España es cuna de creatividad, infinitos individuos buscan un espacio para dar a conocer su arte, sus propuestas y su historia a través de ellas. La marca Jane Bardot la encabezan dos de estos seres quienes ya han encontrado este espacio y están dedicados a ampliarlo, consolidarlo y profundizarlo exitosamente. Hablamos con María Blanco, su directora creativa.
Con un trasfondo en el que el arte, la moda y la tradición son bases fundamentales de creación, se funda Jane Bardot de la mano de María Blanco y Diego Rivera. Su propuesta es una en la que no hay límites, barreras o referente que no estén sujeto a exploración. La mezcla de ideas está siempre presente, no importa qué tan diferentes sean los mundos de las que estas proceden, Jane Bardot las hará funcionar. ¿La princesa Diana con un anillo de boda customizado a lo Ruta del Bakalao? ¿Por qué no?
Además del espíritu libre y surrealista que rodea la marca, la conciencia ambiental es fundamental. La proximidad, el valor de lo artesanal, la producción sostenible y los materiales reciclados son parte de los procesos de creación y de la esencia de Jane Bardot. Este cuidado tanto a la estética como a la ética les ha dado no solo la creciente aprobación de la industria y el público, sino reconocimientos como el galardón Allianz Ego 22. En esta entrevista conocemos más motivos, aparte de los mencionados, para no perderles la pista.
Cuéntanos por favor, ¿quién es Jane Bardot? ¿A quién le habla tu firma?
Jane Bardot es una mujer de ficción, un personaje que no existe y que nace de la suma de dos mitades, dos artistas, actrices, modelos y cantantes. Y, en realidad, hay algo en lo que Jane Bardot se parece a ambas divas, porque más que una marca de joyas somos un proyecto artístico, conceptual y experimental, una forma a través de la cual puedo expresarme.
Me causa curiosidad el origen del nombre, Jane y Bardot podrían venir de dos nombres icónicos en la cultura y la moda… ¿Voy por buen camino o me equivoco?
Nos conoces bien. Como te decía, Jane Bardot es la suma de dos musas, dos mujeres que marcaron una época en la moda, cine y música. Son dos iconos de una época en la que no había influencers pero siguen siendo dos grandes referentes: Jane Birkin y Brigitte Bardot. Así que el nombre es un remix, algo que conceptual y culturalmente nos representa. Además, me apasiona la nouvelle vague.
Vienes de una familia donde el diseño y la moda siempre estuvieron presentes, estudiaste bellas artes, ¿qué te hizo decantarte por la joyería como medio para expresar todos estos inputs creativos que has ido acumulando con el tiempo?
Cuando estudié Bellas Artes, mi profesor de escultura siempre me dijo que tenía aptitudes para la joyería. Con los años me pareció interesante formarme estudiando joyería para conocer ese mundo desde dentro y aprender. Es algo que siempre me ha atraído, para nosotros las joyas son pequeñas esculturas para ‘llevar puestas’, a las que podemos llamar Portable Art. Es nuestro proyecto artístico.
La firma surgió durante la pandemia, un periodo de incertidumbre en el que si bien la creatividad y sensibilidad estaban a flor de piel, muy pocos se atreverían a arriesgarse en una aventura comercial. ¿Fue un proyecto planeado que coincidió con esta época extraña, un impulso por hacer y crear en medio del caos o por qué Jane Bardot nace justo en el complicado 2020?
En 2020 teníamos otros planes (como le ocurrió al resto del mundo), quizás ese momento de parón caótico (al principio) puso las cosas en su sitio y fue el mejor instante para sentar las bases de este proyecto que hacía años quería poner en marcha. Mi socio Diego Rivera es el mejor partner del mundo, me apoyó en mi locura y gracias también a su creatividad y ayuda, fuimos dándole forma. Fue complicado, las reuniones con restricciones con los proveedores, la falta de materiales, etc. Ahora lo veo con distancia y pienso en lo valientes que fuimos y somos.
Eres cofundadora junto a Diego Rivera, tu esposo. ¿Funcionan mejor los proyectos con el amor de por medio?
Para nosotros es muy fácil, nos conocemos y nos entendemos muy bien profesionalmente también. Tenemos roles muy definidos y el apoyo es una maravilla a la hora de poner en marcha cualquier proyecto. Me apasiona mi trabajo y me cuesta mucho separarlo de mi vida personal, siempre estamos pensando en nuevas piezas y productos, somos creativos veincuatro siete (risas).
Hablemos de la propuesta de Jane Bardot. La descontextualización y las uniones inesperadas de conceptos y estéticas son una seña de identidad de la marca. Es un proceso bastante surrealista, ¿la inclinación por este tipo de estilo de donde surge? ¿Tiene que ver con tu formación en artes?
Es algo que siempre ha estado en mi; mi vinculación con el arte me abrió la mente, me enseñó a conceptualizar y a cambiar el punto de vista establecido. En una época en la que todos sentimos que no hay nada por inventar, intento ser cada día un poco más libre, conectar objetos, ideas, piezas, mundos antagónicos para darles un nuevo significado. Esa es la esencia del surrealismo, encontrar algo inesperado.
Ideas como la mezcla de las joyas de la princesa Diana con la estética de la Ruta del Bakalao me crea bastante interés en cómo surgen los conceptos. ¿Cuál es el proceso para llegar a asociar ideas provenientes de mundos tan distintos y hacerlas coincidir en piezas que finalmente funcionan?
En concreto para esta colección, nos basamos en el mundo piercing noventero y muy utilizado en las prendas de Reparto, nos pareció muy interesante mezclar dos mundos tan diferentes: por un lado el anillo de compromiso de Lady Di, que es un icono y siempre me han fascinado, combinando esas joyas con las de rave, Chimo Bayo, y la estética ‘bala’ que nos alucinaba ver en nuestra infancia.
De las colecciones y las piezas que has diseñado hasta ahora, ¿cuál es la que sientes mejor refleja la esencia de Jane Bardot, la que sería tu carta de presentación para dar a conocer el universo de la firma y por qué?
Me cuesta mucho quedarme solo con una pieza, pero quizás por la evolución siempre lo último que hacemos puede que sea lo que más nos emociona. En todas las colecciones está presente esa mezcla de cosas diferentes y todas han sido importantes para llegar al momento actual.
La colección Anestesia, la colaboración que hemos hecho con Reparto, refleja muy bien ese remix, esa mezcla de joyas clásicas (que tanto nos apasionan) con piezas únicas de los 90. Mezclas que parecen imposibles pero que el resultado es estéticamente atractivo, muy metalero y ver que la gente conecta con ellas es un auténtico placer.
El valor de lo hecho a mano y la artesanía es una de las bases del proyecto, ¿hay lugar para este tipo de prácticas más slow en la industria actual caracterizada por su inmediatez? ¿Se les da la importancia y el lugar que merecen?
Para nosotros es fundamental ir contracorriente en un mundo tan fast. Creemos que el único camino es ser una marca consciente. A nivel personal llevamos años colaborando con plataformas activistas de recogida de plásticos en mares y ríos y reforestación de bosques. Tenemos valores sólidos e importantes que van más allá de una etiqueta de moda ‘sostenible’; intentamos hacer que el planeta se resienta lo menos posible con nuestro impacto, la atemporalidad, la calidad, la reutilización de piezas o materiales. También contamos con proveedores de proximidad, generando economía circular, con la mirada puesta en lo local.
Nuestras producciones son limitadas, a veces piezas únicas o bajo demanda, por eso no tenemos grandes stocks para dar salida en rebajas o en fechas demasiado comerciales. Nos gusta pensar que en un mundo extremadamente consumista, las personas que nos eligen son un poco como nosotros, que se emocionan y valoran la creatividad, lo diferente y son personas que consumen con cabeza y corazón.
En Instagram nos has dejado ver en varios posts un blazer oversized con anillos en forma de apliques en el que sería la primera pieza textil de la marca. ¿Es este un campo que planeas explorar más en el futuro?
Para nosotros, Jane Bardot significa libertad. Libertad para crear sin acotaciones; es un proyecto experimental que puede llevarnos por diferentes disciplinas. El mundo de la moda ha estado presente desde que era pequeña, mi madre es una gran modista y he aprendido muchísimo de ella.
La Ruta del Bakalao, las patatas bravas, recientemente Doña Manolita… ¿Es la cultura y lo typical Spanish una fuente inagotable de inspiración?
Nos encanta lo typical Spanish. Para nosotros es muy importante que cada pieza que hacemos tenga un storytelling potente detrás, un discurso que siempre intentamos que sea divertido, canalla, que refleje muy bien cómo somos y que conecte con la gente, que no deje indiferente.
¿Qué proyectos podemos esperar de Jane Bardot, en que están trabajando María y Diego?
¡Estas Navidades nos toca trabajar duro! Tenemos varios proyectos importantes a principios de 2023 y muchas ideas y prototipos de piezas para seguir sorprendiendo.