La etimología de la palabra latina ‘color’ parte de la raíz indoeuropea ‘kel’, que significa ‘ocultar’, o ‘lo que cubre’. El colectivo Assume vivid astro focus (Avaf) explora este curioso vínculo que existe entre el color, las máscaras y la sanación en Asterisco volcánico avatar frutal, su nueva exposición en la galería Marlborough de Madrid, que estará abierta hasta el 23 de marzo. Fusiona elementos como tapices de lana de alpaca peruana, cortinas de aluminio anodizado y pinturas acrílicas sobre papel kraft corrugado, buscando aportar a los colores la saturación con la que los podemos ver a través de las pantallas.
Fundada en 2001, Avaf ha evolucionado desde la apropiación de distintas influencias artísticas hasta la autofagia creativa. En este caso, el concepto que retoman para reinterpretar es el de la máscara. La exposición está inspirada en la máscara que el colectivo creó en 2008 para una instalación inmersiva en Roma, en Area Sacra di Largo Argentina, espacio donde ocurrió el asesinato de Julio César, pero que hasta el momento había estado funcionando como una colonia de gatos callejeros. La máscara, inicialmente concebida como un medio para integrar a los visitantes con los lugareños felinos, se convierte en un símbolo de transformación y exploración de nuevas perspectivas.
Desde su primera aparición en Roma hasta su metamorfosis en pinturas y papeles de pared, la máscara se convierte en un punto focal recurrente en la narrativa de Avaf, representando la disociación de identidad y la reconciliación con otras formas de vida. A partir de 2016, se sumergen en la búsqueda de replicar la intensidad de color que podemos percibir a través de la pantalla del ordenador en sus obras, utilizando acrílicos y pigmentos para transmitir la energía sanadora y vivaz al espectador.
La exploración del color como medio terapéutico se remonta a civilizaciones antiguas, donde se documenta su uso en el tratamiento de enfermedades físicas y espirituales, y más allá de su significado cultural, Avaf defiende que el color debe ser liberado de sus ataduras conceptuales y buscar nuevas formas de exposición y vibración a través de diversos materiales. La máscara y el color, unidas por su capacidad de cubrir y transformar, trascienden su propósito original para revelar una verdad más profunda: un impulso de sanación y redirección de la energía a través del arte.
Estamos rodeados de color en el día a día, y la información que nos envían cambian nuestro estado. En Asterisco volcánico avatar frutal, Avaf crea un mundo vibrante de formas en constante evolución, en el que la máscara y el color se convierten en el vehículo para explorar temas como la identidad, la comunidad y la curación a través del arte.