ha gustado mucho cantar y componer canciones y este año publico mi primer EP en catalán titulado Anatomia de la tristesa 5/u. Es un disco muy especial en el que me presento como artista y hablo de miedos, inseguridades, recuerdos y momentos vividos.
¿Hubo algún momento concreto en el que dijiste: “vale, voy a hacer esto en serio”?
Me decidí en un momento en el que vi que tenía muchas canciones compuestas y me hacía ilusión publicarlas y mostrarlas a la gente. También, durante algunos veranos, cantaba en la calle y me encantaba ver cómo la gente se acercaba a escucharme y me animaba a dedicarme a esto.
El 23 de abril es un día muy especial y vas a cantar en Omotesandō Plants. ¿Cómo surgió esta colaboración?
Omotesandō Plants es la empresa de mi hermano, y la colaboración surgió el primer año que hicimos la pop-up en Barcelona. Él me animó a cantar, y este será el cuarto año que colaboramos. Es muy especial para mí, porque es un día muy bonito y significa mucho poder cantar en Barcelona en una fecha como esta.
Sant Jordi es el día del amor, y tú vas a cantar sobre emociones que, a primera vista, parecen lo contrario. ¿Cómo conviven, en tu universo, el amor y la tristeza?
Creo que el amor y la tristeza pueden convivir, e incluso que la tristeza y la melancolía muchas veces nacen del amor: de aquello que echamos de menos, de lo que hemos vivido. Hay momentos en los que nos sentimos tristes y otros en los que estamos contentos y celebramos el amor, y yo muchas veces mezclo estas emociones en mis canciones.
Tu EP se titula Anatomia de la tristesa 5/u. En un mundo que exige estar bien y ser productiva, ¿qué lugar ocupa la tristeza en tu día a día? ¿Cómo aprendes a convivir con ella sin que te paralice?
Siempre hay días en los que me siento más triste, y muchas veces intento simplemente aceptar esa tristeza y dejar que pase. Escribir canciones me ayuda mucho a canalizar lo que siento y a entender mis emociones. Por eso suelo escribir cuando estoy triste o melancólica. Una vez lo suelto todo, me cuesta menos seguir adelante y continuar con el día a día. En cambio, cuando estoy muy feliz, la verdad es que no escribo tanto.
En julio se publica el EP completo, pero ya conocemos Deixa’m y Jo como primeros adelantos. Ambos siguen una línea narrativa clara. ¿Cómo abordas la creación de un proyecto así, que funciona como relato emocional?
A la hora de crear el proyecto, elijo cuáles de mis canciones encajan mejor como conjunto y analizo las letras para ordenarlas narrativamente. También las unifico produciéndolas con un mismo estilo, con una línea sonora coherente. Depende mucho del momento en el que me encuentro y de mis referentes, que condicionan también el sonido. Intento que la música, el concepto y el mensaje vayan siempre de la mano.
En tu Instagram has dicho que esto marca una nueva era para ti. ¿Qué ha cambiado durante este tiempo? ¿Hay cosas que hacías antes y que ya no te representan?
Cada proyecto o disco lo concibo como un nuevo concepto. Este, en particular, se diferencia mucho de lo que hacía antes, ya que ahora escribo en catalán y no en inglés como antes. Siento que he encontrado un sonido nuevo que me representa mucho, tanto a mí como a estas nuevas canciones.
Las oportunidades para artistas emergentes a veces están limitadas. Desde tu experiencia, ¿qué crees que se valora más hoy: el contenido real o la narrativa que lo envuelve?
Creo que hoy en día se valora mucho la narrativa, la historia que rodea al artista. Aun así, si no hay algo real detrás, también se nota. Las oportunidades para los artistas emergentes son limitadas, y hacerse un lugar en la música no es fácil. También influye mucho lo comerciales que puedan ser las canciones, lo virales que puedan volverse en plataformas como TikTok y lo fácil que resulte consumirlas de forma rápida.
¿Qué descubriste sobre ti misma al componer Anatomia de la tristesa 5/u que no habrías descubierto de otra forma?
Más que descubrirme, lo que realmente me ha aportado es una manera de canalizar mis emociones y comprenderlas mejor. Me ha ayudado a poner orden a todo lo que me pasa por la cabeza y a sacarlo fuera, a transformarlo en algo que puedo compartir.
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