Después de Side Effects, David Salvador y Javier Zunzunegui regresan a la 080 Barcelona Fashion con una propuesta que sigue indagando en las tensiones internas que nos afectan a todos. Esta vez, la obsesión por el trabajo se convierte en el hilo conductor de su nueva colección, revelando sus efectos y lanzando una invitación a reflexionar acerca del desgaste silencioso que provoca. Con una mirada única y punzante, Habey Club se reafirma como una de las firmas más relevantes del panorama español actual.
¿Cuántas veces has dejado de lado una conversación con un amigo, ignorado un momento de descanso o descuidado tu bienestar, persiguiendo esa interminable idea de ser más productivo? Los diseñadores capturan con audacia una realidad que muchos vivimos: la obsesión por el trabajo y el ritmo frenético al que nos hemos adaptado casi sin darnos cuenta. Este desgaste se refleja de manera cruda, pero con un toque de humor en esta nueva colección, revelando en cada prenda las cicatrices invisibles que el estrés y la presión constante dejan en nuestras vidas.
Desde los primeros looks, el desgaste físico y emocional se hace evidente: un top arrugado, aberturas reveladoras, una capucha que aísla. Las prendas están pensadas para transmitir esa desconexión que sentimos en la vida moderna, mientras los detalles –como las arrugas en las faldas y los pliegues deformados por largas jornadas– cuentan una historia de agotamiento que conocemos bien.
El bolígrafo, discreto pero potente, actúa como un símbolo brillante y punzante, sujetando drapeados que parecen a punto de desmoronarse. Incluso las sandalias tejidas con tiras de papel, otro detalle casi lúdico, representan ese constante enredo con nuestras obligaciones, como si cada paso que damos estuviera calculado y marcado por lo que dejamos de hacer.
La banda sonora, con el constante ‘tic-tac’ del reloj y el eco de un teclado, nos devuelve a esa sensación de que el tiempo nos escapa entre las manos, mientras ignoramos la llamada de una amiga que nos dice “Where are you? I know you’re working, but…” La desconexión es total.
Las proporciones exageradas de las prendas también juegan un papel esencial. Pantalones de corte globo, con una voluminosa estructura en la parte inferior, parecen cargar el peso de las obligaciones. Las mangas, exageradamente largas, cubren las manos, simbolizando la sensación de estar atrapados en las exigencias diarias. Las cazadoras y vestidos con espaldas curvadas reflejan las malas posturas adquiridas tras largas horas frente a una pantalla. Es como si cada prenda sufriera el impacto físico y mental de la vida laboral.
Los colores añaden una capa emocional: fuertes y elocuentes en un momento, apagados y grises en otro, simbolizando los altibajos entre la ambición y el agotamiento. Obsessed es, sin duda, una bofetada suave pero contundente, reflejada a la perfección en cada prenda. Cada detalle de esta colección reafirma la habilidad de Habey Club para convertir nuestras tensiones internas en un diálogo visual que no podemos ignorar.
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