Tras “Hervir un oso”, co-escrito con Jonathan Millán y “Ultraviolencia”, su primer libro para Blackie Books llega, de manos de la misma editorial, “Ser madre hoy” su segundo libro en solitario. Miguel Noguera es un artista multidisciplinar que desde hace unos años realiza su Ultrashow (esto es una representación en directo de sus conceptos, uno detrás de otro, durante casi una hora y media sin previo ensayo) en Barcelona y en distintas ciudades de España.
Dibuja, escribe y actúa. Es el actor fetiche del dúo cómico barcelonés Venga Monjas y ha tenido papeles secundarios, que no por ello menos relevantes, en Extraterrestre de Nacho Vigalondo y Diamond flash de Carlos Vermut.
Hemos tenido la oportunidad de hablar con él en persona sobre su nuevo libro, SU ULTRASHOW, SU HUMOR Y DE TODO UN POCO EN GENERAL.
PORQUE SOMOS ULTRAFANS DE NOGUERA. Y LO DECIMOS EN MAYÚSCULAS, CHILLANDO, COMO LO HARÍA ÉL.
¿Por qué empezaste a hacer Ultrashows?
En realidad todo comenzó cuando un amigo de la facultad me comentó que por qué no representaba mis ideas, mis conceptos, que contaba a mis amigos en la universidad. No fue algo que naciera de mí. El primero fue en una tetería en el barrio de Gracia, de Barcelona. Tras hacer algunos más, Chus Martínez, después de haber visto algunas grabaciones, me escribió para realizar un Ultrashow en un ciclo de conferencias del MACBA. Y el segundo, porque hice dos, fue una sugerencia de un blog dirigido por Marc Vives. Propusieron mi Ultrashow dentro del mismo ciclo de conferencias por lo que realicé dos Ultrashows en el mismo espacio pero con una o dos semanas de diferencia. El salto al Teatreneu de Barcelona fue porque el mismo dueño del espacio me llamó y fuimos probando a ver cómo iba y, como la cosa ha ido muy bien ya llevo un año y tres meses haciendo Ultrashows en ese teatro.
¿Cómo se te ocurrió el nombre de Ultrashow?
Había un cómic de los 80 llamado Ranxerox que era muy fuerte, bueno, lo sigue siendo, y en él se muestran escenas bastante amorales, una violencia fuera de lo común como si fuera algo cotidiano y de lo más normal. Por ahí leí que a este tipo de violencia se denominaba Ultraviolencia, la violencia por la violencia, y de ahí vinieron las palabras empleadas con el lexema ultra. Me gustaba mucho esta palabra y por eso, cuando me pidieron un título para los shows recordé aquella época y lo denominé Ultrashow y para mi primer libro en solitario recurrí a la palabra Ultraviolencia. También hay un programa en Brasil que se llama Ultra-Show, es como un España Directo pero en portugués.
¿Qué sientes ante términos como el “noguerismo”?
Ya, me hace mucha gracia, mucha gente se refiere a mí por mi apellido, no por mi nombre. También he leído por ahí noguerada, términos así, y para nada, estos términos que intentan categorizar lo que hago me parecen muy buenos, es una muestra de que lo que hago gusta, se entiende y se asocia a un género concreto. Nunca diré que lo que yo hago es un noguerismo o noguerada pero para nada me ofende, al contrario, me halaga que la gente los haya acuñado.
Mucha gente empieza a hablar como tú ¿Te gusta?
Sí, claro, me siento muy halagado. Es imposible capitalizar todo lo que hago, todos bebemos de las influencias que nos rodean y que nos gustan, es inevitable que pasen cosas así. Quizás algún día llegue alguien que me supere o que le de una vuelta conceptual a todo lo que hago y me desbanque, como Padre de familia y Los Simpsons, aunque yo prefiero Los Simpsons, sin embargo, esto sería algo inevitable. Pero sí, me gusta mucho y no me molesto para nada, sería absurdo cabrearse y enfurruñarse por algo así. Son pequeños homenajes pero tampoco se ha dado el fenómeno Chiquito con todo lo que digo, es mucho más sutil.
¿Si no fueras Miguel Noguera, te gustaría Miguel Noguera?
No lo sé, hay momentos en los que no quiero ver un vídeo de lo que hago, me cuesta consumir un Ultrashow, a veces sí y a veces no. Como ahora todo lo que hago tiene aceptación y expectación me cuesta ver los vídeos. Si tengo que verlos para, por ejemplo, grabar los audio comentarios para el libro sí que lo hago, pero por iniciativa propia no. En cambio, el libro sí que lo hojeo más a menudo. Es difícil responder a esta pregunta porque sería muy absurdo decir que no me gustaría nada. También es complicado porque no soy muy consumidor de nada, no soy fan, en el sentido estricto de la palabra. Fan como tal soy de Venga Monjas, Foster Wallace y Von Trier. Por ejemplo, no iría a ver más de un Ultrashow, vería uno, entendería el concepto y ya está. Me sorprende ver que hay personas que repiten Ultrashows.
¿Cómo definirías tu humor?
No intento ser gracioso, más bien todo surge por cómo narro o transmito un contenido, quizás luego el contenido sea gracioso o no. Hay algo que se desprende del contenido y de la forma de explicarlo que causa gracia, todo mezclado con un punto de humor negro, porque está claro que lo que hago tiene mucho que ver con el humor negro y ácido.
Los temas que trato tienen mucho que ver con lo escatológico, la muerte, todo esto me hace mucha gracia, no puedo evitarlo. Existe una voluntad de análisis de mi entorno que termina convirtiéndose en humor. No pienso fórmulas para hacer reír, por eso intento distanciarme de la idea de cómico clásico. Paco Alcázar es una de mis grandes influencias, toca todos los temas que no hay que tocar y en eso se basa todo su humor, que es lo que me gusta.
Si Miguel Noguera fuera un cuadro ¿Cuál sería? ¿Qué libro? ¿Qué película?
El Jardín de las delicias de El Bosco, también sería uno de Brueghel, cualquiera de la escuela flamenca. De los escritores, aunque no soy muy consumidor de libros, creo que cualquiera de Tomas Bernhard porque siempre habla de lo mismo, esa forma tan vacía y repetitiva de escribir me atrae. Aunque me gusta mucho Von Trier creo que cualquier película de Bergman, Tarkovsky y Pasolini.
En una entrevista decía que te aburrías escribiendo, sin embargo, en este libro hay notas al final y cada vez publicas más textos en diversas webs ¿Cómo ha sido este paso? ¿Te gusta escribir?
En realidad el editor se puso en contacto conmigo para que publicáramos mis ideas, pero no es algo que me guste, el sentarme a escribir como tal. En realidad todo surge por la necesidad, porque me lo piden, por eso parece que escribo, pero si no tuviera nada que hacer no me pondría a escribir, lo hago porque existe una demanda. Escribir no es uno de mis hobbies, no.
Define a Miguel Noguera.
Disperso, me cuesta concentrarme en algo, soy bastante inactivo, actúo por que tengo que hacer algo, no porque sea una persona muy entusiasta.
Soy bastante despistado, negativo, no es un realismo lúcido, si no en un sentido neurótico.
El título de “Ser madre hoy” de dónde viene.
Nos gustó porque es un título dispar, no tiene nada que ver con la idea del libro en sí, además, viene de una idea de “Ultraviolencia” de una madre que no tiene brazos, lleva el paraguas con la boca. Es una mezcla entre las ideas de este libro y el anterior.
¿Por qué deberíamos leer “Ser madre hoy”?
A nivel de lector me gusta porque es un libro que puedes coger, leer un concepto y no volver a tocarlo en semanas. También puedes leerlo empezando por el final, me gustan mucho los libros de párrafos cortos. Hay gente que conecta con él y hay gente que no. No es libro de opinión sobre la sociedad actual, no hay por qué leerlo, o te gusta o no te gusta.