Yo diría que lo último, dado que el deporte sigue pareciéndome interesantísimo. Por eso me gustaría volver a escribir sobre fútbol, pero como si fuera literatura. Bueno, yo estoy convencido de que es literatura, solo hay que saber leerlo. Si lo miras de ese modo, verás que el fútbol se compone de relatos con gangsters, dioses, vaqueros, soldados, amantes y asesinos.