Organizada por el Stedelijk Musem de Ámsterdam en colaboración con el Museo Jeu de Paume de París y la Fundación Mapfre, llega hoy a Madrid la mayor retrospectiva en España del fotógrafo holandés Ed van de Eslken. Más conocido por ser uno de los pioneros en capturar lo que pasaba en la calle –desde escenas cotidianas hasta lookazos que rompían cuellos,–, la exposición reunirá casi doscientas fotografías, films, libros, anotaciones y documentación que el artista creó a lo largo de más de cuatro décadas.
Comisariada por Hripsimé Visser, conservadora de fotografía del Stedelijk Museum de Ámsterdam, la muestra se divide en grandes bloques marcados por las ciudades que visitó; París, Ámsterdam, o Tokyo son las más destacadas. En la primera, que funciona a modo de introducción, se muestra cómo el fotógrafo cayó rendido a los pies de la ciudad de la luz y retrató incansablemente a artistas callejeros, vagabundos, manifestaciones, y amantes en el Sena antes de conocer a la bailarina Vali Myers, quien le introdujo al mundo de la bohemia parisina –a la que también inmortalizó.
En Ámsterdam, su ciudad natal, Ed fijó su mirada y objetivo a los jóvenes rebeldes y personajes singulares, mientras que en Japón repartió su tiempo entre retratar la naturaleza y la gran urbe en transformación que era Tokio: desde los mafiosos de la yakuza hasta transexuales, pasando por la emergente introducción al consumismo y a la cultura occidental. Pero si hay algo en común que comparten los trabajos realizados a lo largo de cuatro décadas es la naturalidad y la aparente facilidad con la que van der Elsken capturaba su entorno, convirtiendo cualquier pequeño detalle, gesto, o mirada en una obra de arte que congelaba el tiempo y que ayuda, hoy en día, a comprender de dónde venimos y hacia dónde podremos ir.
En Ámsterdam, su ciudad natal, Ed fijó su mirada y objetivo a los jóvenes rebeldes y personajes singulares, mientras que en Japón repartió su tiempo entre retratar la naturaleza y la gran urbe en transformación que era Tokio: desde los mafiosos de la yakuza hasta transexuales, pasando por la emergente introducción al consumismo y a la cultura occidental. Pero si hay algo en común que comparten los trabajos realizados a lo largo de cuatro décadas es la naturalidad y la aparente facilidad con la que van der Elsken capturaba su entorno, convirtiendo cualquier pequeño detalle, gesto, o mirada en una obra de arte que congelaba el tiempo y que ayuda, hoy en día, a comprender de dónde venimos y hacia dónde podremos ir.
La exposición de Ed van der Elsken se puede ver desde el 25 de enero hasta el 20 de mayo en la Sala Fundación Mapfre Bárbara de Braganza, calle Bárbara de Braganza 13, Madrid.