Miedo a volar fue la carta de presentación que nos familiarizó con Gitano del Futuro, uno de los nombres más pujantes de la música urbana de nuestro país. Pero no hay duda de que su nuevo temazo Chilli sauce va a ser un punto y aparte en una carrera que está aquí para hablarnos de futuro, de cambio y de progreso. Todo junto y bien revuelto.
Hay un momento en la vida de todo ser humano en el que se ve obligado a admitir que el futuro ya no le pertenece. Si a duras penas es dueño de su propio presente, ¿cómo va a intentar escribir el futuro colectivo? Al fin y al cabo, el momento en el que todos sentimos que el futuro es nuestro, que vamos a influir en él, que va a ser tal y como nosotros queramos y decidamos, resulta ser un instante breve y glorioso en la vida humana. Y ese es precisamente el instante breve y glorioso en el que se encuentra Gitano del Futuro.
El nombre artístico es algo que no se escoge de forma gratuita, y seguro que Gitano del Futuro es muy consciente del impacto que su alias iba a causar en cuanto aterrizara en el panorama de la música urbana de nuestro país. Llámalo futuro, progreso o cambio (tal y como él mismo aclara en la entrevista que sigue a continuación), pero lo que está claro es que a todo eso –y mucho más– suena la música de este hombre: a una visión sin corsés ni etiquetas, sin prejuicios ni géneros. Una práctica libre sin red de seguridad que opera en las periferias del trap, lo urbano y el R&B, pero que lleva entrelazado en su ADN una naturalidad rupturista que hace sospechar que estos géneros musicales no van a ser los únicos que le escucharemos a Gitano del Futuro.
Por ahora, y con tan solo un buen puñado de temas sobre la mesa, el artista sigue explorando su entente cordiale con el productor y cómplice Palestina. Junto a él ha facturado su más reciente hit en potencia, una infecciosa Chilli sauce que viene acompañada de un videoclip que, de nuevo, se dedica a empujar límites fronterizos y derribar prejuicios. Un evidente turning point en su todavía fresquísima carrera que sirve, además, de excusa pluscuamperfecta para charlar con él.
El nombre artístico es algo que no se escoge de forma gratuita, y seguro que Gitano del Futuro es muy consciente del impacto que su alias iba a causar en cuanto aterrizara en el panorama de la música urbana de nuestro país. Llámalo futuro, progreso o cambio (tal y como él mismo aclara en la entrevista que sigue a continuación), pero lo que está claro es que a todo eso –y mucho más– suena la música de este hombre: a una visión sin corsés ni etiquetas, sin prejuicios ni géneros. Una práctica libre sin red de seguridad que opera en las periferias del trap, lo urbano y el R&B, pero que lleva entrelazado en su ADN una naturalidad rupturista que hace sospechar que estos géneros musicales no van a ser los únicos que le escucharemos a Gitano del Futuro.
Por ahora, y con tan solo un buen puñado de temas sobre la mesa, el artista sigue explorando su entente cordiale con el productor y cómplice Palestina. Junto a él ha facturado su más reciente hit en potencia, una infecciosa Chilli sauce que viene acompañada de un videoclip que, de nuevo, se dedica a empujar límites fronterizos y derribar prejuicios. Un evidente turning point en su todavía fresquísima carrera que sirve, además, de excusa pluscuamperfecta para charlar con él.
La pregunta inevitable: ¿por qué eliges un nombre como Gitano del Futuro que, obviamente, puede ser mal entendido por determinadas persona?
Quería encontrar un nombre que me representara a mí y al mensaje que quiero dar. Lo de gitano viene por mis raíces gitanas, y al añadir ‘del futuro’ no me refiero a algo futurista o ficticio, sino al cambio. Para mí, pensar en futuro es pensar en progreso y cambio.
Tu bio dice que eres “bailarín, profesor, modelo y cantante”, ¿todo por igual? O preguntado de otra forma: ¿cómo repartes tu tiempo entre tantas labores?
Me considero una persona bastante polifacética y me flipa tocar varias disciplinas artísticas. Llevo bailando desde muy pequeñito, y hará cosa de cinco años empecé a impartir clases como profesor de danza urbana. También me llama mucho la atención el mundo de la moda y, cómo no, cantar. En mi mundo todo esta ligado y no reparto el tiempo: fluyo y voy haciendo todo a la vez.
Solo hace medio año que escuchamos tu primer tema, Criminal test, pero desde entonces no has parado de crecer. ¿Cómo resumirías este inicio de carrera que estás viviendo?
La verdad es que estoy bastante feliz con todo esto que estoy haciendo. Me hace feliz ver mi progreso como artista y, sin duda, me hace feliz estar aprendiendo de tantas cosas. A través de la música, he podido encontrarme un poco más a mí mismo, y eso me llena de entusiasmo y alegría.
En estos meses también participaste en el videoclip de Bien duro de C. Tangana. ¿Qué tal fue la experiencia?
Fue todo un placer poder trabajar con Pucho y con todo su equipo. Jamás había estado en un rodaje de esas dimensiones, y fue una experiencia bastante gratificante. Como decía antes, esa experiencia me sirvió para observar y seguir aprendiendo.
Tu tema Miedo a volar, de hecho, ya es una de las joyitas de los últimos meses. ¿Cómo has vivido su popularidad?
Bastante contento, ya que fue una de las primeras canciones R&B que saqué a la luz. Detrás de la canción hay un mensaje, y ver que la gente lo entiende y te apoya es algo increíble.
Por cierto, hablando de música urbana… ¿Cómo llevas esta etiqueta? ¿No te parece un saco muy ancho en el que se están metiendo demasiadas cosas?
Bueno, soy una persona a la que no le gustan mucho las etiquetas. Nunca me ha gustado encasillarme en algo, ya que me considero una persona bastante camaleónica. Tanto te puedo hacer una cumbia como te puedo dar un soul. Sí que es cierto que tengo una esencia urbana, pero tampoco me meto en el saco. Respecto a lo de la música urbana, puede sonar mal, pero no me meto en lo que hacen o dejan de hacer los demás. Pienso en mí, sin importarme dónde están otros.
¿Cuánto odias las etiquetas de cualquier tipo?
No me gusta odiar. Simplemente, no las comparto.
La letra de Miedo a volar es una apuesta por el empoderamiento y autoafirmación, ¿es este el mensaje de Gitano del Futuro?
Mi mensaje puede parecer un cliché. Intento demostrar que todo el mundo puede ser quien desee ser, independientemente de su raza o cultura, poniendo como objetivo romper tabúes y demostrando que, en el fondo, todos somos iguales.
También hay empoderamiento en tu nueva Chilli sauce, con un videoclip que es interesante porque subraya algo que también forma parte de tu ADN: el no entender de prejuicios. ¿Es algo que te interese particularmente?
La verdad es que sí. Siempre he sido una persona transgresora, a la que no le gusta seguir las reglas. Con este vídeo he intentado sacar esa parte bizzara que tengo dentro de mí. En ningún momento he pensado en el qué dirán. Simplemente lo hago.
Resulta particularmente interesante que todo esto, el empoderamiento y el derribar prejuicios, es algo que no haces desde la actitud contestataria, sino desde la mayor de las naturalidades. ¿Es la naturalidad la mejor arma en este tipo de casos?
Pienso que es algo esencial. Al menos por la parte que me toca, ya que puede ayudar a desmarcarte. A mí me gusta ser natural y mostrar quién soy desde un primer momento.
¿Por qué meter la voz de Rosalía en el casting del programa Tú sí que vales al inicio de ChillI sauce?
Soy bastante fan de ese vídeo. Tiene su lado divertido, pero lo que me gusta de ello es que, después de que le dijeran a Rosalía que no servia para lo que estaba haciendo, once años más tarde lo está petando por todo el mundo. Cuando introduje esa intro, pensé en todo momento en lo que te comentaba antes acerca del cambio.
¿Qué va a ser lo siguiente de Gitano del Futuro después de Chilli sauce?
Tengo bastantes cosas guardadas en la manga. Me gustaría lanzar un EP pronto, pero tendréis que esperar un poquito más. Lo bueno se hace esperar.