En solo un año, los integrantes de Carolina Durante han pasado de dormir en el camping del FIB a formar parte del cartel del 2018 y con solo un tema publicado ya estaban confirmados en el Bilbao BBK Live. Serán sus letras cantadas sin tapujos, sus riffs rápidos y concisos, su actitud fresca, fuerte y descarada, los videoclips que acompañan a cada una de sus canciones o una mezcla de todo. Lo mejor para sacar tus propias conclusiones será escucharlos y verlos en directo, pero puedes conocerlos mejor leyendo esta entrevista.
Juan Pedrayes (baterista) y Mario Del Valle (guitarrista) ya nos sonaban de Axolotes Mexicanos, pero junto a Diego Ibáñez (cantante) y Martín Vallhonrat (bajista) nunca habían hecho nada. Sus influencias pasan por The Jesus and Mary Chain, Parálisis Permanente, Joy Division o Los Nikis. Han homenajeado a estos últimos con un single que está dentro de su segundo EP, Examiga (Sonido Muchacho, 2018), recién publicado: si los de los ochenta hacían una sátira de la España del momento en El imperio contraataca, Carolina Durante han adaptado la broma a nuestro siglo bajo el título de Cayetano. Este ya se ha clasificado como himno generacional, pero La noche de los muertos vivientes, Niña de Hielo o Verano, Ornitofilia, entre otras, no se quedan atrás. Hablamos con ellos sobre esto, sus vivencias este último año, sus gustos, las letras cursis de Diego o sobre qué une a todas las bandas de Malasaña.
¿Quiénes sois Carolina Durante? Además de hacer conciertos y componer temazos, ¿a qué dedicáis vuestro tiempo?
Juan trabaja en cocina para los hoteles NH, Diego estudia INEF en la Universidad Politécnica de Madrid, Mario terminó antropología y ahora le está dando por hacer ropa, y Martín está terminando los estudios de interpretación después de haber hecho Filosofía.
El año pasado publicasteis vuestro primer trabajo, Necromántico, de la mano del sello madrileño Sonido Muchacho, y desde entonces no habéis parado: habéis sonado en televisión, habéis hecho muchos conciertos, algunos compartiendo escenario con grupos como Los Punsetes, de los que erais fans antes. ¿Qué ha significado este año para vosotros?
La verdad es que ha sido un año bastante alucinante. Empezamos esto sin mayor pretensión que tontear con la música, ya que ninguno antes había tenido grupo, apenas sabíamos tocar y nos picaba el gusanillo. Simplemente que se interesase Sonido Muchacho por nosotros tan pronto fue una sorpresa, pero vernos después de pocos meses tocando en el Ocho y Medio con Punsetes, que nos confirmasen para el BBK Live con un tema publicado o ver que nuestros temas suenan en Fariña… se ha ido todo un poco de madre. Y nosotros encantados.
Para conoceros un poco más, ¿nos podríais recomendar un libro, un disco y una película que os haya marcado o hayáis descubierto últimamente?
Martín: Un libro que conseguí hace poquito pero que llevaba buscando desde hace tiempo es la biografía de Klaus Kinski, Yo necesito amor, y es una barbaridad en todos los sentidos. Posiblemente el disco que más haya escuchado estos últimos años sea el Relationship of Command, de At The Drive-In. Una peli, Amour, de Haneke es lo que me viene ahora mismo a la cabeza.
Mario: Yo voy a recomendar Alguien voló sobre el nido del cuco, de Ken Kesey, porque me petó la cabeza al leerlo. Uno de mis discos favoritos es La Leyenda del Tiempo, de Camarón, los más grandes. Y una peli, Waterworld, de Kevin Reynolds, porque me gustan el mar y los paisajes post-apocalípticos.
Diego: lo que más me ha flipado últimamente ha sido el libro Problemas, de Jade Sharma. Su primera novela y pff. Un disco, Hold On Now, Youngster, el primero de Los Campesinos. Tiene pila tiempo, lo sé. Y una película, Mommy, de Xavier Dolan.
Mario: Yo voy a recomendar Alguien voló sobre el nido del cuco, de Ken Kesey, porque me petó la cabeza al leerlo. Uno de mis discos favoritos es La Leyenda del Tiempo, de Camarón, los más grandes. Y una peli, Waterworld, de Kevin Reynolds, porque me gustan el mar y los paisajes post-apocalípticos.
Diego: lo que más me ha flipado últimamente ha sido el libro Problemas, de Jade Sharma. Su primera novela y pff. Un disco, Hold On Now, Youngster, el primero de Los Campesinos. Tiene pila tiempo, lo sé. Y una película, Mommy, de Xavier Dolan.
El hecho de que publiquéis EPs y singles crea mucho hype, y lo mejor es que cumplís las expectativas con creces. ¿Qué os atrae de este formato?
Básicamente eso, es un formato mucho más inmediato y nos permite publicar canciones más rápido. De todos modos, el LP también es un formato que nos apetece y que hasta ahora no tenía mucho sentido plantearse porque después del primer EP no teníamos suficiente material y teníamos muchas ganas de sacar lo que teníamos cuanto antes. Pero ahora ya pensamos en el largo.
Se han agotado las copias en vinilo de Necromántico. ¿Tenéis pensado publicar alguna tirada más, o quienes fuimos lentos tendremos que conseguir una copia ya revalorizada?
Pues en principio no, pero si le dais mucho la brasa a Luis a lo mejor.
Sin ánimo de delataros, en cada entrevista respondéis algo diferente a las preguntas típicas –el origen de vuestro nombre, en qué parte de Madrid habéis crecido, etc. Imagino que la promoción no es lo más divertido de tener una banda y, personalmente, creo que generar rumores alrededor de los grupos, a la larga crea un misterio bastante divertido. Dicho esto, ¿a qué chica le habéis robado el nombre y el apellido? ¿En qué zona de Madrid habéis pasado más tiempo: en las alternativas calles de Malasaña o en el refinado distrito de Moncloa?
Con respecto al nombre del grupo, la verdadera historia es que Carolina Durante es un amor veraniego de Mario de la adolescencia. Como no tenían móvil ni nada ahí quedó, y le pusimos el nombre al grupo a ver si logran (y quieren) recuperar el tiempo perdido (por ejemplo). En cuanto a los barrios, en conjunto seguramente hayamos pasado más tiempo por Malasaña y alrededores porque es por donde salimos –y la zona por la que viven Diego y Martín. Pero bueno, Mario y Diego fueron al colegio por Moncloa y Juan vive por ahí cerca como gran parte de los estudiantes no-madrileños de Madrid. Ahora bien, igual pasaos un día de estos que haga bueno por la 2 de Mayo para ver lo ‘alternativo’ que es Malasaña y tomaos una leche de pantera para ver lo ‘refinado’ que es Moncloa.
Con vuestro hit Cayetano habéis hecho un homenaje precioso a Los Nikis. Para quien no la haya escuchado todavía, y aunque lo mejor es hacerlo, ¿podéis contar vosotros mismos de qué va, tanto la canción como el videoclip?
La canción y el videoclip son una sátira, una caricatura. Tanto el tema como el video son bastante explícitos, qué más hay que decir.
El imperio contraataca fue un himno del que se apropiaron miembros de la ultraderecha española sin entender que Los Nikis no habían hecho un homenaje a España, sino una letra paródica sobre el imperio español. ¿Creéis que puede pasar lo mismo con Cayetano, y que la coreen los fans de Taburete y votantes de Ciudadanos?
Claro que la gente de la que hablamos en Cayetano puede llegar a corearla. De hecho, lo hacen.
Diego, hace un tiempo dijiste que en las canciones escribes sobre cosas que te pasan, pero, al ver que os escuchaba tanta gente, igual empezabas a cortarte más, al menos en el plano romántico. ¿Se te ha pasado un poco el pudor? Estaría bien, porque has escrito cosas tan bonitas como ‘solían gustarme cuando estaba contigo, hasta las putas gaviotas’.
Muchas gracias, la verdad es que cuando escribí esa letra no pensaba que la fueran a escuchar tantas personas (joder, ¡ha sonado en Fariña!). Yo no sé escribir, y de repente el tener que hacerlo para que esto siga hacia adelante y hacerlo sabiendo que va a llegar a bastantes personas es complicado. Intento hacerlo no pensando en ello, escribiendo lo que me sale, me emociona y gusta, pero sí es verdad que ahora es imposible no comerse más la cabeza. Soy un cursi, así que en ese aspecto no preocuparse (risas).
A día de hoy, si solo tuvierais en cuenta las canciones que tenéis grabadas, vuestros directos durarían una media hora. Así que, ¿cómo articuláis vuestros conciertos? ¿Os gusta tocar versiones?
En los conciertos tocamos muchas canciones que no tenemos grabadas pero que tenemos intención de grabar, además de cosas nuevas que vamos componiendo y probando. Y sí, nos gusta bastante tocar versiones en los conciertos, pero nada por ahora que nos hayamos planteado como algo serio, sino canciones que nos gustan y nos motivan y creemos que el público puede reconocer y bailar.
A menudo se habla de la escena musical de Malasaña como si fuera un género musical en sí, pero, venido de allí podemos escuchar pop, rock, folk, punk o garage. ¿Qué pensáis de esa etiqueta? ¿Es el ambiente o las ganas de ‘hacerlo tú mismo’ lo que os hace tener tanto en común con bandas tan diferentes?
Es cierto que aquello a lo que llaman escena de Malasaña engloba muchos estilos musicales que no tienen que ver los unos con los otros y es curioso ver cómo grupos de diferentes estilos comparten un mismo público. Al final creemos que el denominador común es que todos estos grupos tienen la libertad de hacer su música como les de la gana y eso está muy bien.
Luis Fernández, vuestro jefe en Sonido Muchacho, toca en Los Punsetes, Juventud Juché y Cosmen Adelaida, bandas ya consolidadas del panorama indie nacional. ¿Creéis que el hecho de que conozca ese lado del escenario influye en su manera de trabajar?
Ojalá Luis fuese nuestro jefe y nos pasase una nómina todos los meses, nos ahorraríamos mucho papeleo. Pero sí, lo ha estado y lo sigue estando, así que sabe de qué va la cosa cuando vas a dar un concierto, y eso siempre es bueno.
Por último, vuestro verano va a avanzar de festival en festival. ¿Con quién os hace ilusión compartir escenario? Y, mirando más allá, ¿qué planes tenéis para la vuelta al cole? ¿Podremos veros en salas?
Tenemos muchas ganas de tocar con Él Mató a un Policía Motorizado en el Zaragoza Feliz Feliz porque para nosotros son una gran referencia y además vienen de lejos. El cartel del BBK también viene potente, tocar el mismo día que My Bloody Valentine y King Gizzard and the Lizard Wizard o The XX es una pasada. Y siempre podréis vernos en salas (si las salas quieren).