Hoy Amaia celebra su 23 cumpleaños regalándonos su nuevo single Yamaguchi, un homenaje a su parque favorito de Pamplona, la ciudad que la vio crecer. De nuevo, la artista nos demuestra que no entiende de registros, que todo lo que toca lo convierte en suyo, y esta vez lo consigue con una jota. Después de sus lanzamientos Yo invito y Quiero pero no en colaboración con Rojuu, este es el tercer adelanto de su próximo y esperado álbum. Un tema que ella misma define como “la canción más personal del disco y la más distinta a todas en cuanto a significado y a estilo musical.”
Con la producción de Cosmic Tree, Amaia se mantiene fiel a su esencia y vuelve a confiar en Neelam Khan Vela, la fotógrafa malagueña, para la dirección del videoclip. En este, transmite la magia del parque de Yamaguchi, que tan preciado es para la intérprete. El estanque, el palafito, los cerezos, los árboles y los ornamentos son un reflejo de la cultura de Japón, en honor al hermanamiento que guardan Pamplona y la ciudad japonesa de Yamaguchi desde 1980. Mientras la artista se pasea contemplando el jardín, la mezcla entre lo folclórico y la modernidad de los visuales nos atrapan para contagiar su ternura. Con clips en analógico, el vídeo acompaña la delicada voz de la cantante en este viaje nostálgico.
No es la primera vez que escuchamos a Amaia acercándose a la jota, de hecho, ha comentado que desde que versionó Tan pequeñica y sincera quería llevarse este estilo a su terreno. Y como no, ha logrado crear una canción tan emotiva como suya. Y es que guste más o menos, es de las pocas artistas que conserva esa naturalidad que la ha definido desde el principio, y de ahí viene gran parte de su éxito. Como vemos, con poco más que unos compases y la guitarra, su voz deslumbra por si sola. Ahora, la cantante pamplonesa nos deja con aún más ganas de ver qué presentará en su nuevo disco.
No es la primera vez que escuchamos a Amaia acercándose a la jota, de hecho, ha comentado que desde que versionó Tan pequeñica y sincera quería llevarse este estilo a su terreno. Y como no, ha logrado crear una canción tan emotiva como suya. Y es que guste más o menos, es de las pocas artistas que conserva esa naturalidad que la ha definido desde el principio, y de ahí viene gran parte de su éxito. Como vemos, con poco más que unos compases y la guitarra, su voz deslumbra por si sola. Ahora, la cantante pamplonesa nos deja con aún más ganas de ver qué presentará en su nuevo disco.