El Huerto de Lucas es un oasis cultural y gastronómico en pleno centro de Chueca. Un espacio que te atrapa en cuanto atraviesas su estrecho pasillo de entrada, en el que decorativas macetas adornan un lucernario que filtra la luz y la paz de su entorno, apenas interrumpida por las animadas charlas de los que se acercan a respirar y a desconectar del casco urbano.
En más de 450 metros cuadrados diseñados por More&Co, este proyecto ecogastrocultural promueve el cuidado de la salud y el respeto al medio ambiente a través de su mercado ecológico de productos orgánicos, frescos y envasados; o de los menús sanos y nutritivos que se ofrecen en la cantina –con una carta que incluye ensaladas, verduras y frutas de temporada, pero también hamburguesas de ternera orgánica o pollo.
Su parking de bicicletas te hace pensar que esta idea de respeto medioambiental y compromiso va más allá de la alimentación (base fundamental), profundizando en un modo de vida, en una filosofía que es coherente con los valores que predica. Por ello, muchas son las actividades que ofrecen para difundir este concepto de salud y bienestar. Dice la doctora Pilar Muñoz-Calero, promotora del proyecto, que la primera medicina es el alimento, entendiendo la salud “no como remedio a la enfermedad, sino como un estado de plenitud que siente el ser humano cuando es capaz de vivir con todas sus capacidades activas y despiertas”.
Junto a Paloma Villamil, que se encarga de la dirección, y Alejandro Muñoz-Calero, en la parte de eventos, forman un equipo que trata de acercar ese modo de vida ecológico y amigable a aquellos urbanitas que se resisten a aparcar sus vehículos y comidas prefabricadas. Disfrutar de una tertulia en su maravilloso patio interior ayuda sin duda a ese despertar al que se refiere Muñoz-Calero, ya que los sentidos se activan, se regeneran y se recargan, no sólo por la energía que se desprende, sino por la disposición y apertura a un estado beneficioso para el cuerpo y alma.























