El cine documental llega de manera arrolladora con la 21ª edición de Documenta Madrid, que se celebrará del 28 de mayo al 2 de junio. La gran pantalla de espacios como la Filmoteca Española, Cineteca Madrid, el Museo Reina Sofía, Casa México y ECAM verá pasar historias llegadas de todo el mundo y que nos aproximan a realidades muy distintas (o muy similares) a la nuestra, abriéndonos los ojos a conflictos, problemáticas, historias y acontecimientos de todo tipo. Este año, el festival se divide en varios ciclos incluyendo cine documental iraní en el exilio o una retrospectiva dedicada a Billy Woodberry, y se sustenta en dos ejes temáticos: el primero, una reflexión en torno a qué es el cine, y el segundo, el aprendizaje acerca de lo que significa filmar una ciudad.
El pistoletazo de salida lo dará esta misma tarde el estreno de Octobre à Madrid, del inclasificable y genial Joseph Morder, quien estará presente en esta proyección tan especial que hace referencia a la película del mismo título de Marcel Hanoun, estrenada en 1967. La clausura del festival correrá a cargo de Fernando Vacas, que presentará una composición musical para honrar el legado del creador y poeta granadino Val Del Omar, con la proyección de algunas de sus piezas restauradas y digitalizadas. Entre una y otra, decenas de films se presentan a competición, como las españolas Dulcinea, de Paloma Polo; La hojarasca, de Macu Machín; M-Hole, de Ian Margo; Lavadoiro, de Ana Amado; o Coolor’92, de Carlos Baixauli. En la sección internacional hay también grandes títulos como The Roller, the Life, the Fight, de Hazem Alqaddi; La terminal, de Gustavo Salvador Fontán; Anqa, de Helin Çelik; Broken View, de Hannes Verhoustraete, o City of Poets, de Sara Rajaei.
Por otro lado, Documenta Madrid nos acerca a historias de latitudes muy diversas pero que comparten un objetivo: dar a conocer personas y hechos que ocurrieron para que no los olvidemos y, sobre todo, seamos mejores. En la sección dedicada al cine de exilio iraní, encontramos piezas como An Owl, A Garden and the Writer, de la artista multidisciplinar Sara Dolatabadi, que trata a su propio padre, el novelista Mahmoud Dowlatabadi, figura enigmática que pasó por la miseria, la cárcel, la revolución, la censura, pero decidió siempre quedarse en su país. O también Celluloid Underground, de Ehsan Khoshbakht, donde nos descubre a un coleccionista que ocultó miles de películas para evitar que el régimen de los ayatolás las destruyera, conservando así la memoria y arrojando luz ante la oscuridad extremista.
También hay espacio para el documental político de los 70 en México, que todavía se recuperaba política, social y moralmente de la matanza de estudiantes en la plaza de Tlatelolco el 2 de octubre de 1968 (y que tan bien reflejó Alfonso Cuarón en su multipremiada Roma). Raymonde Carasco, Rubén Gámez, Ángeles Necochea, Cooperativa de Cine Marginal u Óscar Menéndez firman varios títulos donde se muestran varias luchas, desde la resistencia al régimen en la ciudad de Monterrey hasta los testimonios de varias mujeres opinando sobre la disparidad de género.
Cortos, largos, de corte más experimental, otros más narrativo… Los documentales que ha programado Documenta Madrid ofrecen una amplia y rica oportunidad de alejarse del cine comercial, de las historias que ya conocemos e indagar en aquellas que quedan por descubrir.