Cada temporada, los lanzamientos y las colaboraciones de Desigual nos brindan una nueva perspectiva de la visión de la moda de la marca catalana, una en la que la sostenibilidad y la ampliación de la vida útil de las prendas es el común denominador. El diseñador Alphonse Maitrepierre comparte esta filosofía y une por segunda vez su universo con el de la marca, en una colección donde además del medio ambiente, el foco principal se encuentra en el universo y su capacidad creadora y regeneradora.
Hace algunos meses, cuando se dio el primer contacto entre Desigual y Alphonse Maitrepierre, quedó establecida la sinergia existente entre ambas fuentes creativas y era de esperar que esta historia no terminara ahí. Con un acercamiento a la moda tan similar, en donde la importancia de la estética y el saber hacer esta al mismo nivel que la preocupación por preservar el medio ambiente y transformar la moda de una industria perjudicial a una que puede ofrecer soluciones a problemas del que antes era causante, es interesante ver como un segundo capítulo de esta historia es escrito.
La colección gira en torno a tres conceptos claves para Maitrepierre los cuales de una manera u otra comparten significado. Los agujeros negros, los cuales destruyen pero a la vez crean, el solarpunk, una alternativa a la distopía donde el futuro no es tan oscuro como lo pintan, todo gracias a las energías renovables y el jugaad, un término hindi que explica procesos reparadores e innovadores sin impactar de gran manera al medio ambiente. Todas estas definiciones se traducen tanto gráficamente en estampados y siluetas como éticamente, pues las prendas están enteramente creadas en fibras sostenibles, hasta los pequeños detalles como los botones y las etiquetas son fabricadas con materiales reciclados e incluso los accesorios de piel cuentan con certificado de sostenibilidad.
En cuanto a la estética de las prendas, los colores y estampados están presentes, como no podría ser de otra forma en un drop de Desigual, pero contrastan con algunas piezas en negro y blanco que juegan con la óptica y generan siluetas interesantes. El denim es otro punto fuerte, tanto en pantalones como en vestidos e incluso en una atractiva chaqueta rosa la cual se transforma en poncho. Un vestido con estampado all over de estilo cósmico nos remite a esta inspiración galáctica y nos recuerda a los colores del cielo, uno de los objetivos de Maitrepierre para esta colección.
Los complementos no se quedan atrás y nos encontramos con algunas formas familiares, como el bolso Mantis que pudimos ver tanto en la campaña otoño-invierno 2022 como en la anterior colección conjunta con el diseñador francés, así como otras nuevas como un bolso negro de forma interesante que se asemeja a una concha. El calzado es otro punto de color dentro de la colección, con unos zapatos que fusionan estéticas opuestas, unas zapatillas deportivas con unos mocasines, logrando una armonía que complemente el color rosa.
