Cada vez que Alessandro Michele hace algo es inevitable hablar de lo que siempre acaba resultando una maravilla; y en esta ocasión, el mundo mágico al que nos sumerge se llama Gucci Garden. Aprovechando la semana del Pitti Uomo, la marca italiana reabre su museo de Florencia totalmente renovado. Las dos plantas y múltiples salas se han convertido ahora en un lugar donde comer, comprar y adentrarse en el particular universo de Gucci, donde pasado y presente se unen en un entramado de animales, plantas y flores tan vivaces como los estampados que caracterizan sus prendas.
Lo de ‘jardín’ se queda corto cuando vemos el Gucci Garden, que es más bien un mundo paralelo, incluso una máquina del tiempo: nada más ni nada menos que dos plantas que homenajean la trayectoria y el legado de la marca y que harán vivir una experiencia única a los visitantes. El término garden resulta familiar cuando se ven las prendas, bordados y prints que Michele ha convertido en protagonistas otra vez: desde la serpiente que se posa en abrigos y bolsos hasta las flores e insectos que hacen que las chaquetas y zapatos sean únicos; pero lo de Garden no va solo por eso. Tal como afirma el director creativo, “el jardín es real, pero pertenece, ante todo, a la mente y está habitado por plantas y animales; como la serpiente, que se cuela en todas partes y, en cierto sentido, simboliza un comienzo y un regreso perpetuos.”
Situado en el Palazzo della Mercanzia en Florencia, el espacio ha sido transformado por completo de la mano del equipo de Gucci, capitaneado por Maria Luisa Frisa, comisaria y directora de la licenciatura de Diseño de Moda y Artes Multimedia de la Universidad de Iuav en Venecia. Frisa, elegida por Michele personalmente, se ha encargado de las dos plantas que ocupa la Gucci Garden Galleria y de sus múltiples salas, en las que ha puesto en diálogo pasado y presente, piezas históricas –desde los origenes de la casa en 1921– y contemporáneas. “En Gucci, el pasado es una parte importante del presente, una afirmación que está perfecta sintonía con la visión que tiene Alessandro de la firma y su actitud hacia Florencia”, afirma.
Situado en el Palazzo della Mercanzia en Florencia, el espacio ha sido transformado por completo de la mano del equipo de Gucci, capitaneado por Maria Luisa Frisa, comisaria y directora de la licenciatura de Diseño de Moda y Artes Multimedia de la Universidad de Iuav en Venecia. Frisa, elegida por Michele personalmente, se ha encargado de las dos plantas que ocupa la Gucci Garden Galleria y de sus múltiples salas, en las que ha puesto en diálogo pasado y presente, piezas históricas –desde los origenes de la casa en 1921– y contemporáneas. “En Gucci, el pasado es una parte importante del presente, una afirmación que está perfecta sintonía con la visión que tiene Alessandro de la firma y su actitud hacia Florencia”, afirma.
Todo el espacio se ha convertido en una experiencia dinámica, interactiva, estimulante. Según dice Maria Luisa, “decidimos convertir el espacio en un laboratorio que alberga todos los elementos necesarios para experimentar de forma creativa. En las salas De Rerum Natura, por ejemplo, vemos la pasión de Gucci por la flora y la fauna expresada a través de prendas vintage y actuales, estatuillas de animales de plata hechas por la firma en los años 50 y obras de arte originales de Vittorio Accornero, que fue el encargado de crear el estampado Flora de Gucci en 1966». Además, explica que a parte del trabajo de Alessandro Michele, se expone y se refleja la llama, aún viva, del origen de la marca.
De esta manera, las prendas, complementos, obras de arte y proyecciones audiovisuales se distribuyen por temáticas a lo largo de las dos plantas. Artistas amigos de la marca como Jayde Fish, Trevor Andrew (alias GucciGhost) y Coco Capitán han decorado los muros que forman el edificio y han exhibido sus obras junto a Fantino con bambina, obra del artista del siglo XIX Domenico Induno, y a los emblemáticos motivos de Gucci.
De esta manera, las prendas, complementos, obras de arte y proyecciones audiovisuales se distribuyen por temáticas a lo largo de las dos plantas. Artistas amigos de la marca como Jayde Fish, Trevor Andrew (alias GucciGhost) y Coco Capitán han decorado los muros que forman el edificio y han exhibido sus obras junto a Fantino con bambina, obra del artista del siglo XIX Domenico Induno, y a los emblemáticos motivos de Gucci.
Pero eso no es todo. A quien se le abra el apetito, en la planta inferior se encuentra la Gucci Osteria, donde se podrán degustar los platos de Massimo Bottura, un chef que cuenta con tres estrellas michelín y que propone una carta completamente nueva, llena de platos típicos italianos y reinvenciones conceptuales de los clásicos – conceptos que el chef aplica a través del conocimiento e intercambios culturales que ha ido descubriendo alrededor del globo. “Al viajar por el mundo, nuestra cocina interactúa con todo lo que vemos, escuchamos y degustamos. Con los ojos bien abiertos, buscamos el próximo gran éxito inesperado”, asegura.
Además del restaurante, en la planta baja está la Boutique, dividida en dos grandes espacios. Allí se podran adquirir artículos que la marca ha creado de manera exclusiva para el nuevo espacio. Se verán nuevos símbolos y animales como el murciélago, que ya se ha unido al cada vez más amplio imaginario animal de Gucci para decorar joyas y accesorios. Además, han dedicado una sección a revistas, libros y publicaciones que inspiran a Michele. También en la planta baja se encontrarán todos esos artículos ideales para regalar, desde postales hasta papelería. La decoración de las salas cuenta con un mobiliario rescatado de tiendas de antigüedades a las que se les ha dado un aspecto totalmente renovado, y con unos maniquíes que son reproducciones de bustos del siglo XX tapizados con tejidos brocados.
Y si con todo esto no te han entrado ganas de hacer una escapada al edén de Gucci, solo hace falta que mires las fotos y te quedes boquiabierto. Pero no tengas prisa: Gucci Garden ha llegado para quedarse de forma permanente.
Además del restaurante, en la planta baja está la Boutique, dividida en dos grandes espacios. Allí se podran adquirir artículos que la marca ha creado de manera exclusiva para el nuevo espacio. Se verán nuevos símbolos y animales como el murciélago, que ya se ha unido al cada vez más amplio imaginario animal de Gucci para decorar joyas y accesorios. Además, han dedicado una sección a revistas, libros y publicaciones que inspiran a Michele. También en la planta baja se encontrarán todos esos artículos ideales para regalar, desde postales hasta papelería. La decoración de las salas cuenta con un mobiliario rescatado de tiendas de antigüedades a las que se les ha dado un aspecto totalmente renovado, y con unos maniquíes que son reproducciones de bustos del siglo XX tapizados con tejidos brocados.
Y si con todo esto no te han entrado ganas de hacer una escapada al edén de Gucci, solo hace falta que mires las fotos y te quedes boquiabierto. Pero no tengas prisa: Gucci Garden ha llegado para quedarse de forma permanente.