Qué bonito es estar en el campo en una noche muy oscura, arropado bajo el manto negro manchado de perlas brillantes que es nuestro cielo. Las constelaciones, los planetas y los astros son una fantasía para cualquier generación, desde los que han vivido esta paz de forma natural hasta los que consultamos Co-Star nada más despertarnos. Sin embargo, ninguna estrella brilla tan fuerte en el firmamento como las de Lola Flores, Ava Gardner o Marilyn Monroe, iconos culturales por antonomasia, y cuyos retratos hechos por Las Costus cuelgan ahora en las paredes del Centro Cultural Serrería Belga en Madrid.
Juan Carrero y Enrique Naya, mejor conocidos como Costus (o Las Costus, para las amigas), fueron uno de los mayores tesoros de la explosión artística y cultural española de finales de los 70 y 80. Era la época de la Movida, donde Almodóvar, Alaska, Ouka Leele y compañía estaban reconfigurando un país gris, fascista y con tufo a cerrado. La genialidad y espontaneidad de las Costus, quienes retrataron el star system del momento con una mezcla inconfundible de admiración y desparpajo, captaron la atención de Elisa Hernando, quien les encargó una serie de catorce obras de gran formato para colgar en el mítico bar La Vía Láctea en el siempre moderno barrio de Malasaña. En ellas retrataron a algunos de sus iconos favoritos, desde Brigitte Bardot hasta Elvis Presley, pasando por Marlon Brando, Yul Brynner, Jerry Lewis, Sophia Loren o Mick Jagger.
Hasta el 24 de septiembre, el centro cultural Serrería Belga acoge Costus: Vía Láctea, la primera muestra que recoge, casi al completo, esta emblemática serie (hay doce de las catorce), que vio los ires y porvenires de todo tipo de gentes hasta 1984, cuando se retiraron del bar. Tras unos cuantos años siendo minuciosamente restauradas, las caras de Marilyn, Ava, Lola, Mick y Elvis vuelven a sonreír para el público madrileño.
Hasta el 24 de septiembre, el centro cultural Serrería Belga acoge Costus: Vía Láctea, la primera muestra que recoge, casi al completo, esta emblemática serie (hay doce de las catorce), que vio los ires y porvenires de todo tipo de gentes hasta 1984, cuando se retiraron del bar. Tras unos cuantos años siendo minuciosamente restauradas, las caras de Marilyn, Ava, Lola, Mick y Elvis vuelven a sonreír para el público madrileño.