Cuando ya estábamos cansados de ver a todo el mundo con los mismos estampados, llegan las chicas de BaTabasTa, Clara y Leticia, y con su universo de camisas funky con un rollazo increíble no hacen más que incrementar nuestros deseos de que llegue pronto la primavera y ponernos una camisa distinta cada día.
A caballo entre Asia y Europa y con seguidores por medio planeta en tiempo record, nos cuentan todos sus secretos, como es su día a día en Shanghái e incluso que se atreverían con el reto de diseñar los uniformes a algunas de las marcas más institucionalizadas de nuestro país. Good luck with that girls!
¿Cómo se juntan dos españolas en Shanghái y crean BaTabasTa?
Clara y yo trabajábamos en el estudio de Agatha Ruiz de la Prada, ella como diseñadora gráfica y yo como responsable de marketing internacional, lo que me llevó a mudarme a Shanghái hace ya siete años. He estado entre los dos continentes desde entonces, y en un momento dado a Clara le surgió la posibilidad de trabajar en Asia. Estando las dos aquí, era cuestión de tiempo que decidiéramos emprender un proyecto juntas.
BaTabasTa, un nombre muy pegadizo y divertido. ¿Cómo surge la brillante idea de llamarlo así?
De entre las mil ideas que se nos ocurren al mes (risas), el año pasado nos dio por las batas. Volvíamos de un viaje a Cambodia con unas amigas y nos encantaron las batas que tenían en el hotel para ir a la piscina o estar en la habitación y pensamos que nos las habríamos comprado porque no es fácil encontrar batas bonitas de algodón. Ya de vuelta en China nos pusimos a elucubrar: ¡Vamos a hacer batas de seda, con estampados de jungla, con vírgenes, constelaciones…! Y lo primero que salió fue el nombre: BaTabasTa. Decidimos conservarlo al presentar nuestra primera mini colección de camisas y así se quedó. Que conste que ahora estamos concentradas en las camisas, pero el proyecto de las batas sigue ahí porque no hay nada más elegante y gustoso al vestir que una bata bonita.
La camisa, en ocasiones, puede llegar a ser una prenda demasiado formal, sin embargo vosotras le dais un twist y jugáis con la comodidad de la prenda añadiéndole un toque de frescura y buen rollo con vuestros estampados. ¿Cómo os distéis cuenta de que existía este nicho en el mercado de camisas?
Nos dimos cuenta cuando presentamos nuestra primera colección y la gente estaba entusiasmada con el hecho de encontrar unas camisas con un patrón favorecedor y estampados originales. No esperábamos una respuesta tan contundente, y sobre todo entre los chicos que no hacían más que pedirnos camisas con los estampados que en principio habíamos hecho para chica. Empezamos a investigar un poco online y nos dimos cuenta de que no existía ninguna marca como la nuestra, que pudiera abarcar el gusto de alguien más conservador y de alguien más moderno. La camisa es una prenda clave, muy versátil y estilosa. Trabajamos mucho para que nuestros patrones y estampados sean favorecedores.
Vivís, diseñáis y producís en Shanghái, ¿creéis que tiene más ventajas o más inconvenientes? y ¿cómo es vuestro día a día en la ciudad más poblada de China?
Este año está siendo una locura de trabajo. Subidas a nuestras motos todo el día, de un lado para otro, así que nos viene muy bien estar en Shanghái, lugar en el que puedes hacer de todo cualquier día de la semana y prácticamente a cualquier hora. Si un domingo necesitas comprar tejido, hablar con el sastre o imprimir mil etiquetas puedes, y ahora mismo no tenemos tiempo que perder. Shanghái es una ciudad con mucha energía y sobre todo es un puerto internacional por el que pasa gente de todo el mundo y eso nos es vital. No es fácil trabajar aquí pero es muy divertido e interesante, aunque exasperante muchas veces también. A medida que el mercado europeo vaya creciendo y tengamos que pasar más tiempo en Europa, nos gustaría poder empezar a producir allí también, así que ya estamos buscando fábricas.
Comenzasteis vuestra andadura en 2012 y solamente un año más tarde ya recibíais peticiones de todos los rincones del planeta, ¿cuál es vuestro secreto?
Empezamos a vender a nuestros amigos, luego a amigos de amigos y como estamos en una ciudad que se mueve tanto y donde la gente es de todas partes, rápidamente esos amigos y demás clientes nos dieron a conocer en varios países. Otros vieron una foto que les gustó en redes sociales, la verdad que está saliendo todo de una manera muy natural. Llevar trabajando tantos años en moda es también una ventaja, por la experiencia y por todos los contactos interesantes desperdigados por el mundo que tenemos en nuestra agenda secreta (risas). Trabajamos una imagen de marca fresca, positiva, estamos constantemente viajando, conociendo a gente muy interesante y somos esponjas de todo lo que vemos y oímos. Al mismo tiempo nos importa muchísimo la calidad de nuestro producto. Queremos que la gente se vea genial cuando se ponga una BaTabasTa. Pero lo más importante es, sin duda, que disfrutamos creando BaTabasTa y cuando uno disfruta y cree 100% en lo que hace, se nota.
Siendo Clara diseñadora gráfica, ¿diseñáis vosotras los estampados o conseguís encontrar tejidos tan divertidos en ferias textiles?
Clara diseña muchos de los estampados de las colecciones, y por otro lado, pasamos mucho tiempo buscando tejidos que nos gusten, pero no vamos a ferias, ¡somos rastreadoras profesionales de mercados textiles! También encontramos tejidos en nuestros viajes. Yo soy medio japonesa así que paso mucho tiempo en Tokio y allí se encuentran maravillas. En verano sacaremos un estampado en colaboración con el diseñador gráfico español, Jaro, que va a ser un hit y nuestra intención es seguir colaborando con artistas temporada tras temporada.
Además de camisas, ¿habéis pensado en lanzaros a hacer otro tipo de prendas y accesorios?
Sí, también tenemos una pequeña colección de bisutería y estamos viendo la posibilidad de hacer cascos para moto. Nos encantaría sacar un perfume, camisas para niños, una línea para mascotas… pero para estos proyectos esperaremos a toparnos con el socio o licenciatario adecuado. Una vez tienes un estilo reconocible, estampados bonitos y comerciales, y una buena imagen de marca, sabes que puedes hacer casi cualquier cosa si lo haces con ilusión y cabeza.
El hecho de que seáis dos quienes estáis detrás de este proyecto y con perfiles profesionales muy diferentes, ¿creéis que lo enriquece?
¡Por supuesto, menos mal que somos dos y menos mal que nuestros perfiles son diferentes! Lo interesante de este proyecto es que hemos podido aplicar nuestra experiencia y nuestro instinto a la vez que nos ha dado la posibilidad de desarrollar facetas profesionales que no habíamos explotado. A mí me encanta trabajar en la imagen de marca, las campañas etc. Y Clara está involucrada en toda la estrategia comercial y en la negociación de contratos, así que aunque cada una se ocupa de su campo, somos socias y lo hacemos todo de manera consensuada. Después hay campos como el patronaje o la producción textil, que aunque son sectores con los que estamos familiarizadas al haber trabajado con otras marcas de moda, es algo que ninguna de nosotras había hecho anteriormente.
¿Cómo lo estáis haciendo ahora, lanzáis colecciones por temporadas o por el contrario vuestras colecciones son más atemporales y vais sacando nuevos diseños según los producís?
La idea es que nuestras camisas sean atemporales, no una prenda que en un año pase de moda y que ya no quieras ponerte. Procuramos hacer prendas que dentro de diez años te sigan encantando. Por eso vamos sacando nuevos modelos cuando encontramos lo que nos gusta. No queremos meter paja por tener que sacar una colección a tiempo.
¿Cuáles son vuestras principales fuentes de inspiración a la hora de elegir colores, motivos, patrones...?
Nos gusta mucho recuperar el espíritu de las cosas antiguas y darles un toque, un giro más contemporáneo o futurista. Reinterpretar los motivos clásicos de la Toile de Jouy, estampados con simbologías ocultas y no tan ocultas, lo místico, lo liviano, los animales, los dinosaurios, los aliens, la Virgen… Además en nuestro día a día hay muchas cosas que nos inspiran, desde lo que encontramos en internet a una película, una fiesta, una exposición, catálogos muy kitsch de proveedores chinos con los que nos hemos topado y un largo etcétera.
También diseñáis uniformes para hoteles, clubs, restaurantes... suena divertido. ¿Os resulta más complicado cuando tenéis que diseñar por encargo?
¡Nos encantan estos proyectos! De momento hemos hecho uniformes para locales con los que compartimos bastantes referencias estéticas y culturales, así que no nos ha resultado difícil, además ha sido y es genial porque seguimos trabajando con algunos en la imagen de nuevos locales. Lo que sería un desafío es hacer los uniformes para grandes grupos como El Corte Inglés, Iberia o Renfe. Serían los mejor vestidos de Europa. ¡Nos encantaría! (risas).
¿Cómo es la tribu BaTabasTa?
¡Disfrutona y molona, de todos los colores y sabores! ¡Nos gusta mucho el día y la noche también! (risas).
En estos momentos, ¿qué entra dentro de los planes de futuro de BaTabasTa?
¡No morir en el intento!