Colores pastel y personajes con tintes naïf inundan las ilustraciones de este artista holandés enamorado de la bulliciosa Barcelona. El incipiente talento de Doeke van Nuil, que ya puede presumir de varios premios y menciones, apunta maneras y nos sumerge en un mundo de ingenuidad y aniñada imaginación. Con motivo de su última exposición, que podrás ver en la Cosmo Gallery de Barcelona hasta el día 10 de este mes, hablamos con él para conocerle mejor y hablar un poco de sus viñetas de colores.
La estética cándida y la vitalidad de su obra nos llevan a referentes de clásicos de la literatura infantil como Maurice Sendak. "Soy un gran fan de "Where the wild things are". Investigué el libro y descubrí lo increíblemente bien escrito que está y todas las lecturas que pueden hacerse de él". Y es que en el trabajo de Doeke también existe de algún modo la amable y misteriosa sensación que respira la mítica obra de Sendak. La mezcla perfecta entre fantasía y modernidad, son el reflejo de esa cultura juvenil que forma parte de una generación y que despertó las mentes de jóvenes talentos. “Siempre he sido un gran amante de libros como "The curious incident about the dog in the night-time", "Extremely loud and incredibly close" y muchos otros. Libros que tienen a un niño como personaje principal y, de algún modo, te transportan a tu propia infancia”. Esta influencia se refleja muy claramente en la delicadeza de sus dibujos y ha sido de interés para su formación como artista y profesional, según nos explica Doeke: “Cuando escribí mi última tesis para la escuela de arte hice mucha investigación sobre el funcionamiento del cerebro de los niños. Por ejemplo, lo más pequeños gestionan sus emociones a través de la imaginación, que después pierden a medida que se haces mayores. Por ello escogí hacer un proyecto sobre cómo tener una mente más creativa, cogiendo como ejemplo a los niños y mantener así esa energía en mi trabajo”.
Toda esa herencia de la narrativa que marca el carácter de sus dibujos también se traduce en algunas incursiones en mundo del cómic o la novela gráfica. Las viñetas, que de por sí ya se conciben como obras exentas, son otro vehículo que Doeke está experimentando últimamente. “El primer comic que hice fue más un story board que un cómic. Pero me di cuenta de cuánto me gustaba el hecho de poder capturar el tiempo en ilustraciones a través de dibujar comics”. ¿Eso te hace lector? “Debo ser honesto. La verdad es que no leo demasiados, y los que leo son más bien novelas gráficas. Además soy aún un principiante en eso de dibujar comics. Me encanta hacerlos aunque aún estoy aprendiendo y practicando. En el futuro veréis algunos de ellos”.
Formado en la Artez School of Arts en Zwolle se dejó caer allá por el 2010 por Barcelona. Dibujando en las aulas de la ravalera Escola Massana, se dejó fascinar por la ciudad. “¡Barcelona es genial! Vine primero aquí por estudiantes de Erasmus que me habían hablado de la escuela, de la ciudad, del tipo de enseñanza. Me emocionó la idea de explorar algo nuevo y me vine seis meses a Barcelona con una beca Erasmus. Es imposible no enamorarse de esto, de la energía, de la movida creativa y por supuesto, del clima”. Actualmente está en la ciudad por unos meses organizando la exposición pero sigue establecido en su ciudad natal. Todos conocemos las abismales diferencias culturales y sociales con el norte de Europa. Le preguntamos a Doeke qué distingue a los mundos del arte holandés y español. “¡Esa es una buena pregunta! Durante mi primera semana aquí me sorprendió muchísimo la diferencia entre el método de trabajo y los comentarios de los profesores. En España los artistas aprenden a manejar un abanico más amplio de técnicas”. Eso hace de la enseñanza nórdica algo más especializada ¿No es así? “En Holanda te quedas pegado a una técnica o estilo. Digamos que en Zwolle he aprendido a cómo contar una historia a través de una ilustración y en Barcelona a cómo controlar la imagen. Dicen que mi estilo es más europeo que nórdico por mi influencia española”.
Suelo preguntarme por los rituales de los artistas, mucho más por esos de bolígrafo y rotulador. ¿Eres un hombre de costumbres? “Soy de hacer bocetos todo el día, mientras me tomo un café, en el tren o simplemente en cualquier parte. Cuando estoy en mi estudio me pongo algo de buena música y empiezo a dibujar. La inspiración viene de todas partes: libros, webs, películas… y curiosamente muchas ideas me vienen últimamente corriendo”. Debe ser por eso de que las mentes creativas son rápidas.
No os perdáis la exposición y recordad que, no siempre hay que ser un niño para sentirse como tal.
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