Tras su paso por la Berlinale y el Festival de Cine de San Sebastián, Una mujer fantástica, de Sebastián Leilo, deja a la crítica aplaudiendo por donde pasa. En España se estrenará este jueves 12 de octubre. Hablamos con Daniela Vega, la actriz chilena que da vida a Marina Vidal, y candidata a convertirse en la primera mujer transgénero en ganar un Oscar.
¿Cómo ha sido el proceso de preparación del personaje de Marina?
Ha sido un proceso holgado porque Sebastián me invitó a hacer la película un año antes de rodarla, así pude crear a Marina con muchísima calma. Al trabajar en otros papeles, a menudo la idea ya estaba preconcebida y tenía que adaptarme muy rápido al guión, a las órdenes del director, etc. Con Marina no fue así; este reposo me permitió crearla ‘hacia arriba’ basándome en tres conceptos que son a su vez los pilares sobre los que se sostiene su personaje: la dignidad, la resiliencia y la rebeldía. También me inspiré, más que en iconos femeninos, en la experiencia femenina y lo icónicamente femenino. Me pregunté e investigué en mi misma sobre lo que nos hace mujeres, lo que nos hace sentir acogidas en lo femenino independientemente de nuestro grado de feminidad.
La protagonista se muestra con una personalidad fuerte e imparable a pesar de que las circunstancias y los reproches constantes juegan en su contra. ¿Hay algún rasgo de tu personalidad que coincida con los de ella?
La rebeldía, la dignidad y la resiliencia –los tres puntos fundamentales que he comentado antes– los siento desde hace tiempo como algo que forma parte de mí, y creo que es algo que comparto con ella –además del gusto por la ópera y el arte.
A tus veintiocho años has conseguido pasar por la Berlinale, Toronto, San Sebastián... Incluso estás en todas las apuestas para ser la primera mujer transgénero en obtener un Oscar. A estas alturas, ¡el cielo es el límite! ¿Qué otros sueños profesionales o personales te quedan por cumplir?
Me gustaría estrenar una ópera, puesto que nunca he estrenado una entera. También me encantaría trabajar con Pedro Almodóvar y me gustaría seguir viva (risas); eso es lo más importante.
No cabe ninguna duda de que esta película habla de moralidad, de sus personajes y a la vez del espectador. ¿Qué mensaje te gustaría que calara en la mente de los espectadores después de ver Una mujer fantástica?
Creo que el trabajo artístico se divide en dos partes: la creación del artista y la recepción del espectador. Me gustaría que la gente intentara reencontrarse con su poesía y preguntarse qué ha hecho con ella. El arte me salvó la vida y la poesía fue una piedra angular importantísima para querer seguir viva. Nunca quise morir, pero sí que estuve muy perdida pensando que no podía salir adelante si no hacía algo, pero tampoco sabía el qué. Llegó un punto en el que me planteé ser artista y lo conseguí. Mi pregunta sería: ¿qué has hecho tú con tu poesía? ¿Y dónde quieres ir?
¿Cómo ha sido trabajar con Sebastián?
Trabajar con Sebastián ha sido un sueño, de la misma forma que digo que me encantaría trabajar con Almodóvar, Woody Allen o Sofia Coppola, trabajar con él fue como un primer gran sueño, toqué una estrella. Sebastián Leilo es un hombre hermoso, sensible, capaz de mirar a las mujeres con una cercanía y una delicadeza que te permite crear con él películas como Gloria o Una mujer fantástica. Ha sido mi maestro en el cine, mi profesor, y me ha enseñado muchísimo.
Su forma de ver la vida es enriquecedora y su trabajo es muy inspirador para mí. Estoy muy agradecida y voy a estarlo hasta el último día de mi vida. Es un hombre fantástico, en quien confío y al que quiero mucho. Siempre que estoy con él reímos, bromeamos, pero también nos ponemos serios cuando hay que trabajar (risas). Tenemos ese tipo de complicidad con la que te entiendes solo con la mirada. Ahora nos vemos poco y me gustaría hacerlo más, él está con sus nuevos proyectos, yo con Una mujer fantástica, vivimos lejos, etc. El tiempo dirá si volvemos a hacer otra película o, si tal vez, la pide el público.
Su forma de ver la vida es enriquecedora y su trabajo es muy inspirador para mí. Estoy muy agradecida y voy a estarlo hasta el último día de mi vida. Es un hombre fantástico, en quien confío y al que quiero mucho. Siempre que estoy con él reímos, bromeamos, pero también nos ponemos serios cuando hay que trabajar (risas). Tenemos ese tipo de complicidad con la que te entiendes solo con la mirada. Ahora nos vemos poco y me gustaría hacerlo más, él está con sus nuevos proyectos, yo con Una mujer fantástica, vivimos lejos, etc. El tiempo dirá si volvemos a hacer otra película o, si tal vez, la pide el público.
“Me gustaría que la gente intentara reencontrarse con su poesía y preguntarse qué ha hecho con ella.”
Cuéntame un poco más sobre tu sueño de trabajar con Almodóvar. ¿Cuál es tu película y personaje favoritos dentro de su filmografía?
Películas favoritas de Almodóvar en realidad tengo cuatro: La flor de mi secreto, Todo sobre mi madre, La mala educación, y Volver. El personaje de La Agrado (Todo sobre mi madre) me parece fantástico y creo que Penélope en Volver está increíble; ambos son personajes femeninos muy potentes. El mundo femenino visto por Almodóvar es como sumergirse en el agua, donde puedes encontrar tesoros entre las piedras.
¿Cómo es la realidad transgénero en Chile? ¿Crees que esta película ha servido para remover conciencias?
Las películas sirven para responder preguntas, más que para hacérselas. La realidad en Chile es que no tenemos Ley de Identidad y Género y las personas trans siguen esperando ser atendidas en los márgenes de las sociedad, al igual que en España o al igual que en Europa, Norteamérica y Asia. Me pregunto cuánta gente trans está trabajando en el gobierno, cuánta gente trans está trabajando en la cultura y el arte, en la política, o en la justicia. ¿Cuántas policías trans hay? Ni en España, ni en Chile. No hay.
¿Alguna anécdota durante el rodaje que recuerdes con especial cariño?
Las escenas de efectos especiales me parecen las más entretenidas y divertidas de hacer. Hay escenas que ya no quieres repetir porque son muy difíciles y cansan, pero las de efectos especiales –como la del viento o la del baile– me hubiera encantado repetirlas muchas veces; y por desgracia salieron bien como a la cuarta vez (risas).
¿Cuáles son tus referentes en el ámbito de la actuación?
Me inspiran varias actrices chilenas como Catalina Saavedra, Paulina García, Paulina Urrutia, y a nivel más internacional, Marisa Paredes, Bette Davis o Catherine Deneuve. Son grandes mujeres que inspiran a cualquiera –pero prefiero tomar como referencia a las actrices chilenas.
En la película, también demuestras tus dotes de canto. ¿Te resulta complicado mantener esta faceta ahora que comienza a despegar tu carrera como actriz?
En este momento de mi vida el canto está más como coprotagonista que como protagonista. Trato de hacer ambas cosas, pero es difícil encontrar un piano afinado en un hotel. Canto cuando estoy en Santiago de Chile: en cuanto llego visito a mi maestro de canto, con el cual tengo una relación muy parecida a la que Marina tiene con su personaje de canto –aunque el mío es mucho más joven, ¡somos muy buenos amigos!
La película Una mujer fantástica, de Sebastián Leilo, se estrenara en los cines españoles el jueves 12 de octubre.