Que la creación escénica y las artes en vivo son muy importantes en Cataluya ya se sabe. Desde el Grec hasta el Temporada Alta, hay una tradición asentada y rica que demuestra que el público tiene un interés legítimo en todo lo que pasa encima de un escenario. Sin embargo, a veces faltan espacios para las creaciones más jóvenes, emergentes y experimentales. Es con esta vocación que nace en 2021 el Festival Z, que del 11 al 14 de julio de este año vuelve a llenar Girona y Salt de una programación hecha por y para los jóvenes menores de treinta años (o como escriben ellos, <30). Y lo hace bajo el lema ‘fuera de lugar’ (fora de lloc).
El pistoletazo de salida lo dará una fiesta organizada por L’Última Merda Col·lectiu llamada La fiesta (menos) fuera de lugar del festival Z: amiga, ubícate, donde, según explican, “conectaremos con nuestra parte más lúdica y celebraremos el ‘fuera’ como un lugar desde donde vivir y ver nuestro mundo” a través de juegos, chafardeo, momentos musicales, matches y más. El viernes llegan los espectáculos propiamente dichos, como Am I Bruce Lee, de Kernel Dance Theatre y protagonizado por Junyi Sun, donde el bailarín reflexiona sobre el racismo que reciben las personas asiáticas, especialmente las de origen chino, o Perla, de Francesca Vadell i Companyia Les Pinyes, un homenaje a las mujeres obreras que se deslomaron para dar un futuro mejor a sus hijxs y, en consecuencia, a sus nietxs, que viven también en la precariedad y explotación laboral.
El sábado hay dos espectáculos más a destacar: Vibra!, con Arnau Pérez, un espectáculo de danza que imagina un futuro no muy lejano donde el baile ‘agarrado’ por parejas se ha vuelto a poner de moda (pero a su manera, claro), y Caterina, un show de títeres donde hacemos un viaje regresivo a la vida de la protagonista, una anciana que debe desprenderse, en contra de su voluntad, de algunos objetos que le ayudan a recordar quién es y quién ha sido. Pero lo más interesante son los dos ensayos abiertos de obras que escapan lo tradicional. El primero es Aèria, de Júlia Suñer y Joan Thió, que mezcla danza contemporánea, vídeo y sociología e invita a los espectadores a convertirse en co-creadores del espectáculo. Y el segundo es Yo soy una fiesta, de La Resistència Teatre, donde se habla de la identidad y cómo evoluciona (o no) de generación en generación, especialmente entre mujeres.
Pero estos son solo algunos ejemplos de la programación entera. Si quieres saber más, te invitamos a visitar la página web del festival y consultar todo lo que hacen, porque también hay actividades orientadas a profesionales del sector cultural o picnics musicales.
