El miércoles por la tarde, todas las miradas apuntaban a Barcelona. Concretamente a la Nau de Turbines de les Tres Xemeneies, localización elegida por Desigual para presentar el lanzamiento de su nueva propuesta premium, Desigual Studio. El primer capítulo de esta era, materializada en forma de colección, se subió a la pasarela, como ya hiciera Reflections el año pasado, en una atmósfera marcada por la expectación, pero también por la celebración. En el front row, móvil en mano, algunas de las celebrities más codiciadas de la escena actual, convertidas en uno de los activos más preciados de la comunidad Desigual, y un gran abanico de personalidades de la industria de la moda tanto de aquí como de fuera.
Si hace unos meses, cuando Desigual presentaba su colección Spring/Summer 2025 con el mar Mediterráneo de fondo, os hablábamos en este artículo de que el reposicionamiento que la marca barcelonesa había acometido en los últimos años parecía haber concluido y era hora de cerrar un ciclo, ahora damos la bienvenida a una nueva era. Y no nos referimos a un cambio radical en su estrategia, ya que las decisiones y acciones que han ido tomando en los últimos tiempos han resultado ser un éxito y fulminarlas rozaría el absurdo, sino a un nuevo capítulo en la historia del proyecto nacido de la mente de Thomas Meyer hace más de cuarenta años.
Bajo el nombre de Desigual Studio, la compañía va un paso más allá con el lanzamiento de una propuesta a la que se refieren como premium. Una propuesta que, tras debutar ayer en la pasarela, podemos prever que hará las delicias de todos aquellos que han encontrado en esta marca una herramienta con la que expresar su identidad sin restricciones, con la originalidad, la diversión y la creatividad más absoluta como bandera.
Una edición limitada y exclusiva, una apuesta contundente por materiales de calidad y un diseño elevado del producto son algunos de los pilares sobre los que se construye su nuevo proyecto, que aprovecha su conocimiento de la industria y su red de colaboradores de primer nivel para conquistar nuevos territorios de un sector que cambia a una velocidad de vértigo. Con esta propuesta, Desigual no busca romper con el pasado; pretende aprovecharlo, sumando a la ecuación códigos más contemporáneos.
¿Y quién mejor que algunos de los rostros mejor valorados de la escena creativa actual para protagonizar esta nueva era? Paris Jackson y Ester Expósito volvieron a encontrarse en la primera fila del desfile, esta última ya como embajadora de la marca, en un momento tan efectista desde el prisma del marketing como viral en las redes sociales. Junto a ellas, Nicki Nicole, Becky G, Lila Moss y Gaia, entre otras, quienes se suman ahora a la familia Desigual, al igual que un selecto grupo de influencers españolas capitaneado por Laura Escanes, María Pombo y Violeta Mangriñán.

Recién aterrizados desde Italia, Francia, Alemania, México, Japón, China y Polonia, decenas de prescriptores y creadores de contenido se dieron cita en un desfile que volvió a evidenciar el papel que Desigual, presente en más de un centenar de países, juega en la moda a nivel mundial. Y es precisamente en ese equilibrio entre lo local y lo internacional, entre Barcelona y un mundo que no entiende de fronteras, entre pasado y futuro, donde la marca parece sentirse más cómoda.
Entre tanta diversión y buen rollo, valores que han definido a la firma desde sus comienzos, también hay lugar para la reflexión y la reivindicación. Aydan Nix, modelo palestina, hermana menor de Bella y Gigi Hadid, fue la encargada de cerrar el desfile de ayer con un look en el que se podía leer el mensaje “Why?", como un grito a favor de la paz y del fin del sufrimiento humano. Un momento que no tardó en hacerse viral y que nos recuerda que el silencio y la inacción no conducen a ningún lado.
Desigual sigue demostrando jugar sus cartas con enorme inteligencia, y los desfiles anuales parecen consolidarse como un elemento a tener en cuenta dentro de sus acciones especiales. La colección presentada ayer, en la que destacaron las siluetas deconstruidas, los materiales premium como sedas, pieles y denim experimental, y las piezas icónicas resignificadas como la mítica chaqueta Patch 1984, ahora reinventada en piel natural con print denim, reivindica la importancia de un buen producto que mira a la calle, respondiendo a las necesidades de un consumidor exigente mientras nos anima a seguir soñando a través de la moda.





























