Originario de Santa Cruz, bien al sur de Argentina, como él mismo dice, Cruz Miguel desarrolló su pasión por la ilustración desde bien pequeño. En el taller de su padre comenzó a coquetear con los aerógrafos hasta ingresar en la Universidad de Artes de la Plata, Buenos Aires. Por supuesto, muchos acontecimientos tuvieron lugar entre un suceso y otro. Como bien puede verse en su obra, el imaginario de Miguel aflora con cada grafismo y, sin importarle del todo las personas daltónicas (como yo) no duda en arriesgar combinando las gamas más locas e intrincadas de colores. Ahora está preparando su primera gira gráfica por Europa que dará comienzo muy pronto.
Hola Cruz, ¿podrías presentarte para quien no te conozca?
Nací en Santa Cruz, bien al sur de la Argentina y actualmente me dedico a la ilustración. Me cuesta ponerme el rótulo de ilustrador en algunas ocasiones, pero por diversos y afortunados sucesos de la vida me he sabido ubicar en el ámbito de las artes gráficas.
¿Qué te llevó a ser ilustrador?
Estudié durante 5 años Grabado y Arte Impreso en la Universidad de Artes de La Plata, Buenos Aires. Sinceramente no fue una experiencia del todo grata, más bien fue una tortura estudiar y estar ahí, aunque sirvió bastante de nicho para empezar a conocer gente con los mismos intereses. Muchas de esas amistades ayudaron a convencerme de elegir este camino.
Si pienso en lo que realmente me llevó a ser ilustrador, debería remontarme más en el pasado, siento que fue gracias a pasar gran parte de mi niñez en el taller de mi padre, que es pintor de vehículos. En ese espacio tuve mis primeros acercamientos a la pintura, el aerógrafo y el dibujo utilizando las sobras de los materiales que encontraba por ahí.
Si pienso en lo que realmente me llevó a ser ilustrador, debería remontarme más en el pasado, siento que fue gracias a pasar gran parte de mi niñez en el taller de mi padre, que es pintor de vehículos. En ese espacio tuve mis primeros acercamientos a la pintura, el aerógrafo y el dibujo utilizando las sobras de los materiales que encontraba por ahí.
¿Qué tal se te da ser freelance?
Me costó muchísimo, supongo que en cualquier parte del universo es difícil ser freelance. Durante varios años tuve que sostener el vicio del dibujo debido a que trabajaba paralelamente en diversos asuntos, la mayoría horribles, donde no me sentía a gusto. Fue así como empecé a utilizar las redes sociales para compartir lo que hacía, me ayudaron bastante para dar a conocer mi trabajo; durante la pandemia sorprendentemente fue el mejor momento, y cuando finalmente tuve más demanda de trabajos. Por suerte, hasta el día de hoy sigo con la etiqueta de freelance, al fin soy mi propio jefe y dueño de mis tiempos.
Personalmente, cuando miro tus diseños hay algo que me conecta con la infancia. Serán los colores o la sensación de bienestar que me producen, o quizá la mezcla de gamberrismo con el ideal de personaje de dibujos animados. ¿Dónde nacen los protagonistas de tus obras? Me interesa conocer si han ido evolucionando contigo. Puedo verte dibujando estas figuras cuando eras pequeño… quizá me equivoque.
Existe un costado infantil y melancólico en muchos de mis personajes. Son una mezcla de vivencias, de recuerdos o sueños difusos, de la lejanía, de cierta soledad por ser hijo único y saber disfrutarlo o explotarlo. Los dibujos animados, así como los juguetes chinos de imitación bien deformes, han alimentado todo esto que hago hoy en día. Con el tiempo también han ido evolucionando a la par de otros asuntos que me inquietan, ya sea el caso de la literatura, la música, los memes o la estimulación de los sentidos a través de diversas prácticas como la meditación o la ingesta de psicotrópicos.
¿Te has preguntado cómo puede percibir tus dibujos una persona daltónica?
No. A veces creo que perdí demasiado tiempo preguntándome qué percibió mi familia al ver mis dibujos. Ya llegará el momento de pensar en la comunidad daltónica.
Cuéntanos, ¿alguna mala experiencia buscando piso?
Hasta ahora ninguna muy mala, mis últimas tres mudanzas fueron dentro de una misma manzana y para un ser un poco sedentario como yo es una bendición.
¿Has probado muchas técnicas creativas?
Bastantes, pero soy muy básico.
¿Qué opinas de la gente que utiliza la tipografía Comic Sans?
Me perturban y me agradan al mismo nivel.
En tus dibujos aparecen ositos, gusanos de colores, setas… Todos parecen muy simpáticos y risueños, pero, ¿qué crees que pasaría si dominaran el mundo?
Sería horrible, la simpatía es buena en pequeñas dosis.
¿Qué les diría Cruz Miguel a sus figuras oníricas si se encontraran por primera vez?
Cuidado con los hippies.
La psicodelia impera en tus trabajos. De un vistazo parece transportarte a otros mundos de fantasía. Solo una frase cruda y directa te hace regresar del más allá, aunque desearías no haberlo hecho. ¿Cómo conectas ambos mundos? ¿Existe esta dicotomía en tu vida?
La fantasía y el cachetazo de realidad creo que va muy de la mano al haberme criado en una Argentina en plena época de caos neoliberal. De golpe todo era fantasía hasta que un día te despiertas y ves como un banco le robaba a tus padres los ahorros de toda la vida. Soy parte de esa generación. Supe refugiarme en lo primero pero lo crudo también me ha sabido nutrir. Esos mundos inexorablemente conviven dentro mío.
La serigrafía I Want Your Soul me recuerda a cuando leí que si te quedabas dormido debajo de un ciprés podías soñar con el momento de tu muerte. ¿Alguna vez has dormido debajo de un ciprés? Te aconsejo echarte una siesta un día caluroso de verano.
Sufro demasiado el calor, no lo soporto, pero nunca descarto un consejo.
¿Qué pasa mientras sueñas? ¿Se te presentan nuevos ‘amigos’ para tus obras?
No aparecen muchas personas en mis sueños. Suelo soñar desde que soy niño con una misma casona blanca donde voy encontrando nuevos sitios cada tanto.
¿Alguna vez has creído hacer algo pero en realidad nunca sucedió, o sucedió en tu mente?
Recuerdo mucho que cuando era niño recordaba haber sido grande. También creo que durante esos años me quedaba despierto de noche esperando a que saliera el sol porque se formaban unas lindas figuras en las cortinas. ¿Algún psiquiatra por ahí?
Y, por último, ¿en qué andas?
Muy entusiasmado. Preparando lienzos para empezar a pintar en breve, quiero darme un descanso con lo digital y a la vez estoy organizando mi gira gráfica por Europa para este 2023.