El nombre de Arturo de la Rosa suena con fuerza en la escena de la moda española desde hace unas cuantas semanas. O al menos, sí lo hace en el panorama madrileño después de haber presentado por primera vez su trabajo sobre la pasarela en la última edición de Allianz EGO, en el marco de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. Con su nueva colección, Domus mariae, ha demostrado tener una potente identidad de marca que, de seguir trabajando en esta dirección, promete dar mucho que hablar en los próximos meses.
También ha evidenciado las infinitas posibilidades que la manipulación textil y la reutilización creativa ofrecen. Y es que las materias primas a partir de las que parte para construir sus looks proceden de donaciones, o directamente de la calle. ¿Es este el nuevo lujo? Arturo lo tiene claro. Ha convertido residuos en looks de pasarela, ha contado con actuaciones musicales en directo en el que ha sido su debut en la Semana de la Moda de Madrid, e incluso ha subido a su tía y su primo pequeño a desfilar. Arturo de la Rosa se ha arriesgado, y tras haber asistido a su presentación convertida en experiencia inmersiva, podemos confirmar que también ha ganado.
Ahora, después de haberse presentado ante la audiencia con una propuesta no apta para todos nos gustos, es hora de tomar decisiones. ¿A quién se dirige? ¿Cuáles son sus puntos fuertes como marca? ¿Cómo hacer de este proyecto algo rentable? Nos sentamos a hablar con él para saber qué balance hace de su paso por EGO y preguntarle por sus próximos proyectos.
Ahora, después de haberse presentado ante la audiencia con una propuesta no apta para todos nos gustos, es hora de tomar decisiones. ¿A quién se dirige? ¿Cuáles son sus puntos fuertes como marca? ¿Cómo hacer de este proyecto algo rentable? Nos sentamos a hablar con él para saber qué balance hace de su paso por EGO y preguntarle por sus próximos proyectos.
Arturo, acabas de debutar en la pasarela Allianz EGO de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. Cuéntanos, ¿cómo te sientes? ¿Has tenido tiempo para descansar?
Siento que ha sido todo un sueño, o una pesadilla, según el día que me preguntes (risas). Me encantaría decirte que he tenido tiempo para descansar, pero lo cierto es que no mucho.
El pasado domingo, en un desfile compartido –como viene siendo habitual desde hace años en la jornada dedicada a los jóvenes diseñadores– presentaste tu colección Domus mariae. ¿Cuánto tiempo te llevó dar forma a esta propuesta?
Para Domus mariae, a nivel conceptual, he trabajado durante más de un año. Empecé a pensar en la posibilidad de esta colección en agosto de 2021, en un viaje que hago con mis mejores amigas por el norte de España como tradición, y supongo que no he parado de darle vueltas hasta el día del fitting con las modelos. No me gusta correr y, sobre todo, me resultaba muy importante estar seguro de que todas las piezas que iba a presentar no dejasen de interesarme en ningún momento. Con el paso del tiempo, tomas perspectiva y entiendes mejor qué cosas funcionan y cuáles no.
Y si no me equivoco, era la primera vez que desvelabas tu trabajo sobre una pasarela, ¿no es así? ¿Qué conclusiones sacas de tu primer desfile físico?
Así es. Como principal conclusión, he descubierto la importancia que tiene para mí la puesta en escena y la posibilidad de construir una narrativa basada en lo que viene a ser el acto del desfile. La ropa perdura en el tiempo, la experiencia es algo efímero.
La tuya ha sido una de las presentaciones más celebradas de esta edición. Y es que has demostrado, a través de la reinterpretación de iconos y vestimentas costumbristas, beber del pasado y saber traerlo al presente con efectividad a través de la moda. ¿Cuáles dirías que son las características más sobresalientes de Domus mariae?
Supongo que todo el proceso de manipulación textil que hay detrás de cada prenda es lo que más sobresale. Para mí, lo más importante era conseguir, partiendo de materias primas bastante pobres, un resultado potente. Y sobre todo, romper con el pensamiento de que lo reciclado es inferior a propuestas que nacen teniendo una materia prima de alta calidad. Mi intención con este proceso es dar pie a entender el reciclaje y el upcycling como ‘el nuevo lujo’.
“Arturo de la Rosa es el espacio entre la vida y la muerte”, leemos en tu manifiesto. ¿Podrías contarnos más sobre esto?
Arturo de la Rosa es un canal para poder rescatar técnicas y materiales que caen en el olvido. Al final, todo de lo que nos deshacemos y desechamos de alguna manera ‘muere’. Yo juego a rescatar estas técnicas y materiales dándoles una segunda vida. No hay nada más sostenible que lo que ya existe.
He leído que has trabajado con tejidos y prendas que has recolectado a través de donaciones. Incluso con materias primas que has encontrado en la calle, ¿es esto cierto? ¿Cómo ha sido este proceso?
Esta es la parte más difícil de todo el proceso, ya que no todo vale y muchas cosas que recojo tengo que volver a desecharlas. Esto ocurre rara vez, ya que tengo un ligero grado de Diógenes (risas). Pero al final, los tejidos y materias tienen que cumplir con un porcentaje mínimo de fibras naturales para poder ser tratadas y teñidas; y así obtener el mejor resultado posible.
Y de entre todo lo que has encontrado, ¿hay alguna pieza que te haya llamado especialmente la atención?
La cosa más sorprendente que me he encontrado supongo que fue una bolsa con retales de piel que aproveché para desarrollar los bolsos de la colección, además de un hábito de monje el cual desmonté para entender los patrones y hacer una reinterpretación del mismo obteniendo el vestido con el que abrí el desfile.
El desfile parece estructurarse en dos partes. Una primera marcada por la oscuridad y la introspección en la que la cantante Maia pone la banda sonora; y una segunda mitad en la que el ritmo se acelera y la energía aumenta. ¿A qué responde esta decisión?
Esta decisión responde a mi necesidad de querer que la misma colección tuviese la posibilidad de existir en dos ‘espacios’ distintos. La primera parte es más lenta y oscura. Maia canta “quiero volver en el tiempo” haciendo referencia al pasado y a toda esta indumentaria regional que trato como punto de partida. La segunda parte, en la que el ritmo y la energía se aceleran, va de la mano de Rubén Coronado aka DJ Juguete . El acting responde a qué personalidades nos podemos encontrar en el presente en las diferentes calles de las ciudades.
¿Y qué hay del casting? Vemos incluso a una madre con su hijo desfilar sobre la pasarela.
Es una de las bases principales de un buen desfile, estoy muy agradecido por lo bien que lo hicieron todas las modelos. Creo que todas ellas reflejaron muy bien su personalidad en la pasarela, y para mí eso es lo más importante. Al final, lo que yo busco con mi ropa es que te de ese ‘poder’ para ser tú mismo. Además, quise contar con mi tía y mi primo pequeño, que son la madre y el hijo que mencionas. Para mí la familia es lo primero. Y además, ¿qué hay más costumbrista que ‘la familia’?
¿Cuántas personas conforman el equipo detrás de Arturo de la Rosa? ¿Qué obstáculos te has encontrado durante el proceso de desarrollo de la colección?
Arturo de la Rosa lo componen todas las personas que han colaborado o me han echado un cable en este proyecto. Como estilista, he podido contar con Sonsoles de Carlos. Al frente del PR y management, he tenido al mejor, Diego Barbadillo. Como cantante a Maia Ros, y como DJ, Rubén Coronado. Caesar Arenas y Aaron han sido los artistas visuales. Y como asistentes, Isabella Keener, Sergio Márquez, Valeria Iglesias y Borja Cruz. Tamara Román y Edrien Guillermo son los responsables de las fotografías de back-up y backstage. Como ceramista, Amalia de Nieves, y como consultants, a todos mis colegas. Importante destacar a mi mentora, mi madre.
Por otro lado, el mayor obstáculo con el que me he encontrado han sido los medios y la falta de recursos para poder llevar a cabo la colección. He desarrollado, teñido y confeccionado la colección entera sin ayuda de nadie, lo cual ha sido una auténtica locura. He tenido que trabajar con mi máquina de coser de casa, la cual es un tamagotchi, y también tuve la posibilidad de utilizar las instalaciones de mi antigua universidad.
Por otro lado, el mayor obstáculo con el que me he encontrado han sido los medios y la falta de recursos para poder llevar a cabo la colección. He desarrollado, teñido y confeccionado la colección entera sin ayuda de nadie, lo cual ha sido una auténtica locura. He tenido que trabajar con mi máquina de coser de casa, la cual es un tamagotchi, y también tuve la posibilidad de utilizar las instalaciones de mi antigua universidad.
Y si tuvieses que definir quién es tu cliente final, a quién van dirigidas tus creaciones, ¿qué dirías?
Esto es algo que no tengo nada claro, el tiempo lo dirá. Supongo que a todo el mundo que busque atreverse y quiera formar parte de algo que te mantiene diferente.
¿Crees que tu propuesta puede tener cabida en España, o se entendería mejor en el extranjero?
Sí y no, pero todos ya sabemos por qué.
Ahora, después de haber debutado en Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, ¿cuál es el siguiente paso a dar como marca?
Supongo que montar la marca (risas).
Última pregunta, ¿dónde te gustaría ver a Arturo de la Rosa de aquí a 5 años?
Fiel a mí mismo.