Joan Morey (Mallorca, 1972) desarrolla su práctica artística a través de diferentes medios: performance, fotografía, piezas sonoras, video y obra gráfica. Su trabajo parte de un meticuloso proceso de documentación a través de la literatura, el pensamiento, la música y la moda que mediante de una cuidadísima puesta en escena, exploran la intersección entre teatro, cine, filosofía, sexualidad y subjetividad. Ahora ya lleva dos décadas trabajando, y en Barcelona se puede ver su cuerpo de trabajo hasta mediados de enero por partida doble: en el Centre d’Art Tecla Sala en L’Hospitalet, i en el Centro de Arte Contemporáneo Fabra i Coats.
Desde hace veinte años, Morey crea mise-en-scènes e intervenciones específicas guionizadas en las que los intérpretes y la audiencia se someten a una serie de rígidas instrucciones. En 2017 le fue otorgado el Premio Ciudad de Barcelona de Artes Visuales, que reconoce la excelencia en creatividad, investigación y producción artística. En estos momentos tiene lugar en el Centro de Arte Contemporáneo Fabra i Coats de Barcelona y en el Centre d’Art Tecla Sala de L’Hospitalet, el proyecto expandido Colapso, comisariado por Latitudes.
Colapso consta de tres partes: la primera, titulada Máquina Deseante, Máquina de Trabajo, se presenta en la antigua fábrica textil Fabra i Coats del barrio de Sant Andreu. Ocupando las dos plantas superiores, Colapso. Máquina deseante, Máquina de Trabajo revisa diez obras realizadas en los últimos quince años. En la segunda planta, la exposición se organiza entorno a un display característico de los museos etnográficos; mediante una serie de vitrinas se muestran objetos y documentación pertenecientes a estas diez piezas. Peanas y pantallas de vídeo completan la instalación.
La exhibición trabaja tres aspectos constantes en la producción de Morey. Por un lado, la performance, en la que habitualmente participan cuerpos y público; por otro, la apropiación, reformulando textos, formas y estilos procedentes tanto de fuentes literarias clásicas como de la subcultura, y finalmente, la crítica institucional, examinando las ideologías y el poder de nuestras instituciones socio-políticas y culturales. Una singularidad a destacar es que se han eliminado las persianas de los enormes ventanales con el fin de que la muestra se ilumine con la luz natural –claro contraste a la iluminación artificial a la que estamos acostumbrados en los museos–, por lo que la exhibición se siente diferente a través de las diferentes horas del día.
Colapso consta de tres partes: la primera, titulada Máquina Deseante, Máquina de Trabajo, se presenta en la antigua fábrica textil Fabra i Coats del barrio de Sant Andreu. Ocupando las dos plantas superiores, Colapso. Máquina deseante, Máquina de Trabajo revisa diez obras realizadas en los últimos quince años. En la segunda planta, la exposición se organiza entorno a un display característico de los museos etnográficos; mediante una serie de vitrinas se muestran objetos y documentación pertenecientes a estas diez piezas. Peanas y pantallas de vídeo completan la instalación.
La exhibición trabaja tres aspectos constantes en la producción de Morey. Por un lado, la performance, en la que habitualmente participan cuerpos y público; por otro, la apropiación, reformulando textos, formas y estilos procedentes tanto de fuentes literarias clásicas como de la subcultura, y finalmente, la crítica institucional, examinando las ideologías y el poder de nuestras instituciones socio-políticas y culturales. Una singularidad a destacar es que se han eliminado las persianas de los enormes ventanales con el fin de que la muestra se ilumine con la luz natural –claro contraste a la iluminación artificial a la que estamos acostumbrados en los museos–, por lo que la exhibición se siente diferente a través de las diferentes horas del día.
En la planta tercera, el programa se compone de una serie de piezas de sonido y fragmentos de performances en vivo que, en conjunción con los materiales expuestos, completan el ‘sendero’ hacia a la producción de Morey. Una sala a priori vacía acoge el programa de audio que se desarrolla sin interrupción y en el que se escuchan lecturas registradas durante performances en vivo, así como bandas sonoras utilizadas en exposiciones pasadas.
Las performances que se presentan en esta misma sala han sido extraídas de su contexto original y se han trasladado a este entorno; las recreaciones conservan sus intérpretes originales –‘x’ años después– en la medida de lo posible. Dichas reactivaciones incluyen fragmentos de performances en vivo, tableaux vivants, y discursos dramatizados basados en textos propios o de dramaturgos.
Las performances que se presentan en esta misma sala han sido extraídas de su contexto original y se han trasladado a este entorno; las recreaciones conservan sus intérpretes originales –‘x’ años después– en la medida de lo posible. Dichas reactivaciones incluyen fragmentos de performances en vivo, tableaux vivants, y discursos dramatizados basados en textos propios o de dramaturgos.
La segunda parte de Colapso tiene lugar en el Centro de Arte Tecla Sala de L’Hospitalet. Se trata de una muestra ampliada de la videoperformance Cuerpo social. Lección de anatomía, que se ha sido producida gracias al Premio de Videocreación de la Xarxa de Centres d’Arts Visuals de Catalunya, Arts Santa Mònica, Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya y LOOP Barcelona.
La exposición examina la construcción social del cuerpo en la cultura contemporánea occidental a través de los efectos del poder. Esta propuesta audiovisual, centrada nuevamente en la performance, parte de la estética de una clase de anatomía del Barroco. Llevada a cabo precisamente en el barroco anfiteatro anatómico de la Real Academia de Medicina de Catalunya, el mallorquín enfrenta el cuerpo del performer a ese solemne escenario que funciona como un panóptico.
Asimismo, la exposición hace referencia a la representación de la anatomía en la pintura del Renacimiento y el Barroco como metáfora del ‘mirar’, por ello, en la performance introduce la cámara como segunda protagonista, trasladando ese efecto de observar a la vigilancia digital contemporánea. En la exhibición, además, se presentan elementos de vestuario y atrezzo, material promocional y documentos utilizados en la fase de investigación dispuestos en diversas vitrinas distribuidas por el espacio en un recorrido que termina en cul-de-sac, con el objetivo de establecer vínculos conceptuales entre el cuerpo –como elemento de la maquinaria social– y la cámara –como dispositivo que revela las vulnerabilidades del alma humana.
Asimismo, la exposición hace referencia a la representación de la anatomía en la pintura del Renacimiento y el Barroco como metáfora del ‘mirar’, por ello, en la performance introduce la cámara como segunda protagonista, trasladando ese efecto de observar a la vigilancia digital contemporánea. En la exhibición, además, se presentan elementos de vestuario y atrezzo, material promocional y documentos utilizados en la fase de investigación dispuestos en diversas vitrinas distribuidas por el espacio en un recorrido que termina en cul-de-sac, con el objetivo de establecer vínculos conceptuales entre el cuerpo –como elemento de la maquinaria social– y la cámara –como dispositivo que revela las vulnerabilidades del alma humana.
La tercera parte, llamada Máquina esquizofrénica, consiste en una performance en vivo inédita que tendrá lugar el 10 de enero de 2019 en Barcelona, en una localización que se mantiene en secreto. La performance será a puerta cerrada, de acceso restringido, para un aforo limitado y público adulto. Para asistir a la performance Colapso. Máquina esquizofrénica, se debe rellenar un formulario de inscripción que estará disponible en la web de ambos centros. Una vez aceptadas por escrito las condiciones para la asistencia, se recibirá una confirmación en la que se facilitarán todos los detalles y normas de protocolo, entre ellos, código de vestimenta.
Para finalizar, y como bien dicen los textos facilitados durante la visita a las dos primeras partes de Colapso, la obra de Morey expone de forma crítica el modo en que nos relacionamos con los demás, ya sea como oprimidos o como opresores. La autoridad y el ejercicio del poder se muestran como reflejo de la historia universal, repleta de episodios –venidos y por venir, viendo el panorama actual– de dominio, explotación y desigualdades. No obstante, su obra sugiere mediante binomios que se ‘colapsan’ entre ellos como severidad versus sensualidad, realidad-imaginación y deseo-degradación, la posibilidad, en ciertas circunstancias, de extraer luz de tanta oscuridad.
Para finalizar, y como bien dicen los textos facilitados durante la visita a las dos primeras partes de Colapso, la obra de Morey expone de forma crítica el modo en que nos relacionamos con los demás, ya sea como oprimidos o como opresores. La autoridad y el ejercicio del poder se muestran como reflejo de la historia universal, repleta de episodios –venidos y por venir, viendo el panorama actual– de dominio, explotación y desigualdades. No obstante, su obra sugiere mediante binomios que se ‘colapsan’ entre ellos como severidad versus sensualidad, realidad-imaginación y deseo-degradación, la posibilidad, en ciertas circunstancias, de extraer luz de tanta oscuridad.
La exposición Colapso, de Joan Morey, se puede ver en dos localizaciones hasta el 13 de enero de 2019: el Centro de Arte Contemporáneo Fabra i Coats (carrer Sant Adrià 20, Barcelona) y el Centro de Arte Tecla Sala (avinguda de Josep Terradelles i Joan, 44, L’Hospitalet de Llobregat).