En Dissected Palette, Davide Quayola transforma el proceso artístico en algoritmo: conservando su esencia, transformando su materia. Su nueva exposición en Load Gallery, Barcelona, que se puede visitar hasta el 12 de julio, presenta el resultado de este híbrido, donde las técnicas impresionistas se traducen en términos digitales. Una perspectiva que distorsiona nuestra propia percepción de lo real, y donde esta vez es la máquina la que analiza e interpreta la naturaleza.
El primer encuentro es casi familiar. Vibraciones cromáticas, atmósferas difusas y unos escenarios que remiten, inevitablemente, a la sensibilidad impresionista. Pero esa calidez orgánica se desintegra poco a poco, revelando un artificio preciso. En lugar de una pincelada, aparece una huella digital que transforma el paisaje en un algoritmo vivo. Las piezas simulan con precisión orgánica todo lo que el ojo humano proyecta al mirar una obra impresionista.
Recreando este funcionamiento sensorial, las piezas comienzan a moverse ante el espectador, desde lo real hasta lo digital, se genera una inestabilidad perceptiva casi hipnotizante. Esta tensión entre pasado y futuro, entre pigmento y código, se vuelve el núcleo de Dissected Palette.
Aunque todo apunta a una imagen desmaterializada, hay ciertos matices que mantienen las piezas a una cierta tradición plástica. Algunos lienzos emergen sobre un fondo gris, evocando las capas de imprimación de la pintura, una referencia al pasado al que estas piezas siguen manteniendo el respeto. En la serie Pointillisme, la imagen se descompone al límite. Los colores se reducen a combinaciones mínimas, y fragmentos cromáticos que funcionan más como datos que como sensaciones. Es una traducción radical del puntillismo al píxel, una exploración digital de la pintura que no pierde su capacidad evocadora, y sigue siendo capaz de sugerir movimiento, atmósfera y vibración.
La instalación en el espacio refuerza esta experiencia: el espectador se ve inmerso en este entorno de rupturas visuales. En esta fragmentación, el paisaje no se hace desconocido, solo se nos obliga a mirarlo con una conciencia alterada. Una percepción que ya se mira en píxeles. Quizás los híbridos somos nosotros.
La exposición Dissected Palette de Davide Quayola se puede visitar hasta el 12 de julio de 2025 en Load Gallery, carrer de Llull 134, Barcelona.
