Un caleidoscopio de color y texturas se despliega ante nosotros. Del mismo modo que un prisma descompone la luz, Olafur Eliasson refracta en su obra un abanico cromático de posibilidades. Navegación situada, cuarta exposición individual del artista islandés-danés, instiga en el sentido de la presencia y la pertenencia. La acoge la Galería Elvira González de Madrid donde se puede visitar hasta el 2 de abril.
La muestra comienza con Lava Residue, una instalación mural de capas superpuestas de vidrio que acompañan y deforman el movimiento del visitante. Estas láminas fueron transportadas desde Siberia hasta Islandia para sufrir el efecto de las corrientes marinas y el sol, generando nuevos tonos y formas que el artista evidencia al cortar elipses entre ellas. Frente a la pieza, nuestra imagen se transforma y colorea. Así, el proceso de alteración al que se expusieron los propios vidrios se ve trasladado a nuestra autopercepción.
Suspendidas del techo, una serie de brújulas conforma Compass Travellers. Cada una de ellas incorpora una flecha de arco como aguja. Ejemplifican la consideración del artista de la brújula, que trasciende a su uso habitual. Constituye un elemento que nos increpa directamente sobre nuestra ubicación actual mucho antes de responder a la posibilidad del destino final. Pensar, hacer y el lugar se convierten una misma cosa; un componente más en la famosa ecuación cartesiana Cogito ergo sum.“Me permite adentrarme en un terreno desconocido sin perderme. La brújula no solo nos orienta geográficamente, sino también socialmente. La sensación visual de la brújula es algo que compartimos; nos une a los demás a través de nuestra experiencia subjetiva pero compartida”, expresa Eliasson.
A continuación, el artista nos deleita con la proyección de The Missing Left Brain, una sinfonía visual de sombras, reflejos y matices generados mediante fortuitas alineaciones de lente giratorias. Finalmente, unas acuarelas de ruedas cromáticas en tonos pastel culminan la exposición.
Suspendidas del techo, una serie de brújulas conforma Compass Travellers. Cada una de ellas incorpora una flecha de arco como aguja. Ejemplifican la consideración del artista de la brújula, que trasciende a su uso habitual. Constituye un elemento que nos increpa directamente sobre nuestra ubicación actual mucho antes de responder a la posibilidad del destino final. Pensar, hacer y el lugar se convierten una misma cosa; un componente más en la famosa ecuación cartesiana Cogito ergo sum.“Me permite adentrarme en un terreno desconocido sin perderme. La brújula no solo nos orienta geográficamente, sino también socialmente. La sensación visual de la brújula es algo que compartimos; nos une a los demás a través de nuestra experiencia subjetiva pero compartida”, expresa Eliasson.
A continuación, el artista nos deleita con la proyección de The Missing Left Brain, una sinfonía visual de sombras, reflejos y matices generados mediante fortuitas alineaciones de lente giratorias. Finalmente, unas acuarelas de ruedas cromáticas en tonos pastel culminan la exposición.
Puedes visitar la exposición Navegación situada de Olafur Eliasson en la galería Elvira González, Calle Hermanos Álvarez Quintero, 1, 28004 Madrid, hasta el 2 de abril.