El pasado fin de semana pusimos rumbo a L’Hemisfèric de Valencia para celebrar la quinta edición de Clec Fashion Festival. Más sostenible que nunca, su última convocatoria sumó tanto a diseñadores emergentes como consolidados en una programación muy completa con un objetivo claro; celebrar el talento nacional y poner en valor las sinergias entre creativos. Desde figuras habituales del festival como Ágatha Ruiz de la Prada y Dolores Cortés a perfiles que se subían a la pasarela por primera vez como Modis Studio, jóvenes y consagrados volvieron a darse la mano en la capital valenciana.
Alineo Studio, la firma que hace unos días se hacía con el premio Allianz EGO Confidence in Fashion en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, tampoco quiso faltar a esta cita que sigue consolidando su presencia en el mapa de la moda nacional, y aprovechó para mostrar a los allí presentes su nueva colección, Aura. Bibencia, por su parte, presentó su propuesta más íntima hasta la fecha, haciendo del simbolismo y la nostalgia sus principales protagonistas. Los desfiles se acompañaron de distintas intervenciones artísticas y DJ sets, haciendo de L’Hemisfèric un hervidero de creatividad y energía.
Desde que Clec Fashion Festival debutase en Valencia hace cinco años, no hemos dejado de responder a su llamada para conocer las novedades que han ido implementando en cada nueva edición. Y después de haber formado parte de su última convocatoria el pasado 20 y 21 de septiembre, podemos confirmar que en esta ocasión la atmósfera se sentía diferente, más íntima, más auténtica. El evento, convertido en un punto de encuentro para diseñadores emergentes y consolidados, tenía un propósito claro, demostrarnos que la moda puede y debe cambiar.
No es casualidad que el verde, color protagonista de su última edición, sea el tono que mejor representa la identidad de este proyecto que apuesta por una moda más consciente. Metanoia, el tema central elegido por la organización para esta temporada, no podía ser más acertado. Este término, que alude a una transformación profunda, no solo en la industria, sino en cómo entendemos la moda y el impacto que puede tener en el mundo, condensaba a la perfección la esencia del festival liderado por Miquel Suay, impulsor y director del Clec.
El viernes 20 de octubre, Clec abría sus puertas para darnos la bienvenida a Elevator Pitch Mornings, una iniciativa con la que los participantes de esta edición tuvieron la oportunidad de mostrarnos un adelanto de lo que veríamos en pasarela horas más tarde. La apertura oficial corrió a cargo de Power Dance Studio, quienes regalaron a los asistentes una estupenda actuación de danza antes de pasarle el testigo a los tan esperados desfiles. Fue ahí cuando Clec Fashion Festival cobró vida. Dieciséis diseñadores emergentes, algunos agrupados en el Colectivo Sostenible, compartieron su visión del futuro de la moda a través de propuestas frescas cargadas de significado y reivindicación, abanderando la sostenibilidad y demostrando que la moda ética no está reñida con el diseño. Luego le llegaría el turno a Dolores Cortés, quien nos transportó al mundo marino con su nueva línea de moda-baño, más atrevida y moderna.
Modis Studio, la marca dirigida por Pablo Carcasona, subió la apuesta con su colección Too Much, irreverente y muy sexy, inspirada en la rebeldía y haciendo homenaje a las mujeres de su vida. Mini vestidos, arneses, máscaras de látex y denim hicieron de este desfile un espectáculo en mayúsculas. Los fashion shows dieron paso entonces a un DJ set que transformó el epicentro del Clec en una fiesta underground. Un aplauso para Dolça VaLewen, Neowarras Party y El Gitano del Futuro, que nos hicieron darlo todo en la pista de baile improvisada.
La segunda jornada arrancó con una charla, Fashion Gastro, en la que expertos en moda, tendencias y comunicación como Tony Glenville debatieron sobre las propuestas emergentes más atrevidas, que momentos después tomarían la pasarela para mostrar ejercicios de patchwork y upcycling muy bien resueltos. Más de quince colecciones desfilaron por la Ciudad de las Artes y las Ciencias hasta que le llegó el turno a Genis Betrian, quien puso el broche de oro con una colección inspirada en el mundo del techno y las bodas. Sí, has leído bien. La combinación, cuanto menos peculiar, resultó en una propuesta equilibrada muy aplaudida por el público. No faltaron imprescindibles de Clec como Ágatha Ruiz de la Prada, con un desfile lleno de color y alegría, y Jaime Piquer, con una colección de lo más sofisticada que incluía referencias a Balenciaga y Dior.
Lis Domínguez, la diseñadora al frente de Alineo Studio, presentó su colección Aura días después de alzarse con el premio Allianz EGO Confidence in Fashion en la Semana de la Moda de Madrid. Con Lana del Rey como banda sonora, las modelos desfilaron por la pasarela como sirenas luciendo accesorios de vidrio borosilicato creados en colaboración con Blessed Glass Studio. Bibencia despidió la jornada de desfiles con su colección Yaya, rindiendo homenaje a las abuelas, mezclando lo vintage con lo contemporáneo.
Antes de poner rumbo al after party de clausura a cargo de la DJ Patricia Lint, tocaba reconocer el trabajo de los participantes con la entrega de los Clec Superstars Awards. Se entregaron seis galardones, y el de Mejor Diseñador Emergente fue a parar a manos de Isabel Jordá y su colección My Waste. La propuesta de Jordá apostaba por la fluidez y el movimiento, inspirándose en su pasión por la danza. Llegó entonces el momento de decir adiós a Clec, o mejor dicho, hasta luego, ya que el festival ha prometido volver pronto con una nueva edición. Seguiremos informando.