Primer número del año en la calle. Hola. Decíamos el año pasado que en este pasaríamos a ser trimestrales y en eso estamos. Así que podéis esperar otro para el verano. Hay quien nos pregunta si el chicle se puede estirar tanto, si hay para sacar tanto contenido relevante y tantas portadas. ¿Qué pregunta es esa? Solo hace falta estar un poco atento a todo lo que va saliendo, a toda esta música que se va publicando semana tras semana, para ver la cantidad de cosas interesantes que están sucediendo ahí fuera, y la cantidad de nuevos nombres que vienen a alumbrar con su talento una escena musical en plena efervescencia. En este número tenemos con nosotros a algunos de ellos, pero antes de eso hablemos de más novedades.
Lo que da de sí un año cuando te lo propones. Casi sin quererlo nos hemos plantado en 2023 y celebramos este primer aniversario no solo con un nuevo número, sino que ya está en marcha desde hace un par de meses nuestra nueva web. Si aún no nos conoces, anda, dedícanos un ratito y pásate por acero.metalmagazine.eu, no te vamos a defraudar. Encontrarás contenido diario con entrevistas, conciertos, discos, series y nuestra selección de lanzamientos que publicamos religiosamente cada viernes. Pero no queremos quedarnos ahí, a partir del mes de mayo lanzamos Acero Club, una serie de fiestas donde podremos ver en directo a algunos de nuestros artistas preferidos. Atentos a nuestro Instagram porque en breve desvelaremos el cartel de la primera.
Y ahora sí, vamos al lío. Aquí está este Vol. 4, tan calentito aún, que escribo de subidón. Entendedme, cada último número es el mejor, el que nos gusta más, el que, wow, vaya portadas. Luego, cuando vosotros estéis leyendo esto, es decir ahora, nosotros estaremos ya en otra cosa, como siempre con prisas, organizando sesiones de fotos, cuadrando agendas imposibles, proyectando números futuros y olvidándonos muchas veces de saborear el presente. Así que dejadme que me detenga un momento en el ahora.
Escribo y recuerdo las palabras de Judeline, cuando nos cuenta unas páginas más adelante que hasta hace bien poco ella vivía siempre en el futuro, proyectando lo que sería el día de mañana, soñando con la artistaza que ya es. Y es que Judeline siempre supo que sería una estrella, que sería grande: “Creo que voy a ser famosa, así que prepárame para eso”, le dijo a su psicólogo. Ole tú. Otra que siempre lo tuvo clarísimo es La Hija del Jeque, y ahí la tenéis, primero petándolo muy fuerte con sus vídeos de maquillaje y ahora con un papel protagonista en la serie de Netflix, Hasta el cielo. “Alana se comía bocadillos de pan con corteza y mortadela y ya se lo tenía creído”, y se ríe mientras lo cuenta. Ambas están en la veintena, así que ese éxito que tanto ansiaban les está llegando bastante pronto, podríamos decir, si obviamos que desde niñas soñaban con esto.
Otro nombre que cotiza a la alza es el de Sofía Gabanna, otra de nuestras portadas, que anda enfrascada en lo que será su primer álbum, jovencísima también, que reclama un lugar en la música por derecho propio, y que se ganó nuestro corazón con su EP Maté al amor. Sabe que para llegar a la cima hay que trabajar duro, pero eso no le preocupa en absoluto, no estamos aquí para intentarlo, sino para llegar hasta el final y conseguir la gloria. Y aún así sabemos que no siempre es fácil, que a veces cuesta, que puedes tirarte años. Eso lo sabe bien Gloosito, que lleva una década bajo diferentes aka, y ahí lo tienes ahora, nombre imprescindible de la escena urbana con infinidad de sold outs. O Alizzz, con cuya entrevista abrimos este número, que lleva componiendo y haciendo música mucho antes de convertirse en lo que ahora es. “Hubo momentos en los que sentí que no iba a lograrlo. Me costó tanto, tanto, tanto, que lo logré casi de rebote”, confiesa. Ellos protagonizan nuestras dos otras portadas. Y mientras les doy un último vistazo, pienso que no importa cuándo llegues, que no importa el tiempo que te tome conseguir aquello que buscas, que lo realmente importante es perseguir tus sueños hasta el final, y que conseguir (o no) el éxito nunca debería condicionarnos.
Bienvenidos a un nuevo número y como siempre gracias a todos los que de una forma u otra habéis participado en él. Sin vosotros esto no sería posible.
Y ahora sí, vamos al lío. Aquí está este Vol. 4, tan calentito aún, que escribo de subidón. Entendedme, cada último número es el mejor, el que nos gusta más, el que, wow, vaya portadas. Luego, cuando vosotros estéis leyendo esto, es decir ahora, nosotros estaremos ya en otra cosa, como siempre con prisas, organizando sesiones de fotos, cuadrando agendas imposibles, proyectando números futuros y olvidándonos muchas veces de saborear el presente. Así que dejadme que me detenga un momento en el ahora.
Escribo y recuerdo las palabras de Judeline, cuando nos cuenta unas páginas más adelante que hasta hace bien poco ella vivía siempre en el futuro, proyectando lo que sería el día de mañana, soñando con la artistaza que ya es. Y es que Judeline siempre supo que sería una estrella, que sería grande: “Creo que voy a ser famosa, así que prepárame para eso”, le dijo a su psicólogo. Ole tú. Otra que siempre lo tuvo clarísimo es La Hija del Jeque, y ahí la tenéis, primero petándolo muy fuerte con sus vídeos de maquillaje y ahora con un papel protagonista en la serie de Netflix, Hasta el cielo. “Alana se comía bocadillos de pan con corteza y mortadela y ya se lo tenía creído”, y se ríe mientras lo cuenta. Ambas están en la veintena, así que ese éxito que tanto ansiaban les está llegando bastante pronto, podríamos decir, si obviamos que desde niñas soñaban con esto.
Otro nombre que cotiza a la alza es el de Sofía Gabanna, otra de nuestras portadas, que anda enfrascada en lo que será su primer álbum, jovencísima también, que reclama un lugar en la música por derecho propio, y que se ganó nuestro corazón con su EP Maté al amor. Sabe que para llegar a la cima hay que trabajar duro, pero eso no le preocupa en absoluto, no estamos aquí para intentarlo, sino para llegar hasta el final y conseguir la gloria. Y aún así sabemos que no siempre es fácil, que a veces cuesta, que puedes tirarte años. Eso lo sabe bien Gloosito, que lleva una década bajo diferentes aka, y ahí lo tienes ahora, nombre imprescindible de la escena urbana con infinidad de sold outs. O Alizzz, con cuya entrevista abrimos este número, que lleva componiendo y haciendo música mucho antes de convertirse en lo que ahora es. “Hubo momentos en los que sentí que no iba a lograrlo. Me costó tanto, tanto, tanto, que lo logré casi de rebote”, confiesa. Ellos protagonizan nuestras dos otras portadas. Y mientras les doy un último vistazo, pienso que no importa cuándo llegues, que no importa el tiempo que te tome conseguir aquello que buscas, que lo realmente importante es perseguir tus sueños hasta el final, y que conseguir (o no) el éxito nunca debería condicionarnos.
Bienvenidos a un nuevo número y como siempre gracias a todos los que de una forma u otra habéis participado en él. Sin vosotros esto no sería posible.