La ausencia de límites en el arte contemporáneo, junto con el abandono de las normas clásicas aplicadas hasta el momento en el tratamiento de la cerámica, ha propiciado el presente uso que las nuevas generaciones están dando a este material en todas sus variedades. Ofrecen resultados que nos permiten ver una técnica, que se remonta al año 400 a.C., desde una perspectiva totalmente renovada, y así la funcionalidad de las piezas, en estos casos, se vuelve irrelevante para dar paso a obras con la misma carga artística que pueda tener una pintura o una escultura de bronce.
Tal y como afirmaba en un artículo la editora especializada en arte, Francesca Gavin: “Una de las razones del creciente interés en la cerámica que estamos experimentando, es debido a una búsqueda de la autenticidad.” Y añade: “En un mundo asfixiado por la tecnología nada se siente más genuino y humano que la vuelta a la arcilla”. Los artistas buscan constantemente nuevos materiales con los que trabajar y nuevas formas de interactuar, por eso muchos de los que trabajan la cerámica toman técnicas milenarias y las llevan al extremo, investigan las propiedades y el comportamiento del material, produciéndose un acercamiento a la escultura experimental a través de la cerámica. Aprovechando las ricas posibilidades que ofrece la cerámica, tratan de sacar el máximo rendimiento de la misma, aunque ello suponga romper las reglas en las que se encontraba encasillada.
La influencia de la cerámica estos días no solo la vemos en la escultura o instalaciones artísticas, sino que se extiende a ámbitos como la joyería contemporánea, con interesantes propuestas como las de Olivia Monti, a través de la creación de joyas de porcelana de gran complejidad, o Andrés Gallardo con sus deconstrucciones y reutilización de piezas antiguas. Incluso Raf Simons, que tras graduarse en diseño industrial se dedicó durante un par de años a la compra-venta de cerámicas, convirtiéndose posteriormente en un gran coleccionista, en su colección para Jil Sander de la primavera/verano 2009 se inspiró claramente en la obra del ceramista francés Pol Chambost. “Lo más admirable es ver como la asociación de ingredientes muy simples – arcilla, agua y fuego – pueden dar lugar a piezas excepcionales” afirmó Simons.
Atrás quedó su faceta puramente funcional, propiciando que el éxito de estas nuevas obras no se encuentre supeditado al material o a la destreza mostrada en su ejecución, sino más bien a su capacidad de comunicación, su relevancia visual y peso conceptual.

Sevak Zargarian

Andrés Gallardo


Miju Lee

Francesco Ardini

Edmund de Waal

Ron Nagle

Sophie Woodrow

Cynthia Lahti


Christina Schou Christensen

Susan Phillips

Jamie Bates

Jennie Jieun Lee

Katherine Wheeler

Merete Rasmussen

Lidia Kostanek

Olivia Monti

Peter Shire

Tanata ceramics


Johannes-Nagel

Takuro Kuwata

Joey Watson

Alasdair Nelson

Katy Krantz

Aneta Regel Deleu

Brett Freund

An Talla Solais

Michal Fargo

Beverly Mayeri

Roland Brice (Raf Simons private collection)