Está de regreso el festival de cine LGBTQ+ por excelencia. Del 6 al 16 de junio, el Fire!! inundará la gran pantalla barcelonesa en su sede habitual, el Institut Francès de Barcelona, donde se proyectarán más de cuarenta largometrajes, documentales y cortos. Llegados desde latitudes tan diversas como Francia, Nigeria, Filipinas, Noruega, Grecia o Australia, estas obras reflejan las complejas realidades que viven las personas del colectivo allá donde estén.
El pistoletazo de salida lo dará L’arche de Noé, una comedia dirigida y coescrita por Bryan Marciano que sigue una asociación que acoge a jóvenes LGBTQ+ cuyas familias han rechazado y echado de casa. En este espacio seguro tienen seis meses para encontrarse a sí mismos, aceptarse, buscar un trabajo y un nuevo camino. A pesar de lo dramático de la situación, el director ha optado por el tono humorístico, que ayuda a digerir esta realidad injusta y desesperante. Otra de las pelis destacadas de esta edición es Solo, de la canadiense Sophie Dupuis, que ganó el premio a Mejor Película Canadiense en el TIFF. Protagonizada por Félix Maritaud (a quien ya vimos en el mismo festival cuando protagonizaba Sauvage), su personaje tiene que enfrentarse a la decepción de dos amores imposibles. De Canadá también nos llega el drama Days of Happiness, donde una directora de orquesta exitosa tiene que decidir entre vivir la vida que quiere o seguir viviendo bajo el yugo estricto y opresor de su padre.
En esta edición, más allá de los films con temas más ‘clásicos’ donde los personajes indagan en su identidad disidente, se enamoran y desenamoran, se enfrentan a sus familias o la sociedad, vemos muchas otras temáticas de lucha interseccional como las personas con discapacidad o la diferencia económica/de clase. Por ejemplo, Todo el silencio, del mexicano Diego del Río, muestra cómo Miriam, profesora de lenguaje de señas por las mañanas y actriz de teatro por las tardes, se enfrenta a la situación de estar perdiendo el sentido del oído y cómo esto hace tambalear su mundo. Por su lado, Norwegian Dream, de Leiv Igor Devold, pone en entredicho la horizontalidad de la relación entre un inmigrante polaco de diecinueve años y su compañero de trabajo noruego cuando comienza una huelga entre los trabajadores inmigrantes.
En lo que a documentales se refiere, uno de los más destacados es Ocaña: Retrato intermitente (1978), del celebrado director catalán Ventura Pons, que falleció en enero de este año. Para rendirle homenaje, la organización del festival ha organizado este pase en el que dos iconos de unen: el director, claro, y el siempre genial, polémico, impredecible y carismático artista multidisciplinar José Pérez Ocaña. Ya en la actualidad, destacamos también la obra de Sam Shahid, Hidden Master: The Legacy of George Platt Lynes, que sigue la figura del fotógrafo de moda estadounidense cuya obra homoerótica ha sido celebrada por la comunidad recientemente.
Como siempre, la programación del festival ayuda a entender mejor las vidas de las personas disidentes, los retos que se enfrentan, los sueños que tienen por cumplir, los miedos a superar, o las relaciones que establecen con sus familias, tanto la biológica como la elegida, con su entorno laboral, social e incluso político. A través de sus más de cuarenta propuestas audiovisuales se abren ventanas a nuevas realidades que el público debería conocer para generar empatía y respeto. Por eso, un año más, reivindicamos la importancia del festival y te invitamos a que no te lo pierdas si estás por Barcelona.