La autora e ilustradora Bàrbara Alca, especializada en retratar la esencia de la generación millennial, acaba de lanzar el minicomic Llámame feminazi. En su universo visual protagonizado por pizzas y animales antropomórficos que representa a la perfección el dicho de me río por no llorar, hablamos sobre referencias, proyectos y cómo sobrevivir siendo mujer y artista en el incómodo mundo actual.
¿Cómo es trabajar de ilustradora independiente en Barcelona, especialmente con relación a tu ciudad natal, Mallorca?
Creo que empezar una carrera como ilustración por cuenta propia desde Barcelona o Madrid es mucho más sencillo que hacerlo desde Palma de Mallorca u otra ciudad con menos movimiento. Al fin y al cabo cuando empiezas, a menudo tienes que ir haciendo equilibrios con otros trabajos de supervivencia, y al menos antes de la pandemia había bastante oferta en estas dos ciudades; además de la cantidad de eventos, ciclos, festivales y spots que necesitan la mano de ilustradores.
También siento que, desde las propias islas, existe un poco de resistencia a dar posibilidades a creativos locales, por ejemplo, cuando contratan a una agencia de Barcelona para hacer una gráfica de un evento que sucede en la isla. Es una cosa que estaría bien poder cambiar.
También siento que, desde las propias islas, existe un poco de resistencia a dar posibilidades a creativos locales, por ejemplo, cuando contratan a una agencia de Barcelona para hacer una gráfica de un evento que sucede en la isla. Es una cosa que estaría bien poder cambiar.
Podríamos decir que tu estilo bebe principalmente de Bojack Horseman y de los cómics de Simon Hanselmann. ¿Qué puntos crees que tiene en común tu personaje Pizzachica con cada uno de ellos?
Creo que en algunas historietas de Pizzachica se puede ver el 'espítitu de lo punki' que se ven en las de Hanselmann (salvando las distancias, ya que en realidad he sido una persona tirando a moderada) y también se puede ver la autorreflexión que se da en los personajes de Bojack Horseman. Creo que, resumiendo, Pizzachica y toda la tropa (Papanazzi, Lobo Tommy, Perra2000...) están, del mismo modo, aprendiendo a interrelacionarse y a funcionar dentro del mundo. Mis historietas no dejan de tener una buena carga autobiográfica, así que ese balanceo se ha visto muy reflejado entre las épocas por las que yo misma estaba pasando.
¿Alguna referencia que te inspire últimamente? ¿Qué serie de animación es tu último descubrimiento?
Sigo a muchísimos ilustradores en Instagram y no podría decir cuál de todos me inspira más.
En cuanto a series de animación, durante la cuarentena vi The Midnight Gospel y la verdad es que me fascinó el concepto y el componente fantasioso que había en ella. Había tanta información en cada episodio que tenía que mirarlo dos veces para saber qué sucedía en la pantalla y qué relación tenía con lo que se decía en el diálogo.
En cuanto a series de animación, durante la cuarentena vi The Midnight Gospel y la verdad es que me fascinó el concepto y el componente fantasioso que había en ella. Había tanta información en cada episodio que tenía que mirarlo dos veces para saber qué sucedía en la pantalla y qué relación tenía con lo que se decía en el diálogo.
Tu trabajo como ilustradora abarca desde editoriales infantiles con publicaciones como Petit Sapiens hasta temáticas más adultas, como la colaboración con Vice y Joyclub sobre el sexting. ¿Qué disfrutas más de cada uno de estos tipos de públicos? ¿Con cuál te sientes más cómoda?
Diría que disfruto más cuando el público final es adulto por el hecho de ir con cero filtros, aunque sí es cierto que en ocasiones han decidido no contar con mis ilustraciones por el hecho de que estas son estéticamente infantiles.
Cuando he ilustrado proyectos infantiles, por ejemplo, como las colaboraciones que he hecho para Petit Sapiens o el cuento de Ella Fitzgerald de la colección Pequeña y Grande los he disfrutado muchísimo, pero sí es cierto que a menudo en ese campo me siento muy contenida, aun así me gusta dejar alguna broma o guiño para los papás dentro de las ilustraciones.
Cuando he ilustrado proyectos infantiles, por ejemplo, como las colaboraciones que he hecho para Petit Sapiens o el cuento de Ella Fitzgerald de la colección Pequeña y Grande los he disfrutado muchísimo, pero sí es cierto que a menudo en ese campo me siento muy contenida, aun así me gusta dejar alguna broma o guiño para los papás dentro de las ilustraciones.
Tienes una serie de ilustraciones que parten de artículos de opinión del New York Times, generalmente políticos. ¿Ha cambiado en algo tu percepción hacia la prensa desde que eres colaboradora de medios como El Jueves o El País?
La verdad es que no. En el aspecto político, es un tema que nunca ha faltado en mi casa, siendo de manera satírica o explicando nuestro punto de vista. Haber ilustrado para prensa ha sido algo dado por mi interés en la política y en la actualidad antes que a la inversa.
A nivel técnico creo que mi participación como ilustradora para prensa es el último paso de todo el proceso: yo ilustro a partir del artículo que alguien ha escrito. Sí que ha cambiado mi percepción hacia la prensa con las amistades cuya tarea es redactar. Me comentan que si tienen que hablar de esta noticia para patrocinar en realidad eso otro, que tienen que enfocarlo desde un punto de vista que no es el suyo porque es la filosofía de la revista o periódico... Yo no sabía que la prensa funcionara así (muy inocente por mi parte).
A nivel técnico creo que mi participación como ilustradora para prensa es el último paso de todo el proceso: yo ilustro a partir del artículo que alguien ha escrito. Sí que ha cambiado mi percepción hacia la prensa con las amistades cuya tarea es redactar. Me comentan que si tienen que hablar de esta noticia para patrocinar en realidad eso otro, que tienen que enfocarlo desde un punto de vista que no es el suyo porque es la filosofía de la revista o periódico... Yo no sabía que la prensa funcionara así (muy inocente por mi parte).
Tus propias experiencias son las que inspiran tu novela gráfica Pizzachica y las Lloronas, pero también a veces te sirves de tus redes sociales para comentar biografías graciosas de Tinder. ¿Consideras que el amor es uno de los principales motores de tu arte, o más bien la ironía de la vida amorosa?
A pesar de que siempre trato de reivindicar la figura de la mujer poderosa e independiente, yo por mi parte durante mucho tiempo fui una persona mega insegura. (¿En una sociedad capitalista? ¿Cómo?) Necesité constante aprobación externa, y era brutal que esta aprobación procediera de un hombre. Esa época afortunadamente ya pasó, aunque realmente quedaba con cada personaje que eran fuentes inagotables de viñetas, pero muy tóxicos. Te hubiera dicho un sí rotundo hace un año, pero ahora mi intención es mantener lo sassy del asunto y dar un giro opuesto con el resto.
Algunos de tus protagonistas son a veces objetos o animales, como es el caso de la propia Pizzachica. ¿Qué crees que te aporta como recurso plástico la personificación, así como la humanización de tus personajes en este sentido?
Creo que ganan en carisma, (risas). Además, cuando dibujas personajes con rasgos característicos como tener cara de lobo, orejas de y nariz de elfo, cara de pizza... es más fácil a la hora de reproducirlos varias veces, ya que si se comete algún pequeño fallo entre una viñeta y otra no se va a notar tanto. Al mismo tiempo es más fácil no caer en estereotipos cuando los personajes no son humanos.
Pizzachica lleva a cabo un retrato generacional de las relaciones contemporáneas, pero también de la precariedad. No obstante, las dificultades económicas no son un drama asociado únicamente a los millennials. ¿En qué crees tú que se diferencian del resto de generaciones a la hora de experimentarla?
Creo que viene un poco con las 'promesas'. A los millennials se nos estuvo diciendo desde siempre que si estudiábamos podríamos dedicarnos a lo que quisiéramos. Aunque no hubiera ninguna carrera que me llamara la atención (en Mallorca había poca oferta), mi única opción era elegir una random y licenciarme, nada de discutir (y así es como hice el primer año de Filosofía). Esta idea de que los estudios te abren todas las puertas sumado a que nuestros padres querían un trabajo en los ochenta y lo encontraban a la misma semana, hace que algunas personas de mi generación no hayan obtenido esa empatía y esa comprensión por parte de aquellos a quienes uno acude cuando necesita ayuda.
Los Z no tienen un panorama mejor, quizás con algo de suerte no se han topado con el discurso de 'si estudias podrás comprarte una casa'. Los Z lo tienen más asumido y tienen esa actitud de 'qué decepción pero cero sorpresa', que muchos millennials necesitamos.
Los Z no tienen un panorama mejor, quizás con algo de suerte no se han topado con el discurso de 'si estudias podrás comprarte una casa'. Los Z lo tienen más asumido y tienen esa actitud de 'qué decepción pero cero sorpresa', que muchos millennials necesitamos.
Recientemente has colaborado junto a la cuenta de Instagram Charcastrology ilustrando una cantante femenina para cada uno de los signos del zodiaco. ¿Cómo nació esa colaboración? ¿Quién decidió qué artistas utilizar para cada signo, y cuál es tu artista favorita de las que aparecen?
Pues la verdad es que me río muchísimo con todos los posts que hace Charcastrology, y le dije desde mi total admiración que me gustaría hacer una colaboración con ella. Ella y yo ya nos seguíamos en redes, y a ella le gustaba mucho una ilustración que yo había hecho de la cantante Lizzo, fue así como pensamos que podríamos hacer unos posts con estrellas pop como protagonistas y ella fue quien asignó el signo a cada una de ellas, como buena experta en astrología que es. De todas las que hicimos, mi favorita sería Lizzo, obvio.
¿Qué piensas del rechazo social hacia el fenómeno de la astrología?
Mi opinión es que los planetas y satélites que nos rodean pueden afectarnos, pero también siento que justificar con tu signo o con un planeta en retrógrado un comportamiento que quizás debería comentarse en terapia hace que este fenómeno se vaya desmereciendo un poco. Nadie quiere ver terminada una discusión con un "es que soy Géminis, deberías haberlo esperado". Creo que el horóscopo y las cualidades de cada signo pueden ser explicadas por el calendario. En el sentido de que una persona Capricornio, que haya nacido a primeros de enero (todo esto desde la perspectiva europea con las festividades propias), será menos egoísta porque le habrán hecho menos regalos (ese clásico juego de este regalo de reyes te vale también para tu cumple) y también será más responsable porque siempre ha sido el mayor de clase, o un Leo será más fiestero porque siempre hay vacaciones en la fecha de su cumpleaños.
Siendo que este año no se ha podido celebrar el 8M, ¿has tenido algún plan alternativo para reivindicar ese día?
Tengo que decir que este mes pasé por una mudanza y tenía varias entregas, por lo que tuve que trabajar. Cada año acostumbro a hacer una pancarta con algún lema cañero pero esta vez lo mantuve solo en las redes. A pesar de eso creo que debemos reivindicarnos a diario porque en ocasiones se sigue creyendo que el 8M consiste en regalar flores lilas. A principios de marzo saqué con Zenith (Planeta) el minicómic Llámame feminazi (en realidad lo hice en 2019 pero pasó lo que pasó y lo lanzamos ahora) en el que se introducen algunos de los tragos por los que pasamos las mujeres (en clave de humor, pero aún así), y son situaciones en las que, a medida que vas ganando conciencia sobre eso, las ves diariamente.
Podríamos definir tu estilo como una estética naif combinada con un mensaje agridulce. Tu estética me recuerda a la de la ilustradora Magda Archer, quien recientemente hizo una colaboración con Marc Jacobs. En tu página, tienes unos pins diseñados por ti. ¿Te plantearías hacer algún paso más en moda?
Alguna vez he hecho camisetas y hace unas dos semanas saqué unas bolsas que están prácticamente agotadas, así que sin duda me gustaría adentrarme en la moda de esa manera porque creo que a la gente le gusta.
¿Qué crees que tiene más uso terapéutico, el arte o el humor?
El arte para quien lo observa es más liberador, y el humor funciona más bien como un parche y como una manera de quitarle hierro, pero para quien tiene problemas mostrando su vulnerabilidad o lidiando con la de los demás, que a día de hoy somos todos, es un método infalible decir: "¡Me odio a mí mismx por las altas expectativas que han depositado en mí! (Risas). Esto suena mejor que "Me odio a mí mismx por las altas expectativas que han depositado en mí", acompañado de lágrimas.
¿Puedes darnos algún pequeño adelanto de la segunda parte de Pizzachica? ¿Puede ser que encontremos algún guiño a la ‘nueva normalidad’?
Espero que para cuando salga ya nos podamos olvidar un poco de esta pesadilla así que no quiero hacer ningún guiño a la nueva normalidad, ya bastante tenemos con la realidad, (risas).
En la segunda parte la estoy narrando como una historia larga, al contrario que por gags como hice con la primera parte, y estoy repartiendo de manera equitativa el protagonismo entre los personajes, de manera que Pizzachica va a ser un personaje, pero no necesariamente la protagonista de las historias. De todos modos, contará con los mismos personajes, pero va a ser un cómic que se podrá leer perfectamente sin haber leído el anterior.
En la segunda parte la estoy narrando como una historia larga, al contrario que por gags como hice con la primera parte, y estoy repartiendo de manera equitativa el protagonismo entre los personajes, de manera que Pizzachica va a ser un personaje, pero no necesariamente la protagonista de las historias. De todos modos, contará con los mismos personajes, pero va a ser un cómic que se podrá leer perfectamente sin haber leído el anterior.