La sala Laut de Barcelona se está convirtiendo en punto de encuentro para aquellos amantes de la electrónica más alternativa y de propuestas más arriesgadas, fuera del circuito convencional. Como prueba de ello, este año vuelve a ser la sede del festival Bicefal, que celebra su segunda edición el próximo sábado 8 de diciembre. Una sesión de diez horas de electrónica en la que el techno industrial, la música experimental, el EBM y, sobre todo, esa aura tan especial que envuelve la cultura club pondrán en ebullición la pista de baile.
Sus organizadores no se ponen metas fáciles, y es que dicen que su máxima pretensión es convertirse en festival de referencia no solo a nivel nacional, sino también europeo. Está claro que Barcelona es una ciudad idónea para los festivales de música, especialmente para los de electrónica (y aquellos que además incorporan arte digital y vanguardismo tecnológico, como Sónar, Mutek, o Mira), así que, ¿por qué no añadir otro más a la lista?
Aun así, no deja de ser un festival más íntimo, en el que público y artistas van a encontrar un nexo común a través del viaje de estilos que propone: sonidos industriales, ambient, techno, jazz experimental, etc. Bicefal nace por la necesidad de dar a conocer a aquellos que se han hecho un hueco en los circuitos menos comerciales de la música electrónica y que llevan un lema por bandera: la experimentación.
Son ocho los que actuarán en la tarde-noche del sábado. Y absolutamente todos merecen mención. Assassani, el alter ego de Victor Dvnkel, nos deleitará con techno industrial y EBM pesado, aunque sus sesiones beben también del black metal punk. Por otro lado, tenemos a Javier Vivancos, que es quien se esconde tras Blume Attempt, y que en su segundo EP, Just Like Me, mezcla música experimental con fuertes influencias de la música industrial de finales de los 80.
Uno de los más jovencitos que actuará será Marco Henri. Afincado en Valencia y con tan sólo 20 años, utiliza la synthesis como principal instrumento para moverse entre el ambient, el noise y el desconstructed club. Por otro lado, no te pierdas la música absorbente, emocional e intensa de MMMD (Mohammad), quien ha producido la banda sonora original de la peli de terror Hagazussa. A Heathen’s Curse.
El primer y único dúo de la noche lo componen dos belgas, y se hacen llamar Orphan Swords. Sus proyectos más recientes incluyen poner la música al desfile de Walter Van Beirendonck en París, y lo más curioso, dicen que sus sesiones pueden provocar hipnosis. Otro que se suma a la lista es Refectori con su primer lanzamiento, Natura morta, compuesto de sonidos que unen el suelo con el cuerpo, a la vez que explora paisajes sombríos y crudos.
Del francés Territoire se espera instrumentación experimental mezclada con fragmentos narrativos. Y para terminar, TRS, dos amigos catalanes que como artistas son dispares, pero que se unen con la pretensión de explorar su propia versión de la electrónica. Parece prometedor: no hay reglas, ni límites.Pero hay que decir que lo de las reglas y los límites, en general, no es propio de Bicefal. Si hay que poner alguna será la de mucha, mucha electrónica. Y es que, ¿quién se atreve a apuntar dónde están los límites o las reglas en el género?
Aun así, no deja de ser un festival más íntimo, en el que público y artistas van a encontrar un nexo común a través del viaje de estilos que propone: sonidos industriales, ambient, techno, jazz experimental, etc. Bicefal nace por la necesidad de dar a conocer a aquellos que se han hecho un hueco en los circuitos menos comerciales de la música electrónica y que llevan un lema por bandera: la experimentación.
Son ocho los que actuarán en la tarde-noche del sábado. Y absolutamente todos merecen mención. Assassani, el alter ego de Victor Dvnkel, nos deleitará con techno industrial y EBM pesado, aunque sus sesiones beben también del black metal punk. Por otro lado, tenemos a Javier Vivancos, que es quien se esconde tras Blume Attempt, y que en su segundo EP, Just Like Me, mezcla música experimental con fuertes influencias de la música industrial de finales de los 80.
Uno de los más jovencitos que actuará será Marco Henri. Afincado en Valencia y con tan sólo 20 años, utiliza la synthesis como principal instrumento para moverse entre el ambient, el noise y el desconstructed club. Por otro lado, no te pierdas la música absorbente, emocional e intensa de MMMD (Mohammad), quien ha producido la banda sonora original de la peli de terror Hagazussa. A Heathen’s Curse.
El primer y único dúo de la noche lo componen dos belgas, y se hacen llamar Orphan Swords. Sus proyectos más recientes incluyen poner la música al desfile de Walter Van Beirendonck en París, y lo más curioso, dicen que sus sesiones pueden provocar hipnosis. Otro que se suma a la lista es Refectori con su primer lanzamiento, Natura morta, compuesto de sonidos que unen el suelo con el cuerpo, a la vez que explora paisajes sombríos y crudos.
Del francés Territoire se espera instrumentación experimental mezclada con fragmentos narrativos. Y para terminar, TRS, dos amigos catalanes que como artistas son dispares, pero que se unen con la pretensión de explorar su propia versión de la electrónica. Parece prometedor: no hay reglas, ni límites.Pero hay que decir que lo de las reglas y los límites, en general, no es propio de Bicefal. Si hay que poner alguna será la de mucha, mucha electrónica. Y es que, ¿quién se atreve a apuntar dónde están los límites o las reglas en el género?
El festival Bicefal se celebrará el sábado 8 de diciembre en la sala Laut, carrer de Vilà i Vilà 61, Barcelona.