Existen músicos que trascienden la lógica de la experiencia; comúnmente los denominamos ‘prodigio’. Alice Wonder parece haber nacido escribiendo música, y la realidad es que es así. Esa habilidad innata es la que le posibilita indagar sin miedo en las fronteras de lo que los demás creen que es su música, para luego saltárselas. Porque la artista tiene claro que hasta a ella le queda por descubrir más, mucho más allá de la vaga etiqueta de ‘canciones tristes’ que le atribuyen.
Que se joda todo lo demás es una declaración intencionada hacia el futuro, hacia lo esperado, e incluso hacia su obra previa; pues nos presenta un disco enteramente en castellano. Un álbum de ocho canciones que integran el desenfreno de la juventud —que ya ardía en Fire Kid— junto a una nueva madurez deseando despegar. Por suerte, de copiloto está el productor Ángel Luján.
El título de tu proyecto, Que se joda todo lo demás, expresa una intención firme y sin miedo a las consecuencias. ¿Es esa tu filosofía como artista?
He aprendido con la experiencia que tenerle miedo a lo que uno es o siente no lleva a ningún puerto del que puedas salir y aprender. Me ha costado lo mío darme cuenta de que mi fuerza es mi rareza y no le temo a experimentar y a ir cambiando. La parte difícil es sincerarte contigo misma, pero se lo debo a la gente que anda perdida y necesita de este mensaje para romper la cáscara.
Irrumpiste en la escena musical con tan solo 19 años y se insistía frecuentemente en tu corta edad. Ahora que te aproximas a los 23, ¿cómo crees que influido la madurez en ti y en tu música?
He tenido mucha suerte porque desde que empecé me ha guiado mi equipo (Infarto) con un valor humano potente. Me han intentado enseñar a ser independiente, a vivir lo que hay detrás de la música desde la humildad y el trabajo duro. Todo lo que hemos conseguido nos lo hemos ganado y nos ha ayudado mucha gente a la que espero poder devolverles el favor. Siento que desde el inicio muchas personas tuvieron fe ciega en mí y eso es sin duda lo que más energía me ha dado siempre.
“No te vayas, no seas como yo” dicen las primeras palabras del álbum, para que inminentemente después, en Sueño raro, cantes sobre la acción opuesta: correr, salir a encontrarte. ¿Eres más de escapar que de quedarte?
(Risas). Si te soy sincera toda mi vida he sido de escapar y ahora estoy practicando el quedarme y no huir de los problemas.
Mis dudas son sobre lo que más escribo. Intento no reprocharle nada a nadie en mis canciones, solo reflexiono sobre lo que mi mente y cuerpo experimentan con emociones fuertes, esperando aclararme por dentro, o al menos es lo que intento.
Mis dudas son sobre lo que más escribo. Intento no reprocharle nada a nadie en mis canciones, solo reflexiono sobre lo que mi mente y cuerpo experimentan con emociones fuertes, esperando aclararme por dentro, o al menos es lo que intento.
Se da un fenómeno también en ambos temas y es que van claramente dedicados a una persona ya desde el título. También ocurre con tu éxito Por si apareces, ¿te resulta más orgánico escribir pensando en alguien?
Realmente puedo componer de muchas maneras. Uno de mis fuertes es la empatía, y he conseguido traducirlo en la música componiendo sobre mí, pero también sobre experiencias que me han marcado o he visto en otras personas cercanas.
Lo que está claro es que cuando compones sobre ti, el tema sale lanzado y directo al corazón. Mis temas más escuchados son crudos y sinceros en primera persona, menos Por si apareces, que trata un amor antiguo de mi hermana, con quien la compuse.
Lo que está claro es que cuando compones sobre ti, el tema sale lanzado y directo al corazón. Mis temas más escuchados son crudos y sinceros en primera persona, menos Por si apareces, que trata un amor antiguo de mi hermana, con quien la compuse.
Además de esa canción, tu hermana e incluso tu padre han metido mano en parte de la producción, los arreglos y hasta la instrumentación. ¿Qué destacarías crear en familia? ¿Qué te aporta?
Mis padres han sido los culpables de que mi hermana y yo seamos tan amantes de la música. No creo que concibiésemos la vida sin ella. Por eso hacer canciones con ellos es el cauce natural de la vida. Qué menos que incorporarles y que me aporten luz y claridad. Solo queda mi madre por jugar en algún disco.
Es importante lo anterior ya que se trata de un álbum muy centrado en ti y en tu mensaje, sin colaboraciones vocales de ningún otro artista. ¿Tienes una postura individualista hacia tu música?
¡No hay colaboraciones porque es un disco que se hizo durante la cuarentena! Son canciones que recopilé de carpetas viejas con canciones sueltas en castellano y lo terminé cuando estábamos aislados. Todo fue muy casero e improvisado, como: “hay que sacar esto, sino nunca verán la luz”. Y me alegro mucho de haberlo hecho.
Estoy preparada para el mundo de las colaboraciones. Tengo un par en la recámara, pero soy lenta en el proceso de componer, producir y mezclar, y muchas veces las colaboraciones se posponen en el tiempo y pierden encanto. Ahora que estamos libres es el momento de aliarme con algún friki como yo e intentar superarnos musicalmente.
Estoy preparada para el mundo de las colaboraciones. Tengo un par en la recámara, pero soy lenta en el proceso de componer, producir y mezclar, y muchas veces las colaboraciones se posponen en el tiempo y pierden encanto. Ahora que estamos libres es el momento de aliarme con algún friki como yo e intentar superarnos musicalmente.
En un inicio pretendías que el disco estuviera compuesto por siete canciones y pensabas mezclar dos temas en uno. Al final resultaron ser ocho, convirtiéndose en un LP. ¿Por qué?
Porque soy un desastre poco ordenado para estas cosas. Durante el proceso de recopilación me topé con varias en castellano que quería compartir y de tres temas pasaron a cinco para acabar siendo ocho.
Llama la atención verte afrontando un proyecto íntegramente en español, en especial cuando has manifestado alguna vez sentirte menos capaz al componer en este idioma. ¿Dirías que esa barrera ha quedado atrás? ¿Te ha ayudado Que se joda todo lo demás a reconectar con el castellano?
Totalmente, ya no le temo al español ni al inglés. He estado hablando inglés más que nunca también y veo el mapa muy grande en mi cabeza. Las metas son grandes y el abismo mayor, pero es mi camino ir apostando por cosas que parecen imposibles. Estoy lista para rebuscar, escribir y componer en ambos idiomas… ¡A ver qué tal!
Ángel Luján te ha acompañado desde tus inicios. ¿Qué rol adquiere él cuando creáis conjuntamente? ¿Cómo te complementa?
Ángel es un gran pilar para mí, mentiría si no dijera que se las ha comido dobladas, mis subidas y bajadas. No es solo productor, es entendedor de mi camino y me ha visto evolucionar desde Take Off con 18 años. Cada vez producimos mejor juntos. Su experiencia y visión combina con mi inquietud y mi locura, y estoy muy orgullosa de lo que vamos construyendo, nuestro ‘sonido’.
En Corazón mármol la melodía principal se entremezcla con sonidos de lo que parece una nave espacial. ¿Por qué decidiste incluirlos?
Me acuerdo perfectamente del día que le dije a Ángel: “quiero sonidos de aviones en esta parte”, y estuvimos buscando toda la mañana hasta dar con el bueno. El sentimiento de despegar, el ruido espeso del avión ascendente, me parece que enmarca el concepto que quería mostrar en la canción, se ha convertido en una de mis favoritas. Es muy muy sincera, me costó mucho cantarla en el disco. Siempre tenía que parar porque me emocionaba. Por eso decidí el avión, porque cuando sientes que algo describe lo que sientes, dejas de tener miedo y te apetece jugar y apostar por ello.
¿Cómo fue el proceso de composición y qué has aprendido de ello?
Compongo muy dispersamente. Ángel siempre me dice que es difícil que mi atención quede en una sola cosa y cuando compongo un tema saco ideas para dos más, así que este proceso me ha ayudado a entender la música desde un punto más técnico.
El talento sin disciplina no es nada, y tengo la suerte de tener a un gran productor a mi lado que me ayuda a sintetizar todo lo que llevo dentro.
El talento sin disciplina no es nada, y tengo la suerte de tener a un gran productor a mi lado que me ayuda a sintetizar todo lo que llevo dentro.
¿Quién soy? cuenta con la mano de obra de la productora de electrónica L’Voix. Se trata de, como decíamos, la única colaboración más externa a tu círculo de todo disco. ¿Cómo fue trabajar con ella y por qué la elegiste?
L’Voix es una gran amiga con un talento increíble a punto de florecer y no puede hacerme más ilusión haber encontrado un hueco para su arte en el disco. Quiero que el mundo entero sepa quién es.
¿Quién soy? era la canción comodín de la frikeza total, así que Ángel y yo le pasamos los stems para que jugara y se divirtiera, y salió esa maravilla que para mí suena a tres generaciones diferentes juntas: 22, 27 y 50 años; lo más.
¿Quién soy? era la canción comodín de la frikeza total, así que Ángel y yo le pasamos los stems para que jugara y se divirtiera, y salió esa maravilla que para mí suena a tres generaciones diferentes juntas: 22, 27 y 50 años; lo más.
Ángel y tú habéis comentado vuestra voluntad de realizar proyectos diferentes como canciones pop cortas o mezclando dos pistas. ¿Qué es lo que más te apetece y por qué?
Me apetece todo (risas). Me encanta cualquier estilo bien hecho y soy bastante camaleónica. Si escucho una semana pop, saco pop. Si escucho reggaeton, hago reggaeton, pero luego vuelvo siempre a ser la Ali melancólica.
Quiero hacer canciones fáciles, al final siempre me enredo en arreglos y estructuras. Mi gran reto será sintetizar la información y seguir transmitiendo igual o más.
Quiero hacer canciones fáciles, al final siempre me enredo en arreglos y estructuras. Mi gran reto será sintetizar la información y seguir transmitiendo igual o más.
Para ti es fundamental el directo, tanto a nivel conciertos como dentro del formato streaming. ¿Alguna sorpresa preparada para la gira?
Un buen directo es mi meta máxima, me lo tomo muy en serio. Estoy trabajando duro en ello con ayuda de Ángel y mi banda.
Mi sueño es dar un concierto redondo que te envuelva y te eleve y te haga sentir, llorar, reír y bailar. Para mí la síntesis de música colores y luces es imprescindible así que mi reto es tocar cada vez mejor, transmitir y acompañarlo de todo el imaginario que tengo dentro que no es sonoro.
Mi sueño es dar un concierto redondo que te envuelva y te eleve y te haga sentir, llorar, reír y bailar. Para mí la síntesis de música colores y luces es imprescindible así que mi reto es tocar cada vez mejor, transmitir y acompañarlo de todo el imaginario que tengo dentro que no es sonoro.