Crajes es el dúo artístico formado por Carla Rendón y Jessica Ruiz, dos jovencísimas artistas nacidas en Badalona y que desde el 2010 están conquistando el mundo del arte. En sus obras es fácil encontrar referencias del anime japonés, a editoriales de moda, al prerrafaelismo y el simbolismo. Ellas utilizan el gran formato y el pequeño, usan el óleo, la tinta o el lápiz, y están siempre atentas, observando y absorbiendo toda la información posible para mejorar su técnica. Sus estudios en psicología por parte de una y en filosofía por parte de otra, hacen que su obra esté llena de una profundidad especial. Las protagonistas de sus obras tienen un mundo interior que se puede intuir al descubrir los cientos de símbolos y personajes que se esconden en las filigranas de sus detalles. Y aquí en doce preguntas intentaremos descubrir quiénes son Crajes.
¿Cómo se crea Crajes?
Poco a poco y sigue en ello. Comenzó con mucha ilusión e inquietud pero con algo de recelo hacía un mundo totalmente desconocido para nosotras. No conocíamos a nadie y a medida que íbamos conociendo gente, gente que lleva mucho tiempo dentro del movimiento del arte de Barcelona, no nos daban un futuro muy alentador. Nos ha costado encontrar el lugar donde nos sentimos cómodas y poder establecer un línea de trabajo sin tantos altibajos. Pero a base de ilusión y mucho trabajo se ha ido definiendo nuestro camino. Nos encanta nuestro trabajo pero también supone mucho estrés y carga emocional, así que la fortaleza y creer en tu trabajo es básico para no acabar tirando la toalla.
Cuando empezasteis con la animación erais autodidactas, cuando empezasteis en la pintura también, veo que no tenéis miedo a saltar al vacío, ¿no?
Sí (risas). Venimos de familias trabajadoras donde no se contemplaba está profesión como tal, así que mucho menos pagar unos estudios de ello. Nos encontramos con las personas adecuadas en el momento justo y nos dimos la fuerza necesaria para hacerlo por nuestra cuenta. No teníamos nada que perder y menos en este momento donde por desgracia el país vive una situación desoladora. Pasábamos muchas horas hablando de cine, debatiendo e inventando historias que luego convertíamos en guiones. Hasta que escribimos "Amok" (nuestro primer cortometraje de animación experimental). Decidimos aprender After Effects para poder hacer el cortometraje como nos lo imaginábamos. Esto nos llevó un año de aprendizaje y otro de realización. Después de dos años de trabajo diario, donde nos pasaron las mil y una, el corto estaba listo. ¡Al acabarlo ya ni siquiera nos gustaba el resultado! (risas). Lo presentamos en varios festivales y para nuestra sorpresa fue bastante bien. Después de "Amok" hicimos otro corto "Mr Happy" pero no lo llegamos a presentar en ningún sitio. No teníamos ni el conocimiento ni el equipo necesarios para poder hacerlo como lo teníamos en mente, así que lo aparcamos. Dibujábamos mucho y fuimos cogiendo el gusto por plasmar ideas complejas en un solo dibujo. Así que comenzamos a usar la tinta como herramienta principal de creación. Siempre decimos que para nosotras, el paso del video al formato estático ha sido una evolución natural en la busca de nuestra identidad.
¿Cómo es vuestro proceso creativo? Y, siendo dos las que creáis, ¿cómo os vais dando paso la una a otra dentro de cada obra? ¿no os resulta muy complejo?
Desde fuera puede parecerlo pero para nosotras se ha convertido en algo básico en nuestro trabajo y una seña de identidad de Crajes. Aún llevando mucho tiempo, seguimos peleando por defender nuestras ideas en el momento de hacer los esbozos. Nuestro punto de partida siempre es el mismo; un tema. Estamos dando vueltas intentando dar con algo que nos de aquello necesario para poder hacer una exposición de ello. A veces lo encontramos rápido y otras nos cuesta un poco más. Una vez decidimos el tema, nos informamos lo máximo posible. Se convierte en nuestra obsesión durante los meses de producción. A partir de ahí, junto a nuestras notas, comenzamos a dibujar esbozos para poder escoger posteriormente con cuáles nos quedamos y si van a ser tinta o óleo. Los óleos grandes los hacemos a la vez, con los más pequeños solemos hacer dos a la vez y los vamos intercambiando. En nuestra última exposición hicimos hasta cinco a la vez. Con las tintas el proceso es un poco distinto. Nos sentamos en una mesa grande con nuestro pin 005 y comenzamos cada una por un lado de la hoja. Es mucho más intuitivo, lo que nos da mucha libertad. Es por eso que nos gusta combinar ambas técnicas. Con los óleos tenemos que estar muy concentradas para conseguir hacerlo tal como lo queremos, en cambio, con la tinta, nos podemos dejar llevar más.
¿Cuán importante es la observación para vosotras?
Diríamos que es la base de Crajes. Todo lo que sabemos lo hemos aprendido así; forma parte de nuestro trabajo. Somos muy obsesivas, Jessica más, y cuando algo nos llama la atención no sabemos cuándo parar (risas).
Vuestra obra está bastante ligada a la ilustración, pero os sentís más pintoras, explicadnos el por qué.
Sí, aunque ambas cosas se han ido solapando a la largo del tiempo, nosotras nos vemos más en el ámbito de pintura que en el de la ilustración. Tenemos una concepción más conservadora de la ilustración. Un dibujo que acompaña un escrito o que está hecho para un producto. Algo más mercantilizado, que no quita que la pintura también lo esté. Creemos que todos los creativos que dibujan o pintan y quieren hacer de ello su profesión, en algún momento de su aprendizaje se ven en la disyuntiva de decidir hacía dónde quieren llevar su carrera. No olvidemos que tenemos que vivir. Nuestro trabajo es personal, impulsivo y no está sujeto a nada. La metodología conlleva un proceso muy lento de realización. Para la última exposición hemos estado seis meses encerradas en el estudio produciendo. Como siempre decimos hay un pedazo de nosotras en cada pieza. Aún teniendo un punto de vista concreto la diferencia se ha ido desvaneciendo con el tiempo y, son dos vertientes que se retro alimentan, como todos los oficios creativos.
Tenéis 25 y 26 años respectivamente y ya vivís por vuestra propia cuenta y os dedicáis a lo que os gusta, eso es casi una utopía en los tiempos que corren. ¿Os sentís afortunadas?
Como siempre decimos: "no vivimos, sobrevivimos". Una vez dicho esto, sí. Nos sentimos muy afortunadas de dedicarnos a lo que nos apasiona. Más que un oficio es una forma de vida. Que nuestro trabajo esté teniendo la aceptación que está teniendo, y ver la respuesta tan positiva de la gente hacía él, es algo que no se puede expresar con palabras. Para nosotras nuestras piezas forman parte de nosotras y nos sorprende el ver que otras personas se pueden identificar en nuestro trabajo. Trabajamos con mucha presión, que nos auto-imponemos por nuestra exigencia, y es una profesión donde vives envuelta en un halo de incertidumbre, ya que no sabes cómo saldrán las cosas. Lo importante es creer en lo que haces, no dudar de ti mismo nunca y aprender de las caídas (que son habituales). Es un oficio complicado porque aparte de crear, que es la parte que nos gusta, tienes que tratar con galerías, coleccionistas... Tener un cierto dominio mercantil, cosa que nos cuesta mucho, y eso nos ha llevado a estrellarnos contra un muro en varias ocasiones.
Compagináis vuestra producción para las galerías junto con los encargos privados. ¿Qué parte preferís?
Cuando arriesgas apostando por un trabajo como este, está claro que lo haces para poder trabajar de manera libre en lo que te sientes inspirada o te liga emocionalmente. Pero el hacer commissions también forma parte de nuestro trabajo y es indispensable para poder vivir de ello. Haciendo retratos para clientes hemos aprendido mucho y hecho cosas que por nuestra cuenta no creo que hubiéramos hecho, así que siempre acabamos contentas. Por suerte, hasta ahora nuestros clientes han sido del todo conscientes de qué hacemos y, nos dejan libertad para poder plasmar nuestra visión y nuestro sello siempre bajo sus directrices. Al final, todo lo que hacemos lo hacemos con ilusión y porque nos gusta, si no, no lo haríamos.
¿Cuánto hay en las obras de CRAJES de psicología y de filosofía?
Empezamos a estudiar psicología y filosofía en la facultad, pero lo dejamos a medias durante las huelgas. Nuestro trabajo lleva algo de ambas cosas, aunque me atrevería a decir que más filosofía que psicología. Es algo que nos gusta mucho a las dos. Nuestro punto de partida siempre son preguntas que planteamos mediante nuestro trabajo, no queremos dar nuestra opinión ni reivindicar nada, simplemente lanzar una pregunta al aire. Generalmente van relacionadas con el individuo, estados mentales, emociones, parafilias, traumas, vicios... bajo la figura de una mujer. Nuestras chicas tienen una gran carga emocional, un trasfondo. Nuestro objetivo es que al mirarlas no se sienta indiferencia.
¿Por qué trabajáis el formato pequeño y algunas tiradas en serie de vuestras obras?
Nos gusta hacer piezas en formato más pequeño para que, gente que no puede acceder a comprar un cuadro de mayores dimensiones y que les gustaría tener algo nuestro, pueda hacerlo. Por ese mismo motivo, vamos sacando ediciones limitadas en forma de Giclée print de algunas de nuestras piezas. Todo ello lo podéis encontrar en nuestra tienda bigcartel. Creemos que el arte debe estar al alcance de todos y los creativos debemos contribuir a ello. Es importante que la gente que muestra interés por el arte pueda empezar a coleccionar. Todos empezamos así y luego vamos subiendo la apuesta.
Una de las partes que me encanta de vuestro trabajo es el Street Art. ¿Cómo surgen estas intervenciones?
Desde que empezamos hemos hecho murales. Nos gusta interactuar con las paredes y poder probar qué puedes hacer, siempre salen cosas inesperadas y aprendemos mucho. El hecho de trabajar en la calle nos ayuda a comprender qué puede sentir la gente al ver nuestro trabajo. Podemos ver sus reacciones de cerca y nuestro trabajo llega a un público distinto al de las galerías de arte. Los hacemos con cuentagotas. Lo que nos gusta es que las paredes nos encuentren a nosotras. Ir por la calle y ver una pared que te llame la atención y poder acceder a hacer algo en ella. También hacemos intervenciones para festivales o eventos organizados por amigos, que nos permiten trabajar con otros artistas y aprender cosas nuevas de gente más veterana. Nos resulta muy instructivo y además pasamos un buen rato. Nuestro último muro fue el año pasado en Santander, en el festival Desvelarte. Nos asignaron un muro precioso que se adaptaba perfectamente a nuestro trabajo y viceversa. No tardaremos en hacer otro, ya nos está dando el gusanillo.
¿Podríais darme una lista de nombres propios de artistas que os inspiren, os muevan y os den ganas de seguir adelante?
Es una pregunta complicada. Hay tantos que no nos gustaría dejarnos a alguno por el camino (risas). Directores de cine como Kubrick, Greg Araki, Spike Jones, Wes Anderson, Miyazaki, Satoshi Khon, Park Chan Wok, Larry Clark, David Lynch, Bergman, Hitchcock... Escritores como E.A. Poe, Sade, Baudelaire, Nietzsche, La Biblia... y otros como Diane Arbus, Suehiro Maruo, El Bosco, Ingres, Mark Ryden, Beethoven, Mozart, Delville, Kay Nielsen... ¡Seguro que nos dejamos muchos!
Para terminar. Si quiero mi retrato hecho por Crajes, ¿qué tengo que hacer?
Enviar un correo a [email protected] con la propuesta y la información que creas conveniente. A partir de ahí, nosotras contactaremos contigo para pedirte lo necesario y comenzar a trabajar en la pieza.
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