Este video es la mejor colaboración que he hecho hasta el día de hoy. Poder juntar a Emily Ritz y a Lobadys Pérez en un mismo proyecto me parece casi un sueño. Intentaré ser breve.
Hace dos años viajé a Colombia para explorar mis raíces (mi familia es de ahí) y conocí a Lobadys y su compañía; nuestra química creativa fue inmediata. Ensaya todos los días en una casa antigua del barrio de Getsemaní en Cartagena de Indias con la compañía que él mismo fundó, formada por unos bailarines increíbles. Es un coreógrafo activista que intenta sobrevivir con su arte de denuncia en una sociedad aún marcada por la opresión colonialista y el racismo inherente en ella. Desde que lo conozco, respeto y admiro su arte profundamente, y considero que el movimiento que está creando es realmente nuevo y genuino. Fue imposible no ofrecerles colaborar segundos después de haber visto el ensayo. Tuvimos la oportunidad de codirigir un espectáculo de video arte y danza llamado Disección del mito, que se estrenó en el Festival de Cine de Cartagena en 2015, y que ellos aun presentan en diferentes ciudades del mundo.
Emily Ritz, por otro lado, apareció en mi vida cuando me mudé a Nueva York hace seis años, y nuestra amistad fue creciendo de forma orgánica. Siempre he admirado mucho su arte y, sobre todo, cómo lo ha utilizado para canalizar una enfermedad crónica que limita muchísimo su movilidad desde que tiene doce años. Es admirable la energía creativa que tiene: siempre está pintando, componiendo música o haciendo cerámicas. Creo que todo lo que sale de ella viene de una necesidad de trascender sus límites, cosa que admiro muchísimo. Empezamos a colaborar cuando me pidió que hiciese los visuales de su disco, también proponiéndome hacer un video juntas.
Me obsesioné con la idea de dar movimiento a la música de Emily como respuesta a su limitación física, y creo que era evidente que Lobadys era la persona con quien debía hacerlo. Siento que ambos producen arte desde dos ciudades muy diferentes, pero desde un mismo lugar emocional de supervivencia a sus condiciones, así que el intercambio creativo fue muy fácil y fluido, como si hubiésemos trabajado juntos desde siempre.