Fue durante un viaje a Nueva York, en 2011, donde nos surgió la inspiración. Llevábamos varios años viajando a Japón y por Europa, comprando objetos para uso propio, cuando pensamos en situar esas mismas cosas en un contexto determinado. A finales de 2013 conseguimos el local de la calle San Fernando, y fue entonces cuando nos tiramos al vacío y decidimos empezar este proyecto.
En realidad, nunca sabes dónde te va a situar la vida. El azar es muy importante… Un día tienes tu vida cómodamente encauzada y, al siguiente, todo ha saltado por las aires obligándote a empezar una nueva aventura. Cosas del destino…
Nos encantan las personalidades oscuras y misteriosas, normalmente son las que más tienen que enseñarnos y las que más nos influencian e inspiran. Además de los artistas que mencionas, nos encantan Georg Trakl, Anna Ajmátova, Annemerie Schwarzenbach, Rimbaud… Personas atormentadas que sufrían y no se encontraban felices con la vida que estaban viviendo, aquella que les había correspondido. Por lo tanto, personas y artistas inconformistas.
El cliente tipo de la tienda es una persona cosmopolita, culta, con intereses y gustos parecidos a los nuestros. Suelen ser personas del norte de Europa, Estados Unidos… No hay un rango de edad ni un patrón que les describa, pero sí una inquietud común.


No nos gusta buscar las cosas, sino que nos gusta encontrarlas, o que aparezcan y nos encuentren a nosotros, es muy distinto. Creemos en el azar y en el lado romántico de la vida. Por ejemplo, si estamos en Tokio, sabemos que caminando encontraremos algo que nos encaje. Nunca buscamos en guías ni nada parecido, tiene que aparecer: y así será especial para nosotros.
Caminando por Lisboa encontramos una libreta encima de un café… Era una maravillosa libreta hecha con cosido japonés, con un montón de bocetos y dibujos en su interior. En la primera hoja estaba escrita una dirección, por lo que cogimos la libreta y fuimos a entregársela al dueño. Cuando llamamos a la puerta, nos abrió una encantadora pareja de arquitectos en su estudio. Ellos eran los propietarios de la libreta, y los que realizan esos maravillosos y cuidados objetos. Se llaman Namban.
Una no se entiende sin la otra. Muchas veces, la gente pasa por delante y no comprenden el concepto: no saben si es una galería, un atelier o una tienda, y eso es perfecto, ya que es entrando cuando te darás cuenta de dónde estás, y quedarás atrapado. Es entonces cuando invitamos a la gente a subir a la parte de arriba del local, donde se encuentra la galería. El arte y las oportunidades que brindamos a distintos artistas es algo básico para nosotros. No queremos que Sebastian Melmoth sea solo un lugar donde se realice una fría transacción económica: queremos que sea un lugar donde sucedan cosas y se encuentre gente distinta con intereses comunes.
Siempre hemos hecho música; quizás nos sentimos más músicos y artistas que cualquier otra cosa. Además, nos gusta mantenernos alejados de modas, prensa musical… Consideramos que el arte y la música son más importantes que salir en medios y toda esa vulgarización actual, por lo que hemos aprendido a hacer las cosas y entregarlas directamente al oyente, sin necesitar intermediarios. Quizás es lo que dices: que necesitamos crear y compartir con los demás constantemente. Nuestro próximo disco, El Tiempo de los Asesinos, saldrá en breve, en una cuidada edición en vinilo 7”, y solo se podrá conseguir contactando con nosotros o en nuestros conciertos.
Podréis encontrar un montón de cosas para regalar: desde platos de Artefacto y obras de Javier Jubera o Angela Dalinger, hasta objetos de papelería; plumas Kaweco, libretas de Namban o de Studio of Basics o jabones de Suecia y Portugal.
Nuestro máximo deseo es continuar como hasta ahora con Sebastian Melmoth, poder viajar cada año para encontrar nuevos objetos que ofrecer, descubrir nuevos artistas, sacar nuestro próximo disco y presentarlo en directo. También tenemos la idea, si el presupuesto nos lo permite, de empezar con una editorial de libros con artistas que nos encantan, de tiradas muy limitadas.
