Hasta el 22 de febrero, la Galería Morán Morán en Ciudad de México se enriquece con una selección de obras que –por diferentes que se vean– tienen en común la sed de justicia. Con el trabajo de LaKela Brown, Raque Ford, Hugh Hayden, Tiona Nekkia McClodden, Ambrose Rhapsody Murray, Shikeith, Kandis Williams y Kayode Ojo, la exposición Fetiche se convierte en un camino que abraza esas ganas de llegar a la libertad incondicional y a la igualdad global. Para bautizar esta muestra colectiva, la curadora Ebony L. Haynes, se inspira en la palabra de origen portugués ‘fetish’, haciendo referencia a un cuerpo u objeto que abraza poderes sobrenaturales.
El conjunto de obras expuestas en Fetiche, que de alguna forma se respaldan entre ellas y se vuelven aún más relevantes, reflejan la implicación de tener los términos de una identidad proyectados sobre uno mismo y, luego, trabajar en un mismo sistema que no nos protege. Haynes no trata de manifestar únicamente un cuerpo negro conceptual, sino una negritud concebida, tomando sus libertades curatoriales de los sistemas de valores inscritos y arbitrariamente heredados de la ilustración.
Las obras de Shikeith hablan de la búsqueda de la igualdad de raza, género y erotismo; de política. El artista destaca por atreverse a explorar el universo queer, el deseo entre hombres, la masculinidad desde perspectivas poco comunes. Sus raíces no actúan al efecto de un ancla en sus manifestaciones artísticas, más bien emplea sus condiciones a su favor y consigue resultados realmente rompedores. Sus creaciones son objeto de debate actuando de soporte, dando voz a una protesta. Una de sus últimas colecciones, The End of History. Portraits of a multifaceted group of New York City based queer folx, protagoniza la portada de The New York Times, exponiendo una realidad que, desgraciadamente, hoy aún incomoda a muchos.
Fetiche también recoge una selección de obras de Kandis Williams, conocida por tratar sobre todo problemas peliagudos, ya sean raciales o derivados del nacionalismo en América. También trabaja desde una faceta que se acerca más a la belleza, a la sencillez e incluso al erotismo. Williams se proyecta a partir de manifestaciones artísticas diversas, incluyendo collages y performances. Además, es cofundadora de la plataforma de edición y educación Cassandra Press –con la que Haynes ha estado colaborando– que difunde ideas, distribuye nuevos lenguajes y propaga un diálogo centrado en la ética, la estética, el activismo y la erudición negra.
Con artistas que despedazan el sistema al plantear sus obras, Fetiche se convierte en una anhelante colección de arte que visibiliza y materializa las voces de varios colectivos que piden a gritos ser escuchados. A partir de creaciones que hablan por si solas de forma independiente y, a la vez, contundente, Ebony L. Haynes consigue formar una unión susceptible de entablar diálogo con cada uno de los visitantes que entran en Morán Morán, siempre desde una perspicaz confrontación hacia la hegemonía occidental.
Las obras de Shikeith hablan de la búsqueda de la igualdad de raza, género y erotismo; de política. El artista destaca por atreverse a explorar el universo queer, el deseo entre hombres, la masculinidad desde perspectivas poco comunes. Sus raíces no actúan al efecto de un ancla en sus manifestaciones artísticas, más bien emplea sus condiciones a su favor y consigue resultados realmente rompedores. Sus creaciones son objeto de debate actuando de soporte, dando voz a una protesta. Una de sus últimas colecciones, The End of History. Portraits of a multifaceted group of New York City based queer folx, protagoniza la portada de The New York Times, exponiendo una realidad que, desgraciadamente, hoy aún incomoda a muchos.
Fetiche también recoge una selección de obras de Kandis Williams, conocida por tratar sobre todo problemas peliagudos, ya sean raciales o derivados del nacionalismo en América. También trabaja desde una faceta que se acerca más a la belleza, a la sencillez e incluso al erotismo. Williams se proyecta a partir de manifestaciones artísticas diversas, incluyendo collages y performances. Además, es cofundadora de la plataforma de edición y educación Cassandra Press –con la que Haynes ha estado colaborando– que difunde ideas, distribuye nuevos lenguajes y propaga un diálogo centrado en la ética, la estética, el activismo y la erudición negra.
Con artistas que despedazan el sistema al plantear sus obras, Fetiche se convierte en una anhelante colección de arte que visibiliza y materializa las voces de varios colectivos que piden a gritos ser escuchados. A partir de creaciones que hablan por si solas de forma independiente y, a la vez, contundente, Ebony L. Haynes consigue formar una unión susceptible de entablar diálogo con cada uno de los visitantes que entran en Morán Morán, siempre desde una perspicaz confrontación hacia la hegemonía occidental.