No tiene miedo a preguntar ni a recibir feedback que no siempre es positivo. Tampoco le importa demasiado no encajar, ni que todos los ojos apunten hacia él con mirada crítica pendientes de cada paso, siempre meditado, que da. Incluso podríamos decir que lo disfruta. De espíritu inconformista, Álvaro Calafat está dispuesto a romper las reglas del juego, demostrando que una nueva forma de hacer moda, en mayúsculas, es posible. Su brillante última colección, Fiamma 2024, presentada en la tarde de ayer en el Puente Cáscara Matadero de Madrid, demostró ser un ejercicio perfectamente resuelto, haciendo del formato desfile un elemento generador de valor indiscutible.
Hace un año, el diseñador malagueño debutaba de la mano de su compañera de aventuras, Ana Ponf, y de su inquebrantable equipo en la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid. De su primera presentación en el recinto ferial de Ifema nos hicimos eco en METAL, en un artículo que puedes revisitar aquí. Una reseña en la que, si bien aplaudíamos casi estupefactos el salto del creativo al calendario oficial de diseñadores consagrados sin pasar por la plataforma de marcas noveles EGO –algo casi inaudito en una pasarela caracterizada por una estructura piramidal muy rígida–, no pasábamos por alto las flaquezas de su carta de presentación.
Las tareas pendientes que resaltábamos entonces no tenían tanto que ver con el talento y la calidad de sus creaciones, que ayer volvieron a demostrar estar muy por encima de algunos compañeros de profesión consolidados. A Calafat le falló en septiembre de 2022 el desfile, al optar por un lugar y una organización que, hasta el momento, parecen no estar hechos para él. Ayer la energía que se sentía en el amplísimo front row instalado en el corazón de Madrid Río era completamente distinta. Libertad, seguridad, amor. Fuego.
Álvaro Calafat ha superado miedos, y eso se nota. Su colección es extremadamente rica y completa, derrocha poderío y sienta las bases de un lujo contemporáneo casi hipnotizante. Podríamos estar horas hablando de las prendas que ayer tuvimos la suerte de ver sobre la pasarela, y que no podemos esperar para observar más de cerca. Sus creaciones son complejas y tienen muchas horas de trabajo, además de demostrar un enorme respeto por la artesanía y reivindicar la moda como un potentísimo vehículo de transmisión de mensajes. Pero ahora es momento de poner el foco en la innegable evolución del diseñador malagueño y celebrar el que ha sido uno de los desfiles más emocionantes que hemos presenciado en Madrid en los últimos tiempos.
“Esta colección es mi manera de contestar, una crítica al hater, a la persona que critica y no hace”, responde Calafat con rotundidad al ser preguntado por el concepto sobre el que ha construido su última propuesta, Fiamma, a la que también se refiere como “un diagrama de la mafia”. Una mafia en la que caben perfiles muy diversos, desde los cantantes Delaossa y Easy-S, encargados de poner el broche de oro al desfile, hasta Hugáceo Crujiente o Inés Hernand, personajes públicos que llevan tiempo apostando por la marca con esencia malagueña y que ayer no quisieron perderse su puesta de largo. Álvaro Calafat ayer hizo de lo independiente un producto de gran valor y demostró saber qué es lo que quiere y cómo conseguirlo. Y si hay algo que está claro, es que seguirá persiguiendo su objetivo acompañado de su equipo.
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