Pepa Salazar es una de las mentes más enigmáticas de la moda contemporánea, así lo han reconocido desde la revista Forbes hasta los Premios EGO en tres ocasiones. Su apuesta por lo conceptual a través de la conjunción de sostenibilidad, diseño y funcionalidad la precede; y una vez más vuelve a demostrarlo en su propuesta para Otoñ/Invierno 2021. Una colección que parte del ser humano antropocénico y la relación a imagen y semejanza para traducirse en geometrías abstractas y hasta tejidos de sujeción ortopédicos. Una distopía nihilista con la cual podríamos ver vistiendo a los protagonistas de Evangelion.
La última vez que hablaste con Metal era 2018 y habías sido recién galardonada como Talento del Año en la primera edición de los Premios Moda Fad. Acababas de presentar tu colección para Primavera/Verano, en la cual evidenciabas la ingente cantidad de desperdicios que generamos, a través de un desfile emplazado en un mercado de alimentación. La reutilización y la sostenibilidad se consolidaban ya como una de tus principales líneas de trabajo. ¿Cómo ha influido esta vez en la colección?
Uno de los conceptos importantes de esta colección es la idea de una nueva naturaleza creada por el ser humano antropocéntrico a través de sus desechos de materiales no orgánicos que han conseguido invadir y transformar otros tipos de vida. He tenido la suerte de contar con la artista Claudia Dyboski como set designer. Su escultura recuerda al esqueleto de un animal compuesto por tubos, bridas y plásticos. Es casi un resto fosilizado de materia no orgánica. Para otro de los sets hemos trabajado con una escultura de Carlos Sáez, una pieza de coche rodeada de una masa de cables.
En esta colección Otoño/Invierno 2021 propones una reflexión hacia el futuro que se centra en la relación entre tecnología y ser humano. Nuestros cuerpos cada vez se componen de más elementos artificiales mientras las máquinas avanzan hacia una tendencia antropocéntrica. ¿Qué es lo que te resulta atractivo de esta idea?
Partí del concepto de la creación a imagen y semejanza. Es un concepto muy bíblico y a la vez tremendamente antropocentrista. Creo que el diseño sigue inevitablemente las pautas humanas. Las máquinas no dejan de ser super anatomías ensalzadas y exageradas. Los nuevos experimentos de crear órganos humanos dentro de otras especies animales los convierten a estos en simples incubadoras. Sometemos otras especies por nuestra simple supervivencia.
Múltiples diseñadores han explorado ideas similares, como Jean Paul Gaultier en Mad Max con un resultado estético muy diverso. ¿Qué es lo que caracteriza la interpretación de Pepa Salazar?
Hay una reflexión centrada en el cuerpo, en la anatomía y en la anatomía de los objetos/máquinas. Esta relación explicada desde el punto de vista del ser humano invasor antropocentrista que inevitablemente es incapaz de escapar de su propia imagen y transforma y crea desde la visión de un espejo. El cuerpo humano no desaparece en las prendas sino que se acentúa.
Otro de los aspectos que te han identificado desde que ganaras los Samsung EGO en 2013 y 2014 ha sido tu profundo conocimiento de la sastrería. En la colección podemos verlo en los trajes y las americanas oversized en lana fría. ¿Cómo conjugas una estética futurista con técnicas clásicas de patronaje?
Es importante crear a través de la técnica. Si tienes conocimiento sobre ella eres capaz de transformarla. La sastrería es un método muy clásico a la hora de diseñar, tiene unas reglas bastante estrictas, para mí es estimulante conocerlas pero ser capaz de convertirlas en otra cosa diferente.
Algunos de los detalles que has incorporado, como las cremalleras termo-selladas, están fuertemente vinculadas a prendas deportivas y técnicas. ¿Cómo logras que el cliente se olvide de esa referencia y lo extrapole a un universo visual inédito?
No me importa que se cree una relación entre mis prendas y lo ‘deportivo’. Estéticamente no corresponde exactamente a una prenda de sportswear, pero sí hay algo que me atrae de la funcionalidad de las cosas. Convertir piezas clásicas en un lenguaje que habla del presente inevitablemente necesita funcionalidad y adaptabilidad.
“Independientemente de las etiquetas a veces obsoletas, la ropa es para quien decide llevarla puesta.”
¿Cómo ha sido tu propio proceso de construir ese imaginario visual?
Por suerte cuento con unos amigos increíblemente estimulantes con los que puedo intercambiar textos, referencias, libros y tener largas charlas. Mario Montesinos, quien tiene una visión posthumanista del diseño y a veces contradictoria conmigo, con el que he creado una pieza para esta colección, Carlos Sáez, que colaboró en esta colección con su escultura... Por citar unos pocos de todas aquellas personas que me rodean a las que admiro. Cada uno tenemos disciplinas e identidades diferentes, pero siempre cuento con el feedback de mis amigos, incluso nuestras contradicciones las considero necesarias
La mayoría de los looks destacan por un componente andrógino. Sin embargo, una de las señas de identidad de tu marca es la adaptabilidad de las prendas al cuerpo. ¿Cómo diseñas para que coexistan lo gender neutral y las diferentes tipologías anatómicas?
Trabajo sobre patrones de mujer, teniendo en cuenta sus volúmenes y su anatomía. Hay algo que me atrae o que me permite experimentar en cuanto a la forma pura y dura, hay una experimentación volumétrica que me permite trabajar con geometrías de manera abstracta. Sin embargo, dejando de lado mi manera de enfrentarme a la técnica, el womenswear se ha convertido en algo diferente que abarca nuevos conceptos de mujer. Independientemente de las etiquetas a veces obsoletas, la ropa es para quien decide llevarla puesta.
Los tacones que completan los looks de la colección Otoño/Invierno 2021 de Abra Now, se usan indistintamente en hombres como en mujeres. ¿Qué te une con este diseñador y cómo fue la colaboración? ¿Qué piensas de la ruptura de las barreras de género a través de la universalización de accesorios como este?
Abra y yo somos muy buenos amigos. Actualmente estamos trabajando juntos en nuevos proyectos que saldrán pronto para nuestras respectivas marcas. ¡Tengo muchas ganas! Ha sido algo muy órganico, además nos divertimos mucho juntos. Creo que marcas como las de Abra que entienden el género de una manera más actual son importantes para dar voz a causas que nos conciernen a todos, y transformar así algunas realidades.
Una de las piezas que más llaman la atención de la colección es el bolso que has creado en colaboración con el arquitecto Mario Montesinos, que presenta una forma aerodinámica como si se tratase de una pieza de motor. ¿Cómo ha surgido esa propuesta?
Tenía la idea de crear una pieza aerodinámica, de guardabarros, que recordase casi a un Eva de Evangelion. Mario comprendió enseguida el concepto, ya que nos hemos retroalimentado a la hora de desarrollar el texto de la colección. Una vez conseguimos dar con la forma, de manera conjunta hicimos pruebas de impresión 3D. Este material está fusionado con tejido de sujeción ortopédico, lo que le da a la pieza un carácter mas anatómico.
¿Dónde radican para ti los límites entre el objeto escultórico y la pieza funcional?
Es un pregunta difícil, pero supongo que en la comercialización de la pieza. Si te refieres al bolso, no tiene nada de funcional. Es un ejercicio de visualizar un concepto de forma puramente figurativa en el que la forma y su diseño cobran toda la importancia a la hora de trasladar el mensaje. Tenemos algunos proyectos para seguir desarrollando esta pieza en el formato escultórico a través de galerías.
No solo las máquinas y los humanos somos más híbridos, también la alta costura, el pret-à-porter y la ropa técnica son categorías que se desdibujan y se entremezclan cada día más entre sí. ¿Cuál crees que es el siguiente paso en esta narrativa?
Es muy interesante la transversalidad y diversidad que empieza a generar nuestra industria. Desdibujar los límites y las normas de los calendarios, roles, géneros, lo físico y lo virtual. Grandes marcas y pequeñas que generan un discurso y un debate incluso político o ético.
“Cada vez avanzamos más en la tecnología y prescindimos de canales obsoletos, la moda al final es el lenguaje del presente y deberá adaptarse a ello.”
La escenografía es vital para la presentación de una colección. En este caso, Claudia Dyboski y tú habéis optado por una puesta en escena algo distópica, que incluye sus propias esculturas. ¿Por qué esta apuesta? ¿Tienes una visión escéptica del futuro?
Sí tengo una visión distópica, últimamente bastante nihilista-realista. Si tienes la idea de que todo funciona nunca vas conseguir cambiar nada.
La reinvención de básicos es una tendencia muy potente hoy en día y algo que te distingue como diseñadora. ¿Es la atemporalidad la ‘nueva moda’ o una obligación ética por el impacto medioambiental del fast-fashion?
La atemporalidad siempre la he considerado muy importante a la hora de plantear las colecciones. Creo que ayuda a que las prendas tengan una vida más larga, pero a la vez considero importante que las piezas funcionen en el tiempo y no hablen solamente de tendencias. Es importante conectar de otra manera y entender la técnica de una forma más pura para conseguir transcender hacia algo más complejo. Creo que es el ejercicio mas difícil a la hora de diseñar.
Siempre le has dado bastante importancia al desfile: a veces París, otras Antón Martín. A pesar de que la pandemia ha obligado a suprimir temporalmente las pasarelas, ¿te has planteado presentar la colección en formato digital?
A raíz de la pandemia hemos presentado las colecciones siempre de forma virtual en formato foto. El desfile físico permite crear una experiencia con el público, pero un público reducido. Es interesante seguir experimentando con nuevos formatos para crear una experiencia emocional a través de canales nuevos.
¿Qué crees de la intrusión de lo digital como medio de presentación de colecciones? ¿Cuál es tu opinión frente a las ventajas e inconvenientes? ¿Crees que los desfiles in situ pasarán a ser algo minoritario?
Entiendo el formato digital como algo positivo. De alguna manera democratiza y elimina necesidades superficiales, pero no estoy segura de que vayan a desaparecer los desfiles físicos precisamente por eso, por la viralidad que generan y que buscan las marcas. Me parece positivo experimentar con otros canales más digitales o virtuales e intentar transcender con nuevas formas de comunicar. Cada vez avanzamos más en la tecnología y prescindimos de canales obsoletos, la moda al final es el lenguaje del presente y deberá adaptarse a ello. Pero resulta contradictorio que a la hora de comunicarnos tenemos una necesidad humana de hacerlo físicamente, sea a nivel interpersonal o con una audiencia.
Y, por último, ¿qué nos espera de Pepa Salazar en el futuro?
De momento la internacionalización y las ventas son mis principales objetivos. Mis futuros proyectos con Abra Now y crear relaciones transversales con otras disciplinas suponen un reto muy estimulante para poder crear de manera distinta.