Los miembros de Featherweight controlan lo que pasa por sus cabezas en todo momento, y el trabajo de la gran discográfica con la que firmaron en 2021, que se fijó en ellos cuando su recorrido era demasiado corto pero muy bien encaminado, marca un importante hito en su corta carrera, que se amplía con la publicación de su primer LP, Ojalá eternidad (2023, Subterfuge Records).
Empezaron bebiendo del pop punk más clásico, pero a medida que han ido creciendo también se han amplificado sus gustos, virajes hacia nuevos sonidos y la inclusión del español en sus composiciones. Ahora tiran más por el rock alternativo, las melodías pop y unas letras ingenuas y veraces que nacen únicamente de la experiencia. Hoy hablamos con Miguel, Juan y Jorge acerca de su último álbum, el consiguiente tour, y los pilares que sustentan la banda.
Featherweight nace en 2018 en Madrid. En vuestros inicios os regíais por el pop punk más puro y duro, pero en 2023 la gente puede decir que os acercáis más al rock alternativo y a las melodías pop con pinceladas emo. ¿Qué tienen todos estos estilos musicales que os hacen sentir cómodos y crear canciones que los combinan combinan todos y no a la vez necesariamente?
Como bien dices, la música que creamos coge elementos de lugares muy distintos y nos apasiona que así sea. Lo que nos hace sentir cómodos es hacer lo que nos apetece y nos salga de manera natural, sin forzar nada. También creemos que con el paso de los años vamos conociendo mejor los elementos que definen la esencia de la banda y eso nos permite explorar nuevos sonidos.
Echamos la vista atrás para remarcar uno de los aspectos más visibles de vuestros trabajos previos. El EP A Place Where My Mind Crumbles y vuestro actual LP, con el que os encontráis inmersos en una gira por España: el cambio de idioma. ¿Cómo veis el futuro de las composiciones en inglés en España? ¿Creéis que con este cambio a vuestra lengua materna os habéis acercado más y definido vuestro público, ahora que tenéis más experiencia que cuando empezasteis?
Creemos que será complicado, como hasta ahora, porque no se apoya de la misma manera que las canciones en castellano. Sin duda nos ha acercado más a nuestro público y nos ha ayudado a que más gente se interese por lo que hacemos. Lo que queremos transmitir llega ahora mucho más directo y conecta a otro nivel con el público. Lo notamos especialmente en directo, ya que podemos comprobar de primera mano la reacción de la gente que viene a vernos. También, a raíz de dar el salto, hemos descubierto que nos encontramos muy cómodos escribiendo y expresándonos en nuestra lengua materna.
Tras publicar el LP Ojalá eternidad, ahora os encontráis girando por España, algo que apenas tuvisteis la oportunidad de hacer con vuestro anterior EP, o al menos a una escala más pequeña. ¿Qué creéis que os ha permitido evolucionar y quemar carretera, además de estar respaldados por una discográfica?
Cuando sacamos nuestro EP Never Bloom, además de no tener el mismo nivel de madurez musical en el que nos situamos ahora, también nos encontrábamos en plena pandemia, por lo que no pudimos dar una gira de presentación de dicho trabajo como nos habría gustado.
Por otra parte, con nuestro primer LP, Ojalá eternidad, gracias a la evolución de nuestro sonido y a lanzarnos a componer varios temas en castellano, hemos conseguido llegar a un mayor público y el disco ha tenido una acogida excepcional. Esto ha hecho posible que cada vez podamos presentar nuestro disco en muchos lugares y conocer a gente increíble que se siente identificada con nuestros temas.
“Ahora carece la emoción, cada noche voy a peor” o “Y no quiero verte llorar, pero no te abres”, son algunas de las aperturas en canal que dejáis ver en vuestras canciones. ¿Creéis que de vuestra inestabilidad emocional depende vuestra estabilidad como grupo?
Para nosotros es imprescindible crear canciones que contengan una historia real detrás. Es lo que nos emociona y la manera que disfrutamos más lo que hacemos. No nos vemos cantando algo que nos hemos inventado porque no nos representaría y no estaríamos cómodos. Para lo bueno y lo malo nos abrimos y contamos qué nos sucede y cómo vemos lo que nos rodea.
En el disco Ojalá eternidad los valores que más lleváis por bandera son la amistad, el amor o la familia. Fuera de la banda y viéndoos a vosotros como figuras fuera de un escenario, ¿qué otros valores no queréis perder nunca como personas?
Como bien nombras, esa tríada mágica es nuestro pilar fundamental y algo que intentamos cuidar al máximo y por lo tanto, de lo que más hablamos en nuestros temas. Al margen de esto, también nos resulta fundamental mantenernos humildes y con ganas de aprender constantemente, independientemente del momento por el que estemos pasando.
Consideramos que es un valor clave a la hora de empatizar con nuestro entorno y otro de los pilares que nos ha permitido seguir avanzando en todos los sentidos, y, al final, aunque sea algo de lo que quizá no hablamos nunca sobre un escenario, el hecho de ser músicos nos mantiene vivo el foco sobre este tema. Hemos elegido una profesión en la que siempre hay cosas que aprender, en la que siempre hay margen de mejora y que es un camino que realmente nunca termina, sin embargo, esta es una lección que especialmente nos es útil a nivel personal.
Si bien Featherweight empezó con cinco integrantes, con el tiempo, la identidad de la banda la habéis acabado definiendo Miguel, Juan y Jorge, eso sí, acompañados en cada viaje y concierto por Beto Martínez al bajo y Alejandro de las Heras a la batería. ¿Cómo se complementan ambas figuras con vosotros?
Sin duda, tanto Alex como Beto desempeñan un papel fundamental para el grupo en cada viaje y concierto que damos. No solo ambos como músicos tienen un nivel espectacular tocando su respectivo instrumento, sino que además son personas excepcionales que forman parte de nuestro círculo cercano de amigos, por lo que la conexión y química que tenemos con ellos tanto dentro como fuera del escenario es única, y eso aporta un plus de energía al grupo. Para nosotros es un placer poder contar con ellos.
El 25 de noviembre acabáis vuestra gira por España en el marco de 2023. ¿Qué os depara la primavera y el verano del año que viene a nivel musical?
El 27 de enero del año que viene tenemos una fecha en Madrid que promete mucho: estaremos tocando para el festival Inverfest en la sala Siroco junto a Oslo Ovnis, un grupo que también es brutal y que apreciamos un montón. Además, contamos con varias fechas pendientes de anunciar para continuar con la gira de Ojalá eternidad por España y tenemos muchas ganas de poder seguir compartiendo nuestra música por todo el país. Por otro lado, estamos componiendo material nuevo y seguramente dediquemos parte del año a sacarlo adelante. ¡Sin duda estamos muy ilusionados con todo lo que se viene!
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