Desde la última vez que charlamos con Jordi Calvet, fundador y director de estrategia de Brutus, han pasado nada más y nada menos que ocho años. Casi una década en la que su proyecto, materializado en forma de una cerveza elaborada con ingredientes de máxima calidad, no ha dejado de evolucionar para ofrecer a los consumidores una experiencia única. Desde una identidad de marca muy potente que se traslada a su botella, galardonada con el Premio ADI FAD por su diseño y a la que Calvet se refiere como “nuestro icono”, hasta el reciente lanzamiento de su nueva página web, en la que la sensibilidad y la imaginación son clave. Hablamos con el emprendedor sobre el camino recorrido y los retos que tienen por delante.
Mahou San Miguel se interesó por Brutus, el proyecto capitaneado por Jordi Calvet que desde su lanzamiento entendió, cuidó y comunicó como “un elemento vivo”, cuando la marca apenas tenía tres años de vida. Años más tarde, la compañía líder del sector cervecero en España decidía ir un paso más allá con la adquisición de la totalidad del negocio, respetando en todo momento la identidad que Brutus ya había construido y favoreciendo las sinergias entre ambas partes en un perfecto equilibrio de fuerzas que les traería muchas alegrías. Pero, ¿cómo haces que los gigantes de una industria tan competitiva como la cervecera se interesen por un proyecto que emprendiste desde la ilusión y el entusiasmo? ¿Qué es lo más difícil en el proceso de construcción de una marca? ¿Y cómo se genera comunidad? Jordi responde.
Jordi, ¡bienvenido de nuevo a METAL! Cuéntanos, ¿cómo estás y desde dónde nos respondes?
Hola, muy bien, muchas gracias. Os escribo desde Madrid, que es donde vivo actualmente.
Cuando hablamos allá por 2016, hace nada más y nada menos que ocho años, en esta entrevista, llevabas apenas año y medio comercializando tu pequeño gran proyecto, Brutus. Una cerveza elaborada con ingredientes de máxima calidad, pero a la vez muy equilibrada y muy fácil de beber. Cuando piensas en esa etapa, en el origen de todo, ¿qué es lo primero que se te viene a la mente? ¿Fueron momentos ilusionantes, complicados, o hubo un poco de todo?
Lo primero que me viene a la cabeza es nostalgia. Fue una etapa muy potente e irrepetible, llena de ilusión, energía, creatividad, etc. Empezamos de cero con todo por hacer y definir, desde la fórmula de la cerveza y su gusto, a cómo queríamos que fuera nuestra marca y cómo sería su aportación en el inmenso mercado cervecero. La verdad es que guardo un gran recuerdo de esta época, no solo en lo profesional sino también en lo personal.
La imagen siempre ha sido uno de los principales activos de Brutus, ofreciendo un branding muy bien definido con el que diferenciarse de sus competidores ofreciendo algo nuevo en el sector. ¿Cómo se ha transformado a lo largo de los años?
Siempre digo que las marcas son elementos vivos como las personas, que evolucionan y tienen que evolucionar... Lo más importante en esta evolución es que la esencia, los valores, la coherencia en el discurso y la personalidad sean pilares sólidos, porque desde ahí se genera la credibilidad, que es la base de cualquier marca o persona.
Tengo entendido que desde hace cinco años vuestra cerveza se elabora en las modernas instalaciones que tiene San Miguel, ¿cierto? 
Sí, ¡así es! Desde que Mahou San Miguel compró Brutus, fabricamos en instalaciones de la compañía, lo cual es muy relevante, ya que nos da una capacidad de producción muy alta y también una gran seguridad en cuanto a la calidad de la cerveza y los ingredientes que configuran la elaboración. Para nosotros es fundamental la calidad de las materias primas para la elaboración de nuestro producto, ya que por concepto y posicionamiento nuestra cerveza es de máxima calidad. Es muy difícil conseguir hacer una cerveza lager equilibrada y que guste a todos los paladares, este es un reto que nos propusimos desde el primer día y, gracias a la profesionalidad, la calidad y la tecnología de la compañía Mahou San Miguel, hemos conseguido elaborar un líquido impecable. 
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Hace exactamente dos años, en noviembre de 2022, Mahou San Miguel adquiría el 100% de Brutus, después de haberse hecho con el 70% de la compañía tres años antes. Estamos hablando del líder del sector cervecero en España, ¿cómo se tradujo la adquisición en la práctica? ¿Ha cambiado todo mucho desde que emprendiste el negocio en 2015?
¡Sí! Ha cambiado muchísimo… Formar parte de una compañía tan grande como Mahou San Miguel te pone en otro plano. Cuando adquirió la primera parte de Brutus, ¡la marca tenía apenas tres años! Esto es un hito muy importante para Brutus. Por así decirlo, estamos todavía en proceso de integración. Construir una marca sólida en un sector como el cervecero, que es tan enorme y con tanta competitividad, es una cosa muy difícil. Requiere tiempo y a la vez mucha asertividad en todos los sentidos. Lo bueno es que nuestros valores y nuestra visión son exactamente los mismos que el primer día y esto creo que nos da mucha credibilidad. Prestamos mucha atención a todo lo que hacemos a nivel de construcción de marca, y somos muy exigentes con ello. Esta especie de obsesión y pasión es parte de la clave del valor diferencial que tiene la marca.
Independientemente de la familia adoptiva con la que resida Brutus, lo que está claro es que la estética sigue siendo uno de vuestros fuertes. Vuestra nueva web así lo demuestra, ¡es preciosa! Me atrevería a decir que estamos ante la página web más bonita de toda la industria cervecera. ¿Lleváis mucho tiempo trabajando en ella?
¡Muchas gracias, es un gran halago! Como te decía, creemos firmemente en la sensibilidad y la imaginación a la hora de construir, es nuestra manera de expresarnos, pero también de mostrar respeto a nuestros clientes y consumidores. Tengo la suerte de tener un equipo muy unido y fantástico de muchísima calidad, nos esforzamos mucho diariamente para llevar a cabo nuestra visión de qué queremos ser en el sector cervecero.
Incorporando una estupenda selección de fotos al más puro estilo editorial de moda, la web ofrece información detallada de vuestro producto y cuenta con una sección de films, una galería y un apartado específico dedicado a eventos. ¿Qué buscáis con esta nueva web? ¿Qué os gustaría que sintiesen aquellos que se adentran en este portal por primera vez?
En cierta manera, nuestra web es nuestra casa. Queríamos generar un espacio donde te sientas claramente en el universo Brutus y que este sea muy reconocible. Que transmitiera claramente nuestra visión de marca. Nosotros trabajamos mucho el contenido de la marca y además lo hacemos desde un plano muy amplio. La web es el sitio perfecto para poder mostrar todo esto y para poder hacer, como digo yo muchas veces, que la marca hable.
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Y si ponemos la mirada en la estética, no podemos dejar de hablar de vuestra botella, que se alzó con el Premio ADI FAD en junio por su diseño. ¿Por qué es tan importante este elemento dentro de vuestra marca y cómo conseguís posicionaros en la mente de los consumidores a través del mismo?
¡Sí! La verdad es que fue una gran alegría, un gran hito para nosotros también. Aprovecho para agradecer una vez más a los miembros del jurado de los Premios ADI FAD por este gran reconocimiento, pero también a toda la gente que ha formado parte del proceso de elaboración de la botella. La botella es nuestro icono. Es la base desde donde hacemos tangible nuestro discurso y es el elemento que ponemos en las manos de la gente, nunca mejor dicho. El proyecto de poder tener un envase personalizado y único ha sido primordial, y llevábamos mucho tiempo trabajándolo desde nuestra entrada en Mahou. Estamos muy contentos de haberlo hecho realidad y de la aceptación que está teniendo en el mercado. Personalmente, estoy muy contento de haber podido hacer una botella como la que tiene Brutus.
Desde Brutus nos apoyasteis en nuestro primer ACERO en Madrid, ¡gracias!, celebrado hace unos meses en el Cupra City Garage y donde los asistentes pudieron disfrutar de vuestra deliciosa cerveza. ¿Es importante para vosotros vincular la marca a la escena creativa nacional? ¿Cómo lo conseguís?
¡De nada! Es siempre un placer podernos vincular a vosotros y trabajar conjuntamente. Sí, es importante porque forma parte del discurso de la marca. No siempre conseguimos hacer todo lo que nos proponen porque somos una marca pequeña y no podemos llegar a todo, pero hacemos grandes esfuerzos para poder apoyar sobre todo las propuestas creativas hechas con pasión y sensibilidad.
¿Y cuáles son los retos que tenéis por delante en 2025? ¿Algo que nos podáis adelantar?
2025 va a ser un año clave para nosotros. Queremos acelerar a nivel comercial y continuar evolucionando y mejorando nuestra construcción de marca. Tenemos muchas expectativas puestas en ello y mucha ilusión. ¡Lo que te puedo adelantar es que vamos a poner todo nuestro empeño para conseguirlo!
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