En el momento en que una prenda parte de su lugar de creación y sale al mercado comienza su peregrinaje. Pasará por tal vez una o tal vez cientos de manos, será usada con infinitos propósitos y será vista por multitud de ojos. Algunas prendas, como las personas, tienen mejor vida que otras y son quizás estas las que más tienen que contar. Ernesto Artillo abre un espacio para estas historias con Ilegal.
De los problemas que aquejan nuestra sociedad nos enteramos lo justo, lo necesario para tener tema de conversación sin involucrarnos hasta el punto de llegar a sufrir por causas que no, pensamos, nos atañen. Olvidamos que quienes protagonizan estas historias son tan humanos como nosotros. También comen, duermen y se visten cada mañana, la diferencia en que en muchos casos, como en el de la inmigración ilegal, estas prendas recorren muchos más kilómetros que las nuestras, atraviesan mares, antes de ser abandonados en la costa por sus dueños, al convertirse en un obstáculo que ralentiza la huida al llegar al destino.
En Cabo de Gata, su lugar de residencia donde ha encontrado el silencio que en Madrid no logró conseguir, el artista Ernesto Artillo ha sido testigo de este fenómeno. Desde hace años ha ido recogiendo las prendas que se encuentra al pasear por la playa, prendas que se encuentran en diversos estados, de los que se puede deducir qué tan duro fue el periplo de su portador o cuánto tiempo llevan abandonadas junto al mar. En un principio, Artillo vio en esto una nueva versión de mercadillo, no hay mucha diferencia entre estas prendas y las que podemos encontrar en tiendas de segunda mano, se lavan y se usan. Pero el significado unido a este fenómeno inspiró un proyecto mucho más profundo y trascendental en el que se da la importancia que merece tanto la ropa como la historia detrás ella.
La colección de alta costura más cara de la historia de España presenta una serie de looks conformados por estas piezas. Después de seguir un cuidadoso proceso de lavado y restauración y sin alterar en ningún momento el aspecto de los tejidos, ya modificados por el tiempo, el sol, el mar y la naturaleza, Artillo hace uso de su larga experiencia en el mundo del collage para crear una nueva composición con algo ya existente, dotándolo de una nueva belleza. Prendas desgastadas, descoloridas, deshilachadas o simplemente rotas son conjuntadas en looks, donde llama la atención la constante presencia de logos y nombres de grandes marcas, todos evidentemente falsos, pero que profundizan aún más el mensaje de la propuesta.
La colección se presentó este pasado miércoles 15 de febrero en el marco de la Semana de la Moda de Madrid en la galería Wecollect y el cincuenta por ciento de los beneficios recaudados se destinarán a la asociación Accem, que brinda kits de ropa a familias desalojadas de los asentamientos en Almería. Con esto se logra una especie de círculo de sanación donde el peregrinaje, uno de los conceptos clave del proyecto, de prendas viejas y desgastadas concluye su camino en un espacio donde su travesía es valorada y donde historias más positivas comienzan a ser contadas.
En Cabo de Gata, su lugar de residencia donde ha encontrado el silencio que en Madrid no logró conseguir, el artista Ernesto Artillo ha sido testigo de este fenómeno. Desde hace años ha ido recogiendo las prendas que se encuentra al pasear por la playa, prendas que se encuentran en diversos estados, de los que se puede deducir qué tan duro fue el periplo de su portador o cuánto tiempo llevan abandonadas junto al mar. En un principio, Artillo vio en esto una nueva versión de mercadillo, no hay mucha diferencia entre estas prendas y las que podemos encontrar en tiendas de segunda mano, se lavan y se usan. Pero el significado unido a este fenómeno inspiró un proyecto mucho más profundo y trascendental en el que se da la importancia que merece tanto la ropa como la historia detrás ella.
La colección de alta costura más cara de la historia de España presenta una serie de looks conformados por estas piezas. Después de seguir un cuidadoso proceso de lavado y restauración y sin alterar en ningún momento el aspecto de los tejidos, ya modificados por el tiempo, el sol, el mar y la naturaleza, Artillo hace uso de su larga experiencia en el mundo del collage para crear una nueva composición con algo ya existente, dotándolo de una nueva belleza. Prendas desgastadas, descoloridas, deshilachadas o simplemente rotas son conjuntadas en looks, donde llama la atención la constante presencia de logos y nombres de grandes marcas, todos evidentemente falsos, pero que profundizan aún más el mensaje de la propuesta.
La colección se presentó este pasado miércoles 15 de febrero en el marco de la Semana de la Moda de Madrid en la galería Wecollect y el cincuenta por ciento de los beneficios recaudados se destinarán a la asociación Accem, que brinda kits de ropa a familias desalojadas de los asentamientos en Almería. Con esto se logra una especie de círculo de sanación donde el peregrinaje, uno de los conceptos clave del proyecto, de prendas viejas y desgastadas concluye su camino en un espacio donde su travesía es valorada y donde historias más positivas comienzan a ser contadas.