“La música puede tener muchísimo poder sobre el territorio emocional”. La DJ y productora Jasss, años después de haber convertido la que fue su pasión en profesión, sigue convencida de ello. Desde Berlín, la capital europea del techno la cultura de club, continúa creando sonidos con los que, como ella misma confiesa, se puede decir que está empezando una nueva etapa musical. Muestra de ello es el nuevo EP que acaba de publicar, titulado Whities 027, que incluye temas como Turbo olé y We Solve This Talking.
Y lo hace fiel a su forma de componer, en la que los temas son, simplemente, “las consecuencias de determinadas decisiones tomadas consciente e inconscientemente”; entendiendo que lo más valioso de esta profesión es siempre el trato humano –“la energía del público, que siempre es mucha y muy dulce”; pero también consciente de que forma parte de una industria en la que, a pesar de la evolución de los últimos años, aún queda mucho por hacer. “Cabe recordar que en algunos casos (algunos festivales, por ejemplo) prácticamente se forzó a incluir un porcentaje de mujeres, con las que, de manera voluntaria, no se habría contado”.
Tu música te ha llevado a recorrer multitud clubs y festivales del mundo, desde CTM en Berlín hasta Sónar Barcelona; pero empecemos por el principio. ¿Qué papel ha jugado la música en tu vida antes de convertirla en tu profesión?
La música puede tener muchísimo poder sobre el territorio emocional. Cuando se trata de disfrutarla, ya de cría no tenía mucho filtro, la bachata que ponía mi vecina, mi padre con Thelonious Monk, Makina Total… todo vale, y así hasta hoy. Sigue siendo un fenómeno misterioso y ayudándome muchísimo, acompañándome en mi vida.
¿Alguno de tus primeros recuerdos vinculado a la música?
Recuerdo muchos momentos de veranos de autos de choque, Camela sonando por todas partes, Ascension, de Mike Oldfield, que me provocaba un síndrome de Stendhal muy fuerte, rezar para que no me pidiesen el carnet de identidad y poder entrar a La Real, Adriano Canzian tocando en Stardust…
La música ahora, además de tu pasión, es también tu profesión. ¿Cómo ha sido el proceso? ¿Lo mejor y lo peor de este cambio de paradigma?
Te expone más, y de manera distinta, te plantea nuevas preguntas. Lo mejor, conocer y compartir con gente brillante las oportunidades de hacer algo que previamente era imposible, la superación. El aprendizaje, no solo a nivel técnico, también sociológico y espiritual. Lo peor, el agotamiento.
Sin duda, uno de los puntos de inflexión en tu carrera fue la publicación de Weightless. Con tu primer álbum en solitario, apostaste por un sonido misterioso con multitud de texturas, ¿cuál fue la motivación detrás de este proyecto? ¿Te esperabas la acogida que tuvo?
Weightless fue un exorcismo, no hubo una motivación concreta, al menos consciente. Al ser el primer álbum, no sabía qué esperarme, fue muy conmovedor ver que el mensaje fue transmitido, la respuesta fue muy buena y no me lo esperaba.
Y, de ese primer trabajo en solitario, ¿qué elementos has conservado en tus propuestas actuales, como el EP Whities 027?
No tengo mucha fijación con la búsqueda de lo verdaderamente propio. Es algo que no puedo percibir durante el proceso creativo, además es un concepto comparativo. Supongo que ‘mi sonido’ son simplemente las consecuencias de determinadas decisiones tomadas consciente e inconscientemente, y está más en el ojo del que mira.
¿Crees que hay que estar en evolución constante para encontrar un sonido propio?
Creo que se conservan las maneras de hacer, a veces por no saber escapar de hábitos o también por dejarme llevar, y acabo en el ‘ya lo he vuelto a hacer’.
Una de tus propuestas más recientes es la que acabas de lanzar junto a Alva Noto, ¿cómo ha sido el proceso de trabajar juntos y darle forma al tema?
Remezclar Uni Blue fue un trabajo muy intuitivo y gratificante, ya que me encanta la original.
A esta colaboración la siguen otras nuevas propuestas. Parece que van a venir novedades, pero, ¿se podría decir que Jasss está empezando una nueva etapa musical?
De algún modo sí.
¿Cómo describirías tu música a alguien que aún no la ha escuchado?
Esta pregunta es un poco imposible de responder… como dijo un amigo, es un drama, pero todo bien.
Dejaste el norte de España por Berlín, la ciudad del techno y la electrónica por excelencia –al menos en Europa. ¿De qué forma ha influenciado tu producción musical? ¿Te has planteado cómo sería tu carrera ahora mismo si no te hubieses ido?
Si no me hubiese ido, es muy probable que, a nivel personal, no hubiese descubierto ciertas cosas, algunas de ellas reveladoras, propias del acto de irse. De igual manera, estoy segura de que me he perdido muchas experiencias propias del quedarse. Es muy difícil especular. Berlín me expuso a un bombardeo de contenido, a más referencias. Evidentemente, todo esto se puede descubrir desde cualquier lugar del mundo, estar aquí solo acelera el proceso.
Ahora, gracias a internet, puedes producir desde tu habitación sin necesidad de contar con muchos recursos. En tu caso, ¿cómo produces los temas a día de hoy? ¿Y cómo empezaste?
Empecé en el salón de mi casa en Berlín con un ordenador medio roto y todos los cracks que me pude descargar. Ahora, aunque el número de herramientas ha crecido, sigo teniendo el estudio en mi casa.
Empezaste como DJ en un momento en que había incluso menos nombres femeninos en los carteles de los festivales que ahora. ¿A qué mujeres que viviesen de esta profesión tenías como referentes entonces?
Lo cierto es que, cuando empecé, no prestaba mucha atención al mundo del DJ en el sentido de que mi fascinación eran los discos y no tanto quién los ponía. No conocí el trabajo de la mayoría de las que hoy considero referentes hasta más tarde. Posiblemente, las primeras que escuché fueron Andrea Parker, Ellen Allien, Miss Kittin...
Desde tu experiencia como productora y DJ, ¿cómo ves, a día de hoy, el rol de la mujer en la escena electrónica?
Esta escena se compone de personas que o bien trabajan en este campo o disfrutan de ella de algún modo. Se podría decir que dentro de estas dos categorías existen roles (en el caso profesional, tantos como puestos de trabajo). En ambos casos, el rol de la mujer, y el de todo el mundo, no es otro que el de crear, compartir, disfrutar, hacer bien su trabajo, etc. Choose your own adventure.
Entonces, ¿crees que la industria musical es inclusiva?
Es a razón de que la industria no es verdaderamente inclusiva que esta pregunta aún se sigue planteando, o que aún se sigue pensando en este concepto de división. Las cosas están cambiando, y lo celebro, pero tampoco nos vamos a engañar. La industria de la música no es distinta a muchas otras en cuanto al hecho de que al ser humano aún parece costarle evaluar a sus semejantes, dejando a un lado el parámetro de género.
A pesar de que claramente la visibilidad de la mujer haya aumentado, cabe recordar que en algunos casos (algunos festivales, por ejemplo) prácticamente se forzó a incluir un porcentaje de mujeres, con las que, de manera voluntaria, no se habría contado (de ejemplo están las ediciones anteriores). En muchas ocasiones, esta conversación se plantea con tono arcaico, como agregando a la mujer a algo que ya existía, y de lo que no participaba anteriormente, casi concediéndole un puesto que previamente ocupó un hombre, perdiendo él así lo que era (y en su opinión aún es) suyo.
¿Se nos dan más oportunidades de trabajo? Sí, pero muchas veces no por las razones adecuadas, lo que conlleva que los comentarios y actitudes machistas sigan estando presentes muy a menudo, y que estos sigan siendo normalizados o desapercibidos.
A pesar de que claramente la visibilidad de la mujer haya aumentado, cabe recordar que en algunos casos (algunos festivales, por ejemplo) prácticamente se forzó a incluir un porcentaje de mujeres, con las que, de manera voluntaria, no se habría contado (de ejemplo están las ediciones anteriores). En muchas ocasiones, esta conversación se plantea con tono arcaico, como agregando a la mujer a algo que ya existía, y de lo que no participaba anteriormente, casi concediéndole un puesto que previamente ocupó un hombre, perdiendo él así lo que era (y en su opinión aún es) suyo.
¿Se nos dan más oportunidades de trabajo? Sí, pero muchas veces no por las razones adecuadas, lo que conlleva que los comentarios y actitudes machistas sigan estando presentes muy a menudo, y que estos sigan siendo normalizados o desapercibidos.
¿Cómo puede remediarse esta situación?
Existen, afortunadamente, muchas plataformas independientes (mayoritariamente bastante pequeñas, si estamos hablando de escalas de industria), clubs y colectivos que, definitivamente, llevan a la práctica la diversidad real, y es en ellos donde está el caldo de cultivo para llegar a un verdadero avance, a una situación igualitaria.
Está claro que, desde tus inicios hasta ahora, has evolucionado a nivel musical. Personalmente, ¿cómo valoras tu trayectoria? ¿Qué es lo más valioso que has aprendido desde que comenzaste como DJ?
Lo más valioso de la experiencia es el trato humano, siempre. Valoro los momentos de auténtico surrealismo que he vivido (y que vivo) junto a gente maravillosa, y la energía del público, que siempre es mucha y muy dulce.
Después de haber recorrido multitud de festivales y haber encontrado un sonido propio, ¿cómo te planteas el futuro? ¿Algún proyecto que puedas compartir o algo que te quede por hacer?
¡Queda todo! De momento, acabar dos discos. En cuanto al futuro, como bien reflejan los tiempos, es incierto…
Para acabar, y ahora que estamos en cuarentena, ¿alguna recomendación musical? ¿Qué artistas o canciones estás escuchando en bucle ahora mismo?
Mike Oldfield, Colin Self, Bbymutha, SRSQ, Eartheater, John Talabot (Les Últimes Estacions Intermitges, el loop de fantasía) Qhaydash, Distance, The Golden Palominos, Tapan, Cocteau Twins…