Javier y Pepe Llaudet son primos pero también socios y amigos. Un día decidieron recurrir a sus raíces, de ahí el nombre de Arrels, para combatir con calzado y color las energías negativas. Arrels se define por sus creadores como una actitud, un estado de ánimo para calzarse con optimismo y echar, como ellos bien dicen, un par de cordones al asunto.
Fuertemente inspirada por el Mediterráneo y en especial por la ciudad de Barcelona, su valor fundamental reside en la serie de colaboraciones que la firma establece con diferentes artistas, ilustradores, músicos o diseñadores. Y la lista no es pequeña. Su colección S/S 2017 cuenta con diseños de Neil Harbisson, que ejerce de embajador de la marca, Malika Favre, Ricardo Cavolo, Hey Studio, Brosmind, Catalina Estrada, Lagranja Design, Lara Costafreda, Batabasta, Zosen Bandido, Andoni Beristain y Yoshi Sislay. Hablamos con dos de ellos, Malika y Ricardo, para saber de primera mano qué tal ha ido la experiencia.
Ricardo, ¿cómo surgió la colaboración con Arrels?
Contactaron conmigo para hablarme de su proyecto y desde el primer momento acepté porque me gustó mucho su línea creativa y su colaboración permanente con artistas. Me dio muy buena energía y a nivel personal conectamos muy bien, algo fundamental para mí.
¿En qué te inspiraste para tu diseño?
Me gustaba la idea de hacer algo relacionado con Barcelona, ya que la marca creo que, a pesar de ser algo que encaja internacionalmente, también tiene mucho del espíritu de esta ciudad. Con esto en mente, hice algo en la línea de los cielos de los murales románicos del MNAC. Estoy obsesionado con la época Románica desde hace mucho, y esta era una manera de trabajar en esa dirección.
Ya habías diseñado anteriormente para la industria textil pero en este caso, ¿cómo fue el proceso que seguiste para extrapolar tu estilo al calzado?
Aunque fuera para calzado mi trabajo era diseñar una especie de wallpaper. Así que no era tan complicado como diseñar en base a la forma del calzado en sí, que sería más complejo. Pensamos desde el principio que lo que mejor funcionaría sería un diseño total para toda la pieza.
¿Cómo fue la experiencia?
Muy divertida. A mí todo lo que sea cambiar de formato, salirme del papel y jugar, me encanta. Y trabajar en calzado me ha gustado mucho. Me gusta pensar que cuando extrapolo mis diseños al textil le doy un toque mágico. Como con vestiduras tribales. Así que poner un cielo estrellado en llamas en tus pies seguro que te lleva a alguna parte interesante.
¿Qué crees que has aportado al proyecto y viceversa?
Bueno, lo primero es casi mejor preguntárselo a la gente de Arrels. Entiendo que soy una colaboración más en esta maravilla de colección de artistas que están formando. En cuanto a mí, Arrels me ha aportado trabajar en el calzado de una manera a gran escala. Había hecho cosas, pero a mano. Esto ya es una producción seria, a lo grande. Y eso me hace mucha ilusión.
Malika, ¿cómo surgió la colaboración con Arrels?
Recuerdo que encontré su línea de calzado en Instagram a través de Hey Studio, otro de los colaboradores que han dado su identidad y su toque de color a la zapatilla. Creo que compartí la marca en mi propio Instagram y rápidamente recibí un email preguntándome si me gustaría formar parte de su nuevo proyecto de colaboraciones. Por supuesto, dije que sí.
¿En qué te inspiraste para tu diseño?
Me inspire en mi último viaje a Brasil durante las pasadas navidades. Fui a Rio de Janeiro y recuerdo con todo detalle el increíble ambiente de la playa de Ipanema donde decenas de pequeños grupos de gente jugaba al althina football. Esa fue la primera vez que escuché sobre ese deporte y lo encontré fascinante. Más tarde, esa misma semana, tomé una fotografía de la playa desde un mirador y me di cuenta de cómo toda esa gente que se veía tan pequeña estaba creando una especie de dibujo. Ahí fue cuando decidí que esa era la idea que quería trasladar a mi diseño.
¿Cómo fue el proceso para extrapolar tu particular estilo al calzado?
Fue un proceso bastante fácil para mí ya que trabajo con colores limitados y en un estilo muy gráfico, lo que hace que sea fácil de trasladar al textil. El único aspecto del que tuve que preocuparme era la escala de tamaño de la gente, para que fueran claramente reconocibles pero sin que fuera demasiado obvio. También elegí un material algo más orgánico de lo normal porque sabía que quizás en fábrica el diseño se estiraría.
¿Cómo crees que has contribuido al proyecto y viceversa?
Me gusta toda la diversidad de estilos que tiene la colección de Arrels, hay un estilo para cada uno y creo que el mío también es necesario para esa diversidad.
¿Cómo fue la experiencia?
Fue un proceso muy llevadero, Arrels es una marca para la que es muy divertido trabajar. Ellos respetan tanto al diseño como al diseñador que hay detrás y eso es importante.
¿Estás interesada en más colaboraciones con el mundo de la moda?
Esta ha sido mi primera colaboración con una marca de calzado por lo que me ha parecido muy emocionante. Esta experiencia me ha hecho querer desarrollar más colaboraciones así el próximo año.